La Cazadora se movía por los laberintos Thumerios en busca de algún objeto de valor, eliminando bestias y espectros de cazadores consumidos por la oscuridad de los thumerios.
Con los calices y las llaves adecuadas se daba paso entre las interminables habitaciones del laberinto, no quiso decirlo, pero estaba perdida.
O bueno, lo estaría si no fuese porque un Cazador le llamó, estaba cubierto de insignias y llevaba en su antebrazo izquierdo la Runa "Cazador".
-Eres muy atractiva, me llamo xXx_Alder_xXx, soy un Cazador de esos, ya sabes, experimentados.
-Emm, mucho gusto, soy... No importa, llámame Aliz, llevo relativamente poco tiempo siendo cazadora, aunque es difícil determinar los días si siempre es de noche.
-Te entiendo, Una Noche Interminable ¿No? Jaja, ¿que te trae a estas mazmorras?, luces perdida.
-Busco... una reliquia, o bueno, reliquias, quiero algo de valor para dárselo a mi novia.
-Tengo la ligera sensación que sé de que hablas, no será fácil, necesitarás varios calices.
-Los tengo todos, o casi todos.
-Bueno, por suerte soy un Grande-Oso Cazador, ¿Lo pillas? -Sonríe nerviosamente- Bueno, tengo todos los calices, así que... ¿Hacemos una Co-co-coperacion?
-Supongo -levanta los hombros- pero no tengo nada que ofrecerte.
-No no no no, soy magnífico, tengo infinita humildad, una cara de Ángel, y un cuerpo de adonis, será un placer ayudarte sin recibir nada a cambio, sólo la diversión de ayudar a una compañera.
-Bueno, espero que no te quejes más adelante -golpea su hombro- bien, empecemos nuestra cacería.
Ambos cazadores recorrían el laberinto eliminando todo aquel resquicio de bestialidad, guardianes, perros, espectros, todo.
Las horas pasaban y se encontraban exhaustos, no tendrían certeza, pero quizá un aproximado de 38 salas limpias de bestias, aunque poco importaba, mientras P******** L**** estuviera con vida, las bestias jamás pararian de aparecer.
Ya habiendo despejado la sala, se sentaron en el suelo, rodeado de velas, y llamaron a los canijos, estos les llevaron frutas, pan y vasijas con agua.
-Sabes -se quitó el gorro Aliz, dejando ver su castaño cabello corto- Nunca me dijiste el porqué del que estés en las mazmorras.
-Oh, cierto, digamos que tengo una misión, un favor realmente -Dijo Alder mientras devoraba su pan- es... para mi amada.
-Entonces estamos en las mismas -Aliz se volteó, bajó su mascarilla y mordió su pan para luego volver a colocar su mascarilla y voltearse-
-¿No te gusta que vean tu rostro, no? -Alder batió su cabello- tuve un amigo así.
-No, no me gusta, desde que tengo memoria siempre usé mascarilla -tocó su mascarilla con los dedos corazón y anular derecho- y... ¿ese amigo, como se llama?
-Bueno... hace tiempo no hablo con él -suelta una carcajada leve- de hecho, él nunca hablaba, sabes, todo era con mímica. Su nombre... lo olvidé.
-¿Sigue vivo? -Repitió la acción de comer- si no, lo siento.
-No lo sé, vivo, muerto, despierto, dormido, todo es un caos últimamente -Bajó la mirada- quizá murió hace tiempo y yo estoy bromeando.
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Una Noche Interminable
FantasyNo recuerdo quien me contó sobre una ciudad, privada del mundo, escondida entre la niebla, un lugar donde tenían la cura para cualquier enfermedad por muy mortal que fuese, con ella el cáncer parecía una simple tos. Mi estado de salud era mortal, po...