Capítulo 07.
Remus había acabado de vestirse.
Ese día, Canuto y él iban a visitar a Harry.
También conocerían a los hermanos de Alec, a un vampiro y a tres licántropos.
La verdad era que Lunático estaba nervioso. Los únicos hombres lobo que había conocido, habían sido hostiles.
-¿Sirius estás listo?
El castaño fue a la habitación de su amigo a ver por qué tardaba tanto.
Lo encontró mirándose al espejo.
-¿Qué haces?
El animago se sobresaltó.
-¿Por qué eres tan sigiloso Lunático? Me late el corazón a toda velocidad.
-Si no estuvieras haciendo posturitas frente al espejo...
Black se sonrojó.
-Yo no estoy... Vámonos anda.
Los jóvenes salieron de la casa y se aparecieron en un callejón cercano al piso del brujo de Brooklin.***Horas antes.***
Magnus había decidido llamar a Raphael para que conociera a su hijo.
Le mandó un mensaje de fuego que decía:
"Ven rápido. Es urgente".
El vampiro no hizo caso del mensaje porque conocía la vena dramática del brujo. Pero como no tenía nada mejor que hacer, decidió acudir a ver qué quería.
-¿Qué es esto? -Dijo nada más ver a Harry.
-Un niño. mi hijo.
-¿Has secuestrado a un bebé... Otra vez? ¿Cuántas veces tengo que decirte que los niños no son como los gatos? No son independientes. Seguro que su familia lo estará buscando.
Entonces, frunció el ceño y abrió mucho los ojos.
-¿Lo has robado de un orfanato?
Alec y Jace que estaban allí, alternaban la mirada entre Magnus y Raphael bastante sorprendidos como para decir algo.
-Magnus... ¿Has secuestrado alguna vez un bebé? -preguntó el ojiazul por fin.
El brujo sonrió avergonzado. Carraspeó y miró hacia otro lado.
Jace no pudo aguantar la risa durante más tiempo.
-Raphael. Este niño es mío.
Le pasó las cartas y el certificado de Gryngotts.
-James Potter. -Dijo cuando acabó de leer. Era un muchacho interesante.
Se relamió los labios y sonrió.
-Mañana vienen Sirius y Remus.
-¿El perro y el licántropo?
Alec pensaba que pondría mala cara, (peor de la que tenía normalmente,) pero le sorprendió cuando sonrió.
-¿Y éste qué se ha fumado? -Preguntó Jace en voz baja.
-Te he oído nefilim.
El rubio se encogió de hombros.
Harry miraba al vampiro con curiosidad.
-Tío Jace. -Susurró.
-Dime enano.
-¿po qué me mida?
-Es un amigo de Magnus.
-¿Tá fadado?
-No. -Rió el rubio. -Esa es su cara habitual.
El pequeño abrazó su peluche en forma de perro con más fuerza, y escondió la cara en el pecho de Alec.
-El gran Brujo de Brooklin padre. -Rió Raphael. -¿Quién lo diría?
Sonrió con maldad y después dijo:
-¿Sabes que con el niño aquí no podrás hacer tus famosas fiestas?
Bane le miró con rencor.
-no hace falta que lo jures. -Masculló entre dientes.
Raphael se quedó con ellos hasta que al pequeño le entró sueño.
Cuando se fue, decidieron llamar a Maya para contarle sobre Remus.
Los licántropos se entusiasmaron y pensaron en Jordan.
Le vendría bien ayudar al hombre a integrarse.
-¿Qué? ¿Queréis que me haga cargo de un nuevo integrante?
-Hace tiempo que no sales de casa. Te vendrá bien.
Jordan bufó.
-Mañana vendrás a la casa del brujo con nosotros.
El praetor iba a interrumpir, pero una mirada severa de Luke le hizo cerrar la boca.
-Es una orden.
Al menor no le quedó más remedio que asentir.***Esa mañana.***
Jace e Izzi habían llegado a casa de Magnus hacía unos minutos.
Harry había corrido a saludar a sus tíos muy contento.
El rubio le cogió en brazos y desde entonces no lo había soltado.
El niño hablaba mucho con Jace. Incluso más que con su padre y con Alec.
Ambos ya habían hecho una de las suyas en casa del brujo.
Harry estaba jugando con sus animales en la alfombra, cuando el timbre volvió a sonar.
