El Cazador cruzó el marco de puerta.
[Una voz tosca decía mientras su sombra se veía reflejada en la pared]
"Ah, Kos. O, como algunos dicen, Kosm...
¿Atiendes nuestras plegarias?
[Micolash salió de dentro de un librero, con su jaula en la cabeza se dio vuelta hacia el Cazador]
No, no abandonaremos el sueño.
[Apareció detrás del Cazador, tocó su hombro y cuando este volteó no estaba ahí]
¡Nadie puede atraparnos! ¡Ahora nadie puede detenernos!
[Al final del pasillo levantó sus manos como alabando al sol y le hizo una seña al Cazador como queriendo decir que lo persiga, para luego irse caminando]
Risas de un maníaco se escuchaban en toda la sala mientras su sombra se alejaba.
La persecución de "Micolash, huésped de la Pesadilla" ha comenzado.
Una niebla blanca tapaba toda salida de la zona impidiendo traspasarla.
[Micolash aullaba como lobo]
El Cazador corría por el Laberinto de Micolash, persiguiendo su voz.
"Como hiciste tiempo atrás con el vacuo Rom.
Concédenos ojos, concédenos ojos."
[Risas de loco al fondo]
El Cazador lo encontró, Micolash empezó a correr, el Cazador lo seguía, marionetas esqueleto aparecían.
Micolash cruzaba puertas y dbas giros en esquinas, El Cazador no lo alcanzaba, Micolash, llegó a una habitación cuadrada y atacó al Cazador con magias Arcanas.
El Cazador usó papel de rayo para imbuir su Espadon, empezó a atacarlo y esquivar sus golpes mágicos.
Micolash murió.
Una risa se escuchaba a lo lejos.
"¡Ooh! ¡Glorioso! Un cazador es un cazador, incluso en un sueño.
¡Pero, oye, no tan rápido!
¡La Pesadilla se agita y gira vertiginosamente!"
El Cazador siguió su voz.
"Como hiciste tiempo atrás con el vacuo Rom.
Concédenos ojos, concédenos ojos"
El Cazador atrapó a Micolash, este le golpeó con un tentáculo de Ebrietas y se metió a un espejo sin reflejo transportandose a otro lado.
Lo volvió a encontrar.
Empezó a correr de nuevo.
"Como hiciste tiempo atrás con el vacuo Rom.
Concédenos ojos, concédenos ojos"
El Cazador le golpeó y Micolash se hizo humo.
"Como hiciste tiempo atrás con el vacuo Rom.
Concédenos ojos, concédenos ojos"
El Cazador comenzaba a obstinarse. Encontró la llave de hierro.
Una música muy de feria empezó a escucharse en todas las salas.
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Una Noche Interminable
FantasyNo recuerdo quien me contó sobre una ciudad, privada del mundo, escondida entre la niebla, un lugar donde tenían la cura para cualquier enfermedad por muy mortal que fuese, con ella el cáncer parecía una simple tos. Mi estado de salud era mortal, po...