Capítulo 09.
Habían pasado cuatro meses desde que le habían retirado el horrocrux al pequeño Harry.
El niño ya no estaba tan delgado y el brujo comprobó satisfecho que su núcleo mágico se desarrollaba con normalidad sin que nada lo perturbara.
La cicatriz de la frente seguía allí, pero no era más que una marca blanquecina. Ya no se veía roja e inflamada.
Ese día, Alec y Magnus se habían tenido que ir a una conferencia de brujos.
En teoría solo tendría que ir Magnus, pero como el cazador de sombras era su novio, le permitieron acompañarle.
Las peleas de Jace y Sirius cada vez iban a peor.
Por suerte, nunca discutían, mucho delante de Harry para no asustarlo.
-¿Crees que ha sido buena idea dejar a nuestro hijo con esos dos? -Preguntó Magnus.
-No. Pero si elegíamos a uno de los dos, el otro iba a ponerse muy pesado.En casa de Sirius, Harry estaba sobre el lomo de Canuto que corría por el jardín persiguiendo palomas.
Jace los miraba sentado en una hamaca con el ceño fruncido.
-¡Black! ¡Si al enano le pasa algo, juro que te castraré!
En respuesta, el perro le ignoró y siguió corriendo.
Lo que el nefilim no sabía, era que previamente, Sirius se había colocado un hechizo adherente sobre la espalda para que no se le cayese el niño.Más tarde, cuando fue hora de merendar, Sirius apareció corriendo hasta donde estaba Jace.
Le saltó encima y le lamió toda la cara.
-Eres un cerdo Black.
-No e u cedo tío Jace. E u guagua.
-Un guagua muy marrano. -Dijo el rubio.
Harry ladeó la cabeza sin entender.
Sirius lanzó un Finite no verbal después de retornar a su forma humana y dejó al niño sobre el estómago del otro joven mientras él iba a sentarse en otra de las hamacas.
Llamó a uno de los elfos, que no tardó en aparecer y traerles la comida.
Jace no dejaba de mirar a Sirius con intensidad.
-¿Ves algo que te guste?
-Claramente no.
-¿Y por qué no dejas de mirarme?
-¿Por qué tendría que hacerlo?
-Porque es raro.
-Tú eres raro Chucho.
-Y tú un creído y no te digo nada.
-Vete a la mierda y piérdete en ella.
-Te repites Herondale.
-Padino. -Les interrumpió Harry.
-¿Qué pasa Cachorro?
-¿Mamos a paque?
-Claro. Pero primero termínate el sandwich.
El niño sonrió.Minutos más tarde, cuando todos habían merendado, salieron en dirección a un parque infantil.
Al llegar, rápidamente Harry corrió a jugar con otros niños bajo la atenta mirada de sus tíos.
Ambos estaban sentados en un banco controlando que el pequeño no estuviera en peligro, cuando una mujer se les acercó.
-Hola. ¿Es vuestro ese pequeño? -Preguntó.
Jace asintió de manera ausente.
Estaba mirando un mensaje que le había mandado su ex novia.
-Qué bonito. Hacéis una pareja preciosa.
Al oír esto, ambos jóvenes se fulminaron con la mirada.
-Es nuestro sobrino. -Explicó Sirius. -Nosotros le estamos cuidando durante unas horas. No somos pareja. A decir verdad, no nos llevamos nada bien.
La chica sonrió.
-Sigo pensando que hacéis muy buena pareja.
Tras decir eso se marchó.Cuando Alec y Magnus volvieron a casa, se la encontraron vacía.
Aprovecharon para tener algo de intimidad mientras esperaban a su pequeño.Una hora y media después, cuando el brujo y el cazador de sombras se habían vestido, llamaron a la puerta.
Sirius y Jace entraron con Harry dormido en los brazos del rubio.
-¿Os ha dado mucha guerra? -Preguntó Alec enternecido tomando al infante con delicadeza.
-Pero si ellos son más infantiles que nuestro Caramelito. -Intervino Magnus.
-Bueno. Yo me voy a casa. Hoy me toca cocinar. -Dijo Sirius.