-¿Padino?
Jace se tensó.
-No Caramelito. Son lobos. -Contestó el asiático.
Cuando Luke, Jordan y Maya entraron, el pequeño corrió a los brazos protectores de su tío.
Escondió la cara en el cuello del rubio y no se movió hasta que Alec le dio un golpecito en el hombro.
-Harry. Me gustaría que conocieras a estas personas tan simpáticas.
Como el moreno le estaba sonriendo, el niño se atrevió a mirar a los recién llegados.
Había un hombre, una chica joven como tía Izzi y un chico guapo como su papi Alec.
El menor había empezado a llamarle así en su mente.
Cuando el chico de pelo marrón le devolvió la mirada y le sonrió, el ojiverde se ruborizó y volvió a ocultar su carita.
Jace no pudo evitar reírse.
-¿Qué pasa enano? -Le preguntó en voz baja.
las mejillas del niño se coloraron aún más.
Alec se acercó a curiosear.
-¿Por qué estás tan rojo Harry? -Preguntó esta vez el parabatai del rubio.
-Es guapo como papi Alec. -le susurró a Jace.
Todos se quedaron en silencio. habían escuchado al niño y estaban tratando de no reírse debido al sonrojo de Jordan.
-¿Así que papi Alec es guapo? -Quiso saber Izzi.
Harry asintió.
El nefilim moreno extendió los brazos hacia el pequeño y le abrazó.
-Tú también eres muy guapo. -Le dijo.
-Ahora, vamos a presentarte a los invitados. -Comentó Magnus.
Durante los siguientes minutos, Harry fue pasando de unos brazos a otros.
Cuando Jordan le dio la mano, volvió a ruborizarse.
-Tío Jace.
-Dime enano.
-¿A que es guapo como papi?
Antes de que el rubio se viera obligado a contestar, el timbre sonó de nuevo.
-¿Padino?
-Sí. Son Sirius y Remus.
Harry corrió hacia la puerta todo lo rápido que sus piernitas le permitían y esperó ansioso.
Cuando se abrió, Sirius se topó con un pequeño obstáculo.
-¿Cachorro?
-¡Padino!
El animago levantó a su ahijado y juntos entraron a la casa.
Remus sonreía cálidamente y se encargó de cerrar la puerta.
-¿A mí no me saludas Cachorro?
-¡Hoda tío Demus!
Movió su manita y después le lanzó un beso.
Bajó de los brazos de su padrino y tiró de su mano.
-¡Mida Padino! -Él tío Jace. Ella tía Izzi.
-Encantado.
Isabelle le sonrió y Jace le frunció el ceño.
-Tío Jace.
-Dime enano.
-¡padino! ¡Ha menido!
-Sí, ha venido. -Dijo.
-Vosotros sois Luke, Maya y Jordan? -Quiso saber el animago.
los tres asintieron.
-Yo soy Sirius y éste de aquí es Remus. Suele ser tímido con los desconocidos.
los cinco intercambiaron saludos y cuando todos estuvieron acomodados, comenzaron a hablar sobre los licántropos.
-Jordan va a ayudarte a aceptar tu parte lupina. -Comentó luke.
-Pero no quiero convertirme en un monstruo durante la luna llena.
-¿Sólo puedes transformarte esa noche? ¿No puedes hacerlo cuando tú quieras? -Quiso saber Maya.
Remus negó.
-No quieres tu parte lupina. ¿Verdad? Piensas que es una maldición y rechazas todo lo que tenga que ver con el lobo. -intervino Jordan.
-no quiero que me controle. -Se estremeció.
-¿Tus transformaciones son dolorosas? -Cuestionó el praetor.
-Bastante. -Admitió Lunático.
-Entiendo. -Dijo Kile lentamente. -Tenemos trabajo por hacer.
-Pero yo no...
-Escúchame Remus. -Jordan le cogió las manos. -Cuando aceptes tu parte lupina, tu mente estará clara durante las transformaciones. Llegarás a tener un vínculo con tu lobo y podrás controlar las transformaciones a placer excepto en luna llena. Pero tu parte racional mantendrá el control.
Lunático miraba al praetor como si fuese Merlín.
-¿Hablas en serio?
-¿Por qué no vamos a Centralpark y te lo demuestro?
