Dispuesto-willing

Capitulo 52

Sacar las cosas de su pecho

Severus se despertó bruscamente a las seis de la mañana; Todavía faltaba una hora para que su alarma se disparara. Mirando hacia abajo a su pecho, donde yacía su sumiso dormido, Severus se quedó allí por unos minutos, sumido en sus pensamientos. Sus pensamientos se centraron principalmente en el ayer, más específicamente en el hecho de que Harry podía ver a Thestrals. No le sorprendió realmente, pero se preguntaba quién había visto muerto Harry, si había sido él quien lo había hecho o si había sido alguien más. Además, estaba desconcertado por cómo Harry había logrado ocultárselo durante dos años. Bueno, se podría hacer un debate durante seis meses, ya que realmente fue por cuánto tiempo realmente vio a Harry ... o mejor dicho a Harrison, como lo había conocido en ese momento. Había sido un espía, notó inconsistencias, pero no había visto nada que indicara lo contrario de Harry. Le molestaba mucho, sobre todo porque odiaba el hecho de que alguien lo hubiera cegado con éxito. No le sentó bien con él; estaba perdiendo su toque? ¿O simplemente lo habían cegado porque se preocupaba por Harry? Su mente vagó a los días que había pasado con Harry, y todavía no encontraba nada fuera de lo común. Dumbledore se había ido; fue realmente un peso, pero él no estaba cien por ciento cómodo. Probablemente nunca lo sería, porque Harry siempre sería un objetivo en el mundo mágico. Le había prometido a su sumiso unas vacaciones; Tal vez debería programar uno, tal vez cerca de Navidad. Aunque, quería estar en Hogwarts para el día de Navidad y el Año Nuevo; Hogwarts fue espectacular en esa época del año. No tenía dudas de que Harry no había tenido una Navidad apropiada; ahora quería que Harry experimentara todo lo que se había perdido.

Su mente se dirigió a los Dursley sin razón ni rima. ¿Cómo había logrado Vernon Dursley evitar lo peor de los abusos? Era un hábil lector de mentes; no debería haber sido posible, especialmente considerando que el idiota obeso era un muggle. Dumbledore debe haber tenido algo que ver con eso, no había otra explicación. Lo que podría significar que había algo peor que él no sabía. Harry no tenía ninguna razón para mencionarlo; después de todo, asumió que Severus sabía todo ... lo que era obvio que no era el caso. Vernon no solo había apuñalado a un niño inocente, sino que Petunia también lo había hecho.

Sentándose y moviendo con cuidado la cabeza de Harry sobre una almohada, se deslizó fuera de la cama, vigilando su sumiso para asegurarse de que no se despertara durante estas maniobras. Agarrando su ropa, salió de la habitación y se vistió apresuradamente en la sala de estar, invocando una poción para él sin Wandlessly. Una vez hecho esto, usó la Red Floo para llegar a la casa de Arabella Figg. Ella estaba unida a la red, como él había descubierto; nadie que no estuviera, tendría un frasco lleno de polvo Floo junto a su chimenea. Quería contarle lo que había sucedido, darle la poción de Antídoto y descubrir una vez más lo que había sucedido con todos los Dursley.

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Arabella Figg parpadeó sorprendida cuando su Red Floo se encendió. Normalmente nadie la usaba para venir a ella; Ella fue quien lo usó ocasionalmente, en eventos de 'emergencia'. Es cierto que esos habían sido pocos y distantes entre sí; se puso de pie y vio que su visitante era Severus, lo que le hizo preguntarse qué estaba pasando. "Severus ... ¿Qué estás haciendo aquí?" preguntó ella sin comprender.

"Dumbledore ha sido arrestado y condenado a la prisión de Azkaban", le dijo Severus simplemente. "Necesito que bebas esto, es un antídoto para una poción que Dumbledore le dio a todos en un intento por controlarlos. Podría explicar por qué no fuiste en contra de sus deseos; básicamente tenía a todos a su alrededor bajo la Imperiosa maldición".

Arabella se quedó mirando hacia él, incapaz de creer sus oídos, su corazón se hundía. Aceptando la poción, ella la bebió haciendo una mueca por el sabor. Había pasado mucho tiempo desde que había tenido pociones; su estómago protestó fuertemente por la presencia de la poción, pero ella lo ignoró mientras se sentaba de nuevo. "Por favor, siéntate", agregó, dándose cuenta de que estaba siendo descortés.