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El fin de semana se había pasado algo rápido, se podía decir que me había acercado aún más a Azeneth y ahora podía decir que tenía una amiga en la universidad

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El fin de semana se había pasado algo rápido, se podía decir que me había acercado aún más a Azeneth y ahora podía decir que tenía una amiga en la universidad. Por otra parte, el tema de mi padre no se había mencionado, quizás era porque ninguno se encontraba preparado para hablar al respecto.

Si tenía mis dudas sobre el tema, pero tampoco quería acosar a Azeneth o a Evan con mis preguntas sin sentido. También quería saber cómo ellos habían conocido a sus padres, aunque me daba temor hacer aquella pregunta. Sin embargo, mantenía la duda de porque Luke apoyaba a Zeus y no a su padre, por un momento en mi mente se cruzó el pensamiento de que al chico le gustaba Azeneth y apoyar a Zeus era la única manera de acercarse a la chica.

Gracias a los cielos durante el fin de semana no logré cruzarme con Luke, haciendo que mi fin de semana se encontrara tranquilo y nada fuera de lo normal ocurriera. Mi padre tampoco había decidido volver aparecerse en mi habitación y en el fondo de mi corazón le agradecía el no haberlo hecho.

Lunes por la mañana me encontraba tumbada sobre mi cama observando hacia la cómoda en la que se encontraba mi ropa mientras mi celular sonaba informándome que tenía una nueva llamada de mi madre, pero aun no me apetecía hablar con ella porque me conocía tan bien que le reclamaría el haberme ocultado todo esto durante tanto tiempo, quizás si ella lo hubiese hablado desde hace tiempo a lo mejor ahora no me encontraría tan confundida y llena de miedo.

Sin pensarlo me pongo en pie y comienzo a acomodar mi ropa y observo cada una de las prendas y en mi mente resuena la voz de Luke diciéndome de manera burlesca ¿Estás consiente que iremos a una fiesta y no a misa? Rápidamente aparto esos pensamientos y trato de concentrarme en acomodar mi ropa, trato de convencerme a mí misma de que no asistiría a ninguna fiesta junto a Azeneth por más que la chica me insistiera, aunque se suponía que ellos debían cuidar de mí.

Las lecciones de la mañana habían sido suspendidas, así que solo debía asistir a las lecciones de la tarde, aun así, me encontraba nerviosa porque conocería nuevos compañeros y sabía que eso significaba tener que socializar con otras personas y yo no eran tan buena eso. Al finalizar de acomodar mi ropa tomo una blusa blanca junto unos vaqueros negros nuevos y decido bajar hacia las duchas para poder comenzar mi día.

Acomodo mi cabello en una coleta alta y bajo rápidamente a las duchas pidiéndole a los dioses que estos se encuentren vacíos y ninguna chica se encuentre en el lugar para así poder ducharme con toda la tranquilidad del mundo; porque de verdad lo necesitaba.

Al llegar a las duchas agradezco al cielo que ninguna chica se encuentre allí, así que enseguida entro a un cubículo y me deshago de mi ropa para luego dejar que la lluvia artificial moje mi cuerpo totalmente, en cuanto termino de ducharme me visto y regreso a la habitación para encontrar a Azeneth tumbada sobre su cama mientras observaba su celular.

Pequeña Diosa |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora