-No soy ningún monstruo Riley, estamos destinados a reinar, no solo sobre las hadas, sobre este universo, el nuestro y si hay algún otro mas también. Seremos poderosos e invencibles.
-¿A que precio Zander? ¿Perder nuestra humanidad?-Dijo la chica, que estaba dolida por haber sido engañada por Zander. No solo había perdido a su mejor amigo, ahora resulta que el chico por el que sentía algo, era el encargado de la oscuridad, era un monstruo.
-Tu eres la gemela oscura, se que en el fondo de tu alma estas deseando llevar a cabo todo esto. Eres igual que yo, pero te da miedo dejar salir tus deseos, porque crees que los demás van a juzgarte. Te mereces ser tu misma.- El chico dio un paso hacia ella, pero Riley dio un paso hacia atrás, manteniendo la distancia entre los dos.
-No. Yo no soy así y nunca lo seré. -Respondió rápidamente Riley, aunque en el fondo comenzaba a dudar, sus palabras estaban haciendo mella en su conciencia. Si que había deseado ser respetada, adorada y quizás ser tratada como toda una reina de verdad. Pero nunca haría sufrir a otros por su causa.
-Lo eres, y tarde o temprano te darás cuenta. Tu al ser una gemela oscura puedes manejar la oscuridad mucho mejor que yo. Yo tengo mas practica pero con el tiempo tu conseguirás que nuestras torres sean mucho mas poderosas.
-No digas que son nuestras torres. Yo no las hice. -Dijo la chica empuñando la lanza sobre el.
-No las hiciste, pero eres mas fuerte porque hay cada vez mas torres. En el momento en el que las torres oscuras desaparezcan tu poder y tu fuerza también lo hará. Esas torres te hacen ser fuerte Riley. -Ante las palabras de Zander, la chica bajo la lanza y lo miro fijamente a los ojos, empezaba a dudar sobre lo que estaba bien y lo que estaba mal. Quizás el tenia razón y ella no estaba allí para destruir la oscuridad. Quizás ella estaba allí para reinar sobre todos.
-¿Porque? ¿Porque tenemos que hacer esto? -Repuso ella con un hilo de voz. Zander aprovecho su momento de duda para acercarse a el. Acaricio su mejilla y se acerco a sus labios, sabia como derrumbar sus barreras como hacer salir su lado débil. Podía convencerla de todo con un solo beso.
-Porque hemos nacido para ser alguien. Hemos nacido para ser reyes. -Le susurro el sobre los labios. La chica cerro los ojos y lo beso. Era un beso profundo y desesperado,porque en el fondo estaba desesperada, por lo que iba a hacer. Por lo que significaba aquello.
-Te quiero. -Susurro la chica cuando sus labios se separaron unos milímetros. El chico sonrió, sin separarse de ella ni dejar de acariciarla. Fue entonces lo vio, la duda en los ojos de Zander, el dolor atravesando su rostro. El bajo lentamente la mirada hacia su cuerpo, allí donde Riley le había apuñalado con una daga, en el corazón. Volvió la mirada a la chica, sin poder creerse que aquello estuviera sucediendo. -Te quiero. -Volvió a susurrar la chica con los ojos llenos de lagrimas, viendo como el chico caía desplomado, como los ojos de Zander perdían la vida lentamente, mientras su sangre manchaba el suelo del gran salón del trono.
Riley dejo caer finalmente la daga y cayo de rodillas al suelo, observando el cuerpo inerte de Zander. Probablemente de quien había sido el amor de su vida, el único que la había entendido siempre, que la había apoyado, le había sentido ser fuerte y hermosa a la vez.
Las lagrimas recorrían sus mejillas, pero no era capaz de llorar, no salia ni un solo sollozo de sus labios. No era capaz de pensar con claridad, el dolor era mas fuerte. Se escucho un estruendo en la ciudad de las hadas, un estruendo que recorrió todo el castillo. Pero Riley no lo escuchaba. Solo era capaz de mirar al chico.
-Puede que sea una gemela de la oscuridad... pero eso no significa que tenga que hacerme eco de ello y ser una mala persona. -Susurro con un hilo de voz. Había echo lo que tenia que hacer por deber, aunque eso la estaba destrozando por dentro. Por perder a la persona que quería, por matarlo con sus propias manos. Pero sabia que era lo que tenia que hacer, lo que estaba bien. Su felicidad a cambio del bienestar del mundo.
Escucho pasos acercarse a la gran sala del trono, las puertas se abrieron cuando entraron los jinetes restantes acompañados de Liorn. Pararon de golpe al ver la escena, Zander desangrándose en el suelo sin dar señales de vida, y Riley en el suelo, en un estado evidente de shock. Al alzar la pelirroja la cabeza, pudieron ver sus manos manchadas con la sangre del jinete, y sus ojos llenos de lagrimas.
-Tuve que hacerlo. -Susurro con un hilo de voz, apenas un leve susurro que los chicos llegaron a escuchar de milagro.
-Todas las torres oscuras de la zona se han derrumbado solas. -Dijo Liorn, estando sorprendido por aquello.
Riley simplemente asintió, eso era la señal de que todo era verdad, que había sido Zander quien había construido todo aquello. Por su culpa habían llegado allí, por su culpa había conocido a Ñala, y por eso el león había muerto. La chica se levanto, estando totalmente seria, su mirada vacía. No era capaz de sentir, su corazón latía, pero eran latidos vacíos sin ningún sentido.
-Hemos conseguido librarnos de la oscuridad. -Dijo ella, como si aquello fuera lo mas normal del mundo. Zoey finalmente reacciono, se acerco a ella y la abrazo. Riley intento permanecer fuerte, pero no fue capaz, abrazo a su amiga y el primer sollozo escapo de sus labios. Zoey apretó el abrazo y guardo silencio, era lo que necesitaba ella en aquel momento.
Minutos después cuando Riley consiguió tranquilizarse, al menos cuando consiguió dejar de llorar. La chica salio al gran balcón seguida de los jinetes que en aquel momento parecían mas sus guardaespaldas que sus amigos. Las hadas estaban reunidas debajo, los soldados y los ciudadanos, incluso algunas otras criaturas se habían reunido allí para ver que había sucedido con las torres oscuras. Todos sabían que ellos habían tenido algo que ver.
-Hemos descubierto quien era el encargado de las torres oscuras. -Dijo la chica alzando la voz, estaba seria, con la postura de una reina. Después de todo era su ultimo acto como reina. -Este mundo ha quedado libre de la oscuridad. Podéis estar tranquilos de ahora en adelante, no solo las hadas, las ninfas, los Gnomos, ogros... todas las criaturas están a salvo ahora. Ha sido complicado, no tanto luchar contra las torres... si no luchar conmigo misma y por lo que sentía. Espero que de ahora en adelante podáis vivir en paz unos con otros, sin olvidar lo que hemos tenido que pasar para conseguir esta paz. -La chica ladeo la cabeza para mirar a Liorn. -Lo mas seguro es que los jinetes pronto nos vayamos, dejo el reino a Liorn. Ha sido vuestro general gran parte de la vida, os conoce a todos y sabe como debe reinar. Es el mejor rey que podéis tener. Mucho mejor incluso de lo que yo puedo ser.
En aquel momento se escucho un rugido, era un rugido de dolor. Y a lo lejos, la chica pudo ver como volaba un dragón hacia ellos. No un dragón cualquiera. Era rondador. La chica tuvo que reprimirse para no sollozar. No solo había asesinado a alguien a quien amaba, le había quitado su compañero a Rondador.
El dragón aterrizo en la barandilla del balcón y les rugió. Los chicos fueron a ponerse delante de Riley para protegerla, pero ella hizo una señal con la mano para que no se movieran. Se acerco lentamente hacia rondador.
-Lo siento. -Susurro para que el solo pudiera escucharla, con los ojos llenos de lagrimas, sentía aquello profundamente. El dragón le rugió y por un momento Riley pensó que la mataría. Cerro los ojos para esperar lo peor, pero el dragón alzo el vuelo y se marcho. No sabia donde iría, pero estaba segura que necesitaba tiempo a solas para poder superar todo aquello.
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La Jinete Elegida. #wattys2019
FantasíaHace siglos los humanos y los seres sobrenaturales convivían en armonía en un mismo universo. Cuando la oscuridad llego a aquel universo los primeros en contagiarse fueron los humanos, los cuales empezaron a tener sentimientos oscuros, rencor, envid...