-¡Sí! -Gritó Maya. -Así podremos ver también la transformación de Sirius.
Magnus frunció el ceño pero al final él también se apuntó.
Minutos más tarde, todos iban camino al parque.
Harry iba de la mano de Sirius, cosa que a Jace no le hizo ninguna gracia.Al llegar, buscaron un lugar alejado y Jordan procedió a demostrarle a Remus lo que podía hacer si aceptaba su parte de lobo.
Al ver al hermoso espécimen, Sirius y su amigo se quedaron anonadados.
-¿Estás seguro que no eres un animago?
Jordan rió.
Camino al parque, Sirius y Remus les habían hablado del mundo mágico.
Al principio, los licántropos se habían mostrado escépticos pero cuando Sirius cambió el pelo de Maya de color e hizo que a Jordan le apareciesen orejas y cola de gato, les creyeron.
Cuando Sirius se transformó, Harry dio un chillido de alegría y se abrazó a las patas del perro.
Los demás miraban al animal con verdadero asombro.
-¡Canuto!
El animago le lamió la cara al niño.
-¡mida tío Jace!
-Ten cuidado enano. No vaya a tener pulgas.
Remus trató de aguantar la risa sin éxito.
Black volvió a ser una persona y le frunció el ceño.
-Perdona rubio teñido pero yo no tengo pulgas.
-¿Teñido? Yo no soy teñido Mago.
Dijo la última palabra como si tuviera algo asqueroso en la boca.
Alec se alejó con Harry de los dos jóvenes.
-¿Claro claro.
-no sé qué haces aquí. Podías haberte quedado en Gran Bretaña.
-He venido por mi ahijado. -Sirius recalcó las dos últimas palabras.
Jace le miró de arriba a abajo y resopló.
El animago se cabreó y le lanzó un hechizo.
-¿Pero qué cojones...?
Una risita infantil le hizo darse la vuelta.
Harry se carcajeaba y señalaba su pelo.
-Es dosa.
Al oír eso, el rubio se puso furioso.
-Ahora si eres teñido. -Rió Izzi.
-¿Tú de qué lado estás?
Ella se encogió de hombros.
-¡Ya puedes correr Black!
El cazador de sombras salió detrás del animago que se había transformado en Canuto para ir más rápido.
El perro saltó un pequeño estanque pero el rubio resbaló y cayó al agua.
Jordan y Remus habían decidido llevar a Harry a tomar un chocolate caliente.
-¡Maldito mago! ¡Verás cuando salga!
Jace sintió cómo algo le acariciaba la pierna.
Otra caricia en el brazo y después:
-Cuac, cuac, cuac, cuac, cuac, cuac.
No sabía cómo, pero el cazador de sombras estaba rodeado de patos.
-¿Esto es alguna clase de broma macabra?
Sirius no entendía por qué el teñido había palidecido.
-¿Qué le pasa? -Quiso saber. -¿Por qué no sale del agua.
-Jace le teme a los patos. -Contestó Izzi.
-¿Qué? ¿En serio?
-¡Apartad bestias inmundas! ¡No os acerquéis a mí! ¡Fuera! ¡Fuera!
En vez de ahuyentar a los patos, los atraía más.
Le picotearon la ropa y los zapatos.
-"Ascendio". -Susurró Sirius.
Jace salió disparado hacia arriba con algunos patos aún colgando de su ropa.
-¡Quítamelos! ¡Quítamelos!
El animago obedeció.
Cuando Jace estaba seco y calmado, dijo:
-Te odio Sirius Black.
Canuto suspiró dramáticamente.
-Como si no fuera la primera vez que alguien me dice eso.
Cuando Remus y Jordan aparecieron con el pequeño Harry, éste miró a su tío y a su padrino. El labio inferior le temblaba y los ojitos se le humedecieron.
-¿Táis fadados?
-Claro que no. -Se apresuró a decir Sirius. -Jace y yo solo estábamos jugando.
El rubio asintió de acuerdo.
El morenito volvió a sonreír.
Más tarde mientras volvían a casa, Jace le dijo a Sirius.
-Para ti soy Herondale. Black.
Canuto se encogió de hombros.
-No me importa.
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Harry James Bane
FanficHarry Potter resulta ser hijo viológico de Magnus Bane. ¿Cómo reaccionará todo el mundo? ¿Cómo será criado el pequeño mago?