-Yo me voy al instituto. Tengo algo que hacer.Ya en la calle, Black decidió ir a casa caminando.
A veces le gustaba hacerlo mientras disfrutaba de la noche.
Jace tenía que ir por el mismo camino, pero se entretuvo hablando con unas chicas así que el animago se fue solo.
Iba distraído pensando en sus cosas, así que no se dio cuenta cuando algo se le acercaba.
Sintió que alguien le tiraba de la muñeca y cuando se giró para saber quién era, fue demasiado tarde.
Unos extraños tentáculos le taparon la boca y le aprisionaron las manos para que no pudiera acceder a su varita.
Trató de resistirse, pero esas cosas le tenían bien sujeto.
Le arrastraron por el suelo en dirección a un callejón donde le dejaron recostado.
Otros demonios aparecieron y le rasgaron la camisa arañándole el pecho en el proceso.
Sirius estaba seguro de que iba a morir.Jace se despidió de las chicas prometiendo que las llamaría.
Caminó unos metros y sintió una vibración en el bolsillo.
Sacó el teléfono para ver quien era, pero no era el móvil el que había emitido la vibración.
Preocupado, Jace rebuscó en sus bolsillos hasta dar con el sensor demoniaco.
Al mirarlo, vio que había varios demonios cerca de allí.
Enseguida se preocupó por Sirius y echó a correr.
No encontró ni rastro de él así que les mandó un mensaje a sus hermanos y a los lobos.
Enseguida, Remus y Jordan se aparecieron a su lado.
-¡Está por allí! -Chilló Remus.
El cazador de sombras corría todo lo que daban sus piernas.
Paró en seco cuando halló rastros de sangre que conducían a un callejón.
Al adentrarse en él, casi se le para el corazón.
Varios demonios estaban jugando con el mago.
Tenía varios cortes en el pecho, los brazos y la cara.
Con un grito de furia, el rubio se lanzó hacia ellos.
Nadie podía meterse con Sirius Black excepto él.
Gracias a que la magia de Sirius era oscura debido a todos sus antepasados, pudo aguantar el veneno de esas criaturas. Pero le harían falta lágrimas de fénix cuanto antes si no quería morir. Su magia no podía protegerle durante mucho más tiempo.
Poco a poco iba perdiendo la consciencia señal de que pronto estaría a punto de morir.
Entonces, Sirius escuchó un rugido de ira y minutos después, silencio.
Trató de mantenerse consciente, pero era muy difícil.
-Vamos Sirius. Aguanta. Solo un poco más.
Sintió cómo alguien le cogía en brazos y cómo se movían a gran velocidad.
Jace no tardó en entrar a casa de Magnus donde Remus y Jordan se reunieron con él.
-¿No tendrás por casualidad lágrimas de fénix? -Estaba preguntando Remus. -Es lo único que funciona en estos casos.
Una botellita apareció en las manos del licántropo.
Jace se la arrebató y vertió el contenido por todas las heridas que tenía el mago.
-¿Ves algo que te guste Herondale? -Preguntó Canuto con dificultad.
-Sí. -Susurró el rubio.
-¿El qué? ¿Cómo me voy apagando poco a poco?
El ex Gryffindor sintió a parte de un líquido refrescante por todos sus cortes, algo caliente que caía sobre su cuello.
Le costaba horrores abrir los ojos pero cuando lo logró, se fijó que el nefilim rubio le estaba tratando las heridas mientras lloraba.
-Ciérralas con díctamo. -Dijo Remus pasándole otro botecito a Jace.
-No me has contestado Herondale. ¿Qué has visto que te guste?
-tú. -Contestó.
-No me hagas reír. Me duelen demasiado las costillas para eso.
Entonces, el rubio se inclinó y rozó sus labios contra los del animago.
-Eres un idiota Black. -Murmuró antes de volver a besarlo.
El mayor no dudó en corresponder el beso.
Al separarse, Jace se recostó a su lado y minutos después, ambos se quedaron dormidos.

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Harry James Bane
FanfictionHarry Potter resulta ser hijo viológico de Magnus Bane. ¿Cómo reaccionará todo el mundo? ¿Cómo será criado el pequeño mago?