CAPITULO 2- Viejos y nuevos amores

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Al otro día, despachamos a los niños para el colegio y nos preparamos para irnos al Hogar geriátrico en el que le habían dicho a Samuel estaba doña Sandra. Samuel estaba muy angustiado, aunque yo trataba de calmarlo de tanto en tanto, mis intentos eran infructuosos, así que lo deje, yo sabía que hasta no hablar con esa señora no se le quitaría la angustia.

Llegamos al hogar, un lugar un poco deprimente e impersonal, aunque las enfermeras y voluntarios que trabajaban allí eran muy amables y compasivos con los abuelos residentes.

-Venimos a ver a doña Sandra Serrano, dijo Samuel a la enfermera que estaba en la recepción. -Ahh, usted debe ser el señor por el que ha preguntado doña Sandrita los últimos días dijo una enfermera que se ofreció a guiarnos a donde estaba la famosa señora.

-Doña Sandrita, aquí está el señor... Dijo la enfermera, pero paró en seco cuando se dio cuenta de que no nos había preguntado nuestros nombres. - Samuel Saenz y ella es mi esposa Alejandra Martínez dijo Samuel tanto a la enfermera como a doña Sandra.

Doña Sandra al escuchar a mi esposo, se volteó y con una tierna sonrisa le dijo -Samuelito, tanto tiempo sin saber de ti, qué guapo estas. Él se puso rojo como un tomate y le contesto un poco impersonal -Doña Sandra cómo ha estado, cuénteme en qué puedo servirle, me dijeron los de bienestar social que necesitaba hablar conmigo, somos todo oídos.

La enfermera tomó la silla de ruedas y llevo a doña Sandra para el jardín en dónde había unas bancas y nos indicó que nos sentáramos. -Buenos los dejo, aquí van a tener privacidad para que puedan hablar sin problemas, si me necesitan estaré adentro en la recepción. Qué tengan buen día señores y doña Sandrita. Y se fue dejándonos solos, cosa que agradecimos porque no sé de qué íbamos a hablar, pero no queríamos espectadores.

Doña Sandra Pov

Apenas escuche a Samuelito decir su nombre se me alegró el alma, ese hombre era un ángel cuando estaba de novio con mi Meli. Volteé a verlo y era el mismo, no había cambiado mucho, solo un poco más barbado, pero seguía siendo ese joven pícaro del que mi hija se enamoró. Ahora tiene esposa, es muy bonita y se ve que buena gente, me alegro tanto por él, que haya conseguido una buena

-Gusto en conocerte Alejandra, se ve que hacen una linda pareja. Dije mirando a Alejandra a la vez que nos estrechamos la mano. -Muchas gracias respondió ella mirando de reojo a Samuelito.

-Bueno, veo que ustedes están impacientes por saber qué es lo que les voy a decir así que voy a ir directamente al grano. Samuelito, lo primero que tienes que saber es que tu fuiste el primer gran amor de mi Meli y aunque ella se casó y formó su vida con un hombre maravilloso, ella siempre te recordaba con cariño. Antes de que siga adelante, quiero que leas esto que te escribió Melissa. Les dije dándoles una carta sellada que tenía en el bolsillo derecho de mi saco. Ellos agarraron la carta cada uno de un lado y se dispusieron a leerla.

"3 de diciembre de 2016

Querido Samuel:

Pensé tanto antes de escribirte esta carta por cómo se dio el fin de nuestro noviazgo y del dolor tan fuerte que sentimos al separarnos. Además, me imagino que tú tienes ya una maravillosa vida y un lindo hogar. Sin embargo, también me puse a pensar que no puedo ser egoísta contigo por más tiempo, y más sabiendo que ya me queda poco tiempo de vida.

2 meses después de que cada uno se fuera a hacer el rural, me enteré de que estaba embarazada. Para mi fue un susto muy grande por el lugar dónde me encontraba, ya que no iba a poder tener todos los cuidados que una mujer en mi estado lo requiere, a la vez que fue una emoción muy grande porque iba a tener un pedacito tuyo aquí conmigo. Sí Samuel somos papás de una parejita porque fueron gemelos, unos gemelos preciosos, se llaman Samantha y Nicolás. No te busqué cuando me enteré porque no quería forzarte a estar conmigo solo por los niños y que dejaras tu sueño de ayudar a la humanidad, cómo cada rato me lo decías. Te lo digo ahora porque sé que los niños quedarán en buenas manos, o bueno eso espero.

Mi Vida, Mi Fortuna, Mi TesoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora