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Todo había estado calmado en la casa donde nos estábamos refugiando, mi madre no había hablado mucho conmigo y si lo había hecho solo fue para decirme cosas que eran necesarias mientras que con Abraham y Ethan había estado conversando durante un l...

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Todo había estado calmado en la casa donde nos estábamos refugiando, mi madre no había hablado mucho conmigo y si lo había hecho solo fue para decirme cosas que eran necesarias mientras que con Abraham y Ethan había estado conversando durante un largo rato explicándoles lo que estaba ocurriendo, así como también les expliqué algunas de las cosas que podían llegar a suceder. Me había fascinado ver que Luke se unió a nuestra conversación y logró hacer un clic increíble con mi hermano y Abraham, al igual que yo; Luke estuvo conversándoles sobre algunas cosas sobre mitología griega e incluso les habló de esa época en la que estuvo viviendo en el inframundo junto con Hades y Perséfone.

Por obvias razones a la hora de hablar con ellos habíamos omitido algunas cosas, pero tampoco quisimos dejar mucho detalle por fuera; era bastante necesario que al menos ellos entendieran lo que estaba sucediendo.

Observé el techo de la habitación, todo se encontraba en silencio y aquello me estaba atormentado. Cada uno tenía su habitación, por lo cual ya todos se encontraban descansando; para muchos había sido un día bastante largo y agotador, para otros el día se había vuelto un completo caos provocando que nuestras cabezas dieran vueltas constantemente.

Cualquier persona que me escuchar en este momento; pensaría que sufría de esquizofrenia y aún no había sido medicada, las voces que estaban en mi cabeza no dejaban de fastidiarme. Esto nunca me había ocurrido y me encontraba atemorizada, porque si un don tenía; era asustarme por cualquier mínima cosas, aunque esta fuera insignificante. Deseaba mantenerlas calladas, pero no lograba conseguirlo y la única persona que podía hacerlo era Luke, pero detestaba despertarle cuando sabía que se encontraba cansado.

—Luke —murmuré.

—¿Tú tampoco puedes dormir? —me cuestiona.

—No sé qué es lo que pasa —menciono—. Desde que terminamos de hablar con Ethan y Abraham, no han cesado

—¿A qué te refieres? —dijo encendiendo una lampara que se encontraba cerca de nosotros.

—Son muchas voces —menciono asustada—. Y no quieren callarse, Luke, estoy a punto de volverme loca

—Maldición —murmura.

—¿Qué es lo que pasa? —cuestiono aún más asustada.

—Esto no está bien —menciona pasando su mano por cabello y alborotándolo.

—No entiendo de que hablas

—Hades está yendo demasiado lejos con esto —dice hablando por sí mismo.

—¡Luke! —grito su nombre para que el chico reaccione y me preste atención.

—Esto es grave, Isis —dice tomándome de la mano—. Hades está totalmente loco, está comenzando a utilizar a los demonios

Pequeña Diosa |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora