—¡No puedo creerlo!
—Psique, mantén la compostura. Esto no es propio de ti.
Yo resoplo.
Mi madre y sus manías. Sé que si padre no estuviera delante de nosotras ahora mismo estaría de acuerdo en que todo esto es una locura.
Yo alzo la vista de mi regazo, notando la mirada intensa del hombre de espalda ancha y corona dorada envuelta en el pelo oscuro como el mío.
Mi madre se tensa, sabe que cuando padre tiene esa cara es imposible hacerle cambiar de opinión, y como la última vez que se me ocurrió desafiarlo terminé encerrada en mi habitación por tres meses, decido mantener la boca cerrada y asentir.
—Es por tu bien —escucho que él dice, aunque su tono ofrece muy poco alivio, teniendo en cuenta esa voz ronca que tiene y la mirada gélida de un rey que habla con su súbdito, no con su hija menor—. Siempre pensamos que sería mejor esperar un poco para desposarte con un buen hombre, digno de ti; pero han sido años, querida Psique, desde esa decisión. Tus hermanas están felizmente casadas y te haces mayor.
«Si, claro», pienso. «"Felizmente casadas". Una tiene que aguantar los amoríos de su marido y la otra soporta golpes y borracheras.»
Ambas son dignas de admirar, más por su fortaleza y paciencia; aunque creo que esas cosas solo salen a relucir por el miedo que le tienen a nuestro padre, o la ambición que las nutre cuando sus maridos las hacen callar con joyas y riquezas.
—Tu belleza no durará para siempre, querida —agrega mi madre y padre asiente.
—El príncipe es viudo, y aunque no sea de tu nivel, es mejor que cualquier otro.
—Pero eso a mi no me importa —protesto, levantándome del diván con suavidad, aguantando las ganas de gritar y salir corriendo—. Por favor, padre —suplico—, solo un poco más. Tal vez aparezca...
—¡Nadie va a aparecer! —sentencia él en un tono firme que me hace callar y a madre, cerrar los ojos—. No hablaré más del tema, Psique. Te casarás con él mañana mismo antes de que parta a sus tierras. Es lo mejor que puedo ofrecerte.
Yo miro a mi madre, pero total, no sé ni para qué porque ella ni siquiera se atrevería a decir una palabra en contra de nuestro padre.
Sé que es injusto pensarlo, pero a veces cuando la veo me imagino a mi de la misma forma, tan sumisa y blanca de carácter y me siento miserable.
Entiendo su posición. Ya han sido veintidós años desde mi nacimiento, he crecido lo suficiente como para contraer matrimonio y debía haberlo hecho desde hace años, pero me aterraba hacerlo —aún me aterra. Pensar en terminar como mis hermanas, o como mi madre, me pone de los nervios. No quiero eso para mi.
Quiero a alguien que me ame, que me respete, que me mire solo a mi, que me escuche, y eso con ese rey que solo he visto una vez, no creo que pase.
Aún así, sabiendo que lo contrario sería difícil, me dejo caer en el diván y retomo mi lectura. Mi padre mira a mamá, parece decirle algo con los ojos antes de asentir y marcharse de la recámara, con esos pasos detonantes que parecen caballos galopando, anunciando su llegada a donde quiera que se dirija.
Cuando las puertas se cierran, el suspiro de mi madre me hace fruncir el ceño, y luego escucho que me dice:
—No hagas eso. Te arrugarás.
Cierro el libro de un tirón y la miro.
—No hiciste nada por mi.
—Psique...
![](https://img.wattpad.com/cover/193974200-288-k44654.jpg)
ESTÁS LEYENDO
EROS Y PSIQUE 🦋✔️ (Dioses Griegos, #1)
FantasyPsique es obligada a casarse con un hombre que no ama, pero en una noche conoce a alguien que le da otra alternativa, y sin dudarlo, escapan juntos. Eros es obligado a jugar con los sentimientos de una humana inocente, y en un trueque del destino te...