Capitulo #24

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Narra Black.

Pude ver tanta alegría y emoción con tan solo observar a Zamasu ver el lugar a donde lo había llevado, sonreí y di una risita.

Le tomé la mano y lo apegué mas a mi.

Black: bien, vamos.

Goku: aquí los espero. *sonríe*

Comenzamos a caminar rumbo al hermoso paisaje que se presenciaba, nos acercamos a la orilla del lago, ambos nos hincamos.

Zamasu metió lentamente su mano al agua, para sentir la temperatura de éste, pero a mi se me ocurrió algo más.

Lo tomé de los hombros y lo moví bruscamente hacia adelante para hacer como que va a caer al agua, pero no lo solté, escuché un pequeño grito por parte de él.

Se puso de pie, volteó conmigo y me dio golpecitos en el pecho.

Zamasu: menso, me asustas!!!.

Respiraba con agitación, creo que me pasé de gracioso, le di un abrazo para calmarlo.

Black: ya, perdón.

Zamasu:..........

Logré calmarlo gracias a un beso en la mejilla, seguíamos con  nuestro recorrido, pasamos por debajo de los arboles, donde las hojas comenzaron a caer.

Nos sentamos bajo un árbol, Zamasu observaba como las hojas caían, llegaban varias mariposas volando, una de ellas se le posó en la nariz.

Zamasu: *sonríe*

Su rostro reflejaba una inocencia pura, otra de las grandes razones para amarlo, la mariposa se fue volando.

Zamasu: jejeje, me encanta éste lugar. 

Black: vengo aquí de vez en cuando, para despejar mi mente y tener tiempo para mi mismo.

Zamasu: como lo haces?

Black: solo cierra los ojos, y deja que la naturaleza haga lo suyo.

Narra Zamasu.

Hice lo que Black me dijo, cerré mis ojos y levanté un poco la cabeza, di un pequeño suspiro.

Me quedé quieto por un momento, pude despejar mi mente, y comencé a sentir como si flotara, dejaba que el viento jugueteara con mi cabello, solamente oía el cantar de las aves, el sonido de los peces saltando en el lago.

Estaba tan relajado, que no quería que esto acabara, me sentía libre al fin, sin preocupaciones, ni dolor, solamente paz y tranquilidad junto a Black.

Luego de un rato, abrí los ojos, me sentía bien, ligero, un alivio en el pecho, voltee con Black, él también tenía sus ojos cerrados, pero los abrió y volteó a verme.

Me tomó la mano y nos pusimos de pie, seguíamos caminando por aquel pequeño bosque, ambos tomados de la mano, me puse algo rojo ante esto.

En el camino nos encontramos con un conejo blanco bien lindo, me arrodillé en el suelo y le hice unas señales para que se acerque.

Aquel conejo se dirigía hacia mí, dando saltitos, una vez que lo tenía cerca, se me subió y se acostó en mis rodillas.

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