Dispuesto-willing

Capitulo 65

El pánico une a la gente

Aula de pociones - Severus y el séptimo año

"Recuerda dónde terminaste; dale cinco minutos para que se caliente antes de que tú ..."

Severus se congeló en medio del habla, su rostro se contorsionó en una combinación de confusión, preocupación y miedo, lo que provocó que los séptimos años se miraran unos a otros confundidos. No se atrevieron a respirar, para no terminar en el extremo receptor de su ira. Draco tragó con dificultad viendo la expresión del rostro de su padrino; ¿Qué podría causarla? En todos los años que lo había conocido, nunca había visto semejante mirada en su rostro; incluso con él era casi impasible, aunque de vez en cuando había una pequeña sonrisa tensa dirigida a él. Esa mirada era una de la que nunca se cansaría; la mayoría de las veces lo hizo durante las pruebas de pociones que había tenido cuando era niño o cuando elaboró ​​una poción y lo hizo bien. Siempre era cuando su padre no estaba cerca, curiosamente; había sido como si su madre supiera que Severus era un espía y quería que Draco tuviera alguna influencia en su vida que no estuviera centrada únicamente en el Señor Oscuro y sus ideales. Su madre no había podido decir nada de verdad, pero ella dijo lo suficiente aquí y allá para hacerle saber si él no quería esta vida, solo para contárselo. No fue hasta que ella dijo que no podía cumplir con sus sueños para siempre, que realmente se lo aseguró. No podía vivir temiendo las vidas de sus padres todo el tiempo; unirse al lado oscuro o dejarlo atrás tenía sus propios problemas. ¿Quién iba a decir que estarían más seguros si él tomaba la marca? Ellos no pudieron, simplemente poner. pero ella dijo lo suficiente aquí y allá para hacerle saber si él no quería esta vida, solo para contárselo. No fue hasta que ella dijo que no podía cumplir con sus sueños para siempre, que realmente se lo aseguró.

"S-profesor Snape?" Preguntó Draco, la preocupación agitándose en sus entrañas.

Entonces fue como si la voz de Draco lo hubiera echado del trance en el que estaba; se tambaleó hacia la puerta. "Draco, cuida la clase; cualquiera que se comporte mal, me aseguraré de que no tome el examen de pociones de NEWTs". Severus estaba mostrando su preocupación al llamar a Draco por su nombre de pila en clase. Draco se mordió el labio; la necesidad de ir tras Severus era fuerte, pero se volvió hacia sus compañeros y suspiró preocupado.

"Continúa con tu poción. Si necesitas ayuda, intenta ver las instrucciones primero; si eso no ayuda, solo pregunta y te ayudaré", dijo Draco sin su mordisco habitual. Era un tono de voz con el que todos se estaban familiarizando. Draco ya no necesitaba usar máscaras; no temía que lo encontraran ahora, no tenía que usar un frente. Volvió a la poción que estaba preparando con Blaise, uno de los Slytherins neutrales en su casa.

"Lo tengo", dijo Blaise.

"Está bien", le dijo Draco, sacudiendo la cabeza. Hace apenas un año se habría aprovechado de la ausencia y el favoritismo de su maestro para sentarse y descansar mientras Blaise hacía la poción, pero ya no. "Necesito algo que hacer de todos modos".

Blaise asintió en comprensión; En Slytherin era de conocimiento común que su Jefe de Casa era, de hecho, el Padrino de Draco Malfoy. También se sabía que en realidad estaba más cerca del profesor Snape que de su padre, quien siempre estaba en el Ministerio promoviendo su estatus y ego. Draco había estado tratando de limpiar su nombre, ya que pensaba que el Señor Oscuro estaba muerto, pero resultó que no lo estaba, muy sorprendentemente. Es posible que sus compañeros de casa no lo muestren, pero no estaban seguros de seguir los pasos de sus padres. Aunque, a diferencia de Draco, no tenían las agallas para decir simplemente que no.

"Mira", dijo Blaise, usando sus ojos para hacer un gesto hacia la izquierda, sus labios temblando de diversión ante lo que estaba viendo.

Draco miró a su alrededor, tratando de encontrar lo que Blaise le estaba pidiendo que mirara. Después de unos segundos, finalmente lo descubrió. Hermione Granger estaba murmurando en voz baja, sacudiendo la cabeza y obviamente molesta. Podía recordar su disculpa a los estudiantes hace unos días; había sido muy gracioso Sin embargo, nadie había aceptado sus disculpas; los Ravenclaws y los Slytherins seguían buscando su sangre. Ella fue hechizada, disparada y maldecida cada vez que le daba la espalda; incluso ahora había un Slytherin lanzando un ingrediente no identificable a su caldero. Estaban furiosos con la forma en que había manejado las clases; a la profesora McGonagall, a la profesora Flitwick y a la profesora Snape les habían costado años decirles que tenían que asistir y que no sería como la enseñanza de Granger. Curiosamente, los primeros años habían pedido que Harry Potter les enseñara.