Capítulo #33

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Narra Zamasu.

Ya estaba anocheciendo, me estaba preparando para irme a acostar, ya tenía puesta mi pijama blanca, estaba descalzo, tuve que ser cuidadoso a la hora de ponerme la camisa para dormir, ya que me duele mucho el brazo izquierdo.

Una vez ya listo, me dirigí a la habitación, entré y fui a la cama, me senté a esperar a Black, vi que las luces de la sala y el comedor se apagaron, después de eso, nada, ningún ruido, ni un paso, total silencio.

Alcé una ceja, era bastante extraño, me levanté de la cama y fui caminando hacia la puerta de forma lenta y en silencio, asomé un poco la cabeza para ver donde estaba Black; para mi sorpresa, él no estaba ahí, me di la vuelta para volver a la cama, pero en eso, siento que alguien me toma de la cintura y me cargan.

Zamasu: ¡¡ahh!!, ¡¡¡Black!!!

Black: *cargándolo* jejeje.

Me llevó a la cama, tirándome boca arriba, se acostó alado mío, empezó a acariciarme la mejilla con delicadeza, se me acercó y me dio un beso en la punta de mi nariz.

Black: perdón si te asusté, esa no fue intención.

Zamasu: no importa, vamos a dormir

Nos acomodamos bien en la cama, nos cubrimos con la colcha, nos miramos a los ojos y nos dimos un beso en los labios, Black apagó la luz, se acercó un poco a mí y me abrazó con cariño.

Black: te amo.

Zamasu: también te amo.

Nos quedamos dormidos, ya no tuve esas pesadillas horribles, al contrario, soñé algo muy bello.

Sueño de Zamasu.

Me encontraba ahora en mi antigua casa, en la sala, para ser más específico, me tallé un poco los ojos, al parecer estaba acotado en el sillón, me senté y observé bien el lugar.

Escucho que la puerta de la entrada se va abriendo, giré mi cabeza para ver de quien se trataba, cuando vi, rápidamente me puse de pie, mis ojos se abrieron como platos al verlos.

Era mi familia, mi madre, mi padre, y mi pequeño hermano Shin, mis ojos se cristalizaron, esbocé una sonrisa.

Zamasu: ¡¿p-padre?!

Gowasu: ¿Zamy?, ¿hijo, te encuentras bien?

No lo pensé dos veces y rápidamente fui con él y lo abracé con fuerza, lo hice caer al suelo, nos arrodillamos en el suelo, mis lágrimas comenzaron a salir, mi padre correspondió al abrazo.

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