ornitofobia II

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¡🔞!

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El sonido de las llaves chocando entre si se escuchaba fuerte y claro, ya que un desesperado ChangBin trataba de abrir la puerta fallando en el intento, se ganó leves risas y más intentos fallidos que lo frustraban.
Lee le quitó las llaves para abrir la puerta con calma. Cuándo los dos yacían dentro de la residencia el menor no pudo dejar su abrigo en el colgador cuándo las fuertes manos de su novio tomaron sus cinturas dándole caricias y apretones sobre la tela de su playera, el rubio no pudo evitar jadear ente la presión ejercida.

Seo tomó a su bebé de los muslos y el contrario de un salto abrazo las caderas de ChangBin con sus piernas comenzando una lujuriosa guerra de besos, variaban, pero no podían negar que los besos y lamidas en el cuello eran los favoritos de ambos, Felix disfrutaba tanto ser tocado y acariciado por cada centímetro de su piel con esos labios finos y esponjosos.

Se podría decir que a la hora de las relaciones sexuales son detallistas y fetichistas, el pelinegro disfruta cada vez que logra escuchar los gemidos del menor y tener dominio en sus acciones durante ese acto carnal. Y a Felix le encanta ser dominado y quedar como un sumiso obediente frente a su novio.

Vamos, quiero que te desnudes lentamente para mi, con esa bella y pícara sonrisa -se sentó en un sofá individual mirando fijamente al australiano que se encontraba de pie frente a el- Ahora comienza, cariño.

Y así fue, Lee con sus pequeñas y suaves manos comenzó a imaginarse una melodía lenta, sus caderas se movían de un lado al otro junto a esa melodía imaginaria. Sus dedos comenzaron a jugar con el borde de su playera para ver cuanta paciencia tenía su amado novio. Luego de unos segundos prefirió parar y levantarla dejando ver su lechoso abdomen en el que deberían haber marcas pero se estaban saliendo y por la mente de Seo solo pasaba lo hermoso y perfecto que es el menor y lo mucho que desea marcar esos muslos y torso nuevamente, para escuchar sus gemidos y ruegos cuando sus lengua juega traviesamente con sus pequeños y delicados pezones.

Uhm~, tan solo pensar en su pequeño implorando más, lo calienta de sobremanera. Despejó su mente para fijar su vista en el precioso rubio que estaba parado frente a el, con sus mejillas rosadas, pecas resaltantes, labios abultados y una hermosa piel blanca perfecta para marcar sin ningún rastro de ropa cubriendo su hermosa figura esbelta.

Ven aquí, cariño -Llamó a Felix mientras palmeaba sus piernas esperando a que el menor se sentara en ellas- Eres precioso.

Precioso~... -Repitió estando ya sobre el mayor- ¿Que haremos hoy?

Su suave voz sonaba melosa y eso a su novio le encantaba.

No verás, estarás con tus bellos ojos vendados -Sonrió malévolamente- Te tocaré y no podrás verme, cariño. -Suspiró excitado- Quiero ver como buscas mi mirada sin poder ver nada mientras tu boquita suelta esos sonidos hermosos que tanto me encantan.

Y así fue, luego de que Felix tuviera sus ojos vendados, no podía ver ni escuchar nada aparte de respiraciones aceleradas y sus propios suspiros al sentir su piel ser succionada y mordida, vaya, eso dejaría marcas muy grandes y moradas, le encanta.

La lengua del mayor recorría su torso hasta subir hasta su cuello nuevamente, besitos húmedos que eran recibidos con gusto y gemidos débiles, un gruñido se escapó de los labios del pelinegro al sentir como su pene era aprisionado por su pantalón, pedía a gritos ser liberado y poder probar el interior de Lee, pero el menor necesita su castigo antes de todo.

Con delicadeza recostó a Felix en el sofá más grande quedando el entre sus piernas sin dejar de chupar la lechosa piel del menor que comenzaba a alterarse al no poder ver nada, quería ver y solo podía agarrar los cojines para no gemir fuertemente, porque, debe admitir que le gusta ese dolor de los dientes de ChangBin mordiendo su piel fuertemente.

Sus muslos comenzaron a ser masajeados por las grandes manos del mayor, el rubio mordió su labio al sentir como los dedos de su novio rodeaban su erecto miembro moviéndolos de abajo hacía arriba masturbandolo, lenta y tortuosamente. ChangBin no pudo evitar sonreír al ver como el menor comenzaba a temblar.

¿Tan rápido te vendrás, cariño? -rió levemente- Eres tan débil, bebé, solo con unos besos puedo hacerte venir, que bello eres.

No recibió respuesta, solo fuertes gemidos como consecuencia del aumento de velocidad de su mano sobre el pene del menor que segundos después se corrió manchando el sofá, la mano del mayor y parte de su abdomen bajo.

Que desastroso -se burló Seo mientras las mejillas de Lee se ruborizaban de sobre manera dejando ver sus hermosas pecas-

¿P-Puedo quitarme esto? -apuntó la venda que cubría sus grandes ojos-

No, cariño, ahora viene la mejor parte -sonrió comenzando a desvestirse mirando el hermoso cuerpo que se carga su novio lleno de chupones y algunas mordidas marcadas-

Ya desnudo se posicionó entre las piernas del menor, tomó los muslos de Felix para dejar sus piernas sobre sus hombros y así poder tener una mejor posición.

Su glande entró en la entrada de Lee mientras este arrugaba su naricita y estaba seguro que sus ojos se apretaron también, dolía, pero sabe que luego ese dolor sería reemplazado por un placer enorme si se relajaba. Y así lo hizo, se relajo respirando profundamente para prepararse cuando el mayor entre completamente. ChangBin comenzó a empujar su falo dentro del australiano y al meterlo completamente espero a que su bebé le diera la señal para poder comenzar a moverse.

El pecoso espero a que el dolor disminuyera para mover sus caderas contras las del mayor dándole a entender que podía seguir, gimió al sentir una fuerte estocada y las manos cálidas del coreano en su cintura para tomar impulso.

Quería ir suave pero no podía necesitaba ir rápido y satisfacerse, sus embestidas eran fuertes y profundas, como a ambos les gusta. Felix se desesperaba entre gemidos, odia cuando el mayor le pone la venda en los ojos, a el le gusta ver la cara de excitación de su novio al terminar dentro de él. Minutos enteros pasaron entre gemidos y gruñidos, hasta que ambos comenzaron a sentir ese delicioso cosquilleo en el abdomen bajo dando a entender que se vendrían.

Prepárate, mi amor -sonrió sintiendo el orgasmo muy cerca- Uhm~...

En pocas palabras llenó a Felix con su esencia, Lee al sentir ese líquido tibio y espeso no pudo contenerse y se vino manchando nuevamente su estomago.

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Una larga ducha con agua caliente los recibió con los brazos abiertos, apenas acabaron de secarse y vestirse, se acostaron, mañana limpiarían todo, Lixie ya tenía sus ojos cerrados y se encontraba durmiendo plácidamente entre los fuertes brazos de su amado que besaba y acariciaba su cabello y mejillas.

...Un muy buen día...

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1167 palabras ;)

lovely; changlix one shot'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora