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En cuanto abro la puerta de mi habitación me doy cuenta que Azeneth aún no ha llegado de sus clases, dejo mis cosas sobre mi pequeño escritorio y enseguida me dispongo a estudiar tomando provecho de que el cuarto se encuentra totalmente en silencio

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En cuanto abro la puerta de mi habitación me doy cuenta que Azeneth aún no ha llegado de sus clases, dejo mis cosas sobre mi pequeño escritorio y enseguida me dispongo a estudiar tomando provecho de que el cuarto se encuentra totalmente en silencio.

Dejo mis zapatos aun lado y me siento en flor de loto sobre mi cama y comienzo a leer los apuntes de mi libreta tratando de memorizar unas cuantas cosas que necesitaré para poder realizar mi examen con toda la tranquilidad del mundo, a pesar de que era muy buena memorizando en este momento mi mente se encontraba totalmente bloqueada y sabía bien que era por todo lo que estaba ocurriendo. Además, quería saber más acerca de la vida de Luke y el chico tampoco me ayudaba en mucho al ser tan cerrado y arisco con las personas.

Aunque tenía muy en claro que entre Luke y yo no podría existir nada, tenía la necesidad de querer conocer más de él, había algo que me impulsaba a querer ayudarla y yo misma me reprendía al querer ser un salvavidas para Luke cuando ni yo misma podía salvarme. Detestaba ver que Luke era totalmente cerrado y que ninguna manera pretendía que las personas se acercaran a él o trataran de ayudar y sabía que todo esto era por culpa de Hades, el hombre lo había daño a tal punto que Luke no lograba confiar en nadie y gracias a eso el chico era totalmente seco con lo que correspondía a sus sentimientos.

Trataba de entenderlo y trataba de hacerme su amiga, pero no podía porque yo no entendía la situación por la que Luke había pasado, yo no había sufrido con el abandono de mi padre y tampoco había sufrido una ruptura amorosa, si me ponía a pensar mi vida en comparación a la de Luke era color rosa; yo no conocía lo que era el dolor en realidad.

Unos veinte minutos después de haber tratado de estudiar, escucho como tocan la puerta y deduzco que Azeneth ha dejado olvidada la llave de su habitación, en cuanto me levanto para abrir la puerta me doy cuenta que me he equivocado nuevamente y en cuanto abro la puerta observo a Luke que me mira fijamente.

—Azeneth aún no ha regresado —le menciono regresando hacia mi cama dejando la puerta abierta.

—La esperaré —menciona entrando al cuarto y cerrando la puerta de la habitación.

—Como quieras —respondo y continúo leyendo mis apuntes repasando lo que había logrado aprenderme.

Por el rabillo de mi ojo, logro ver como Luke se pone de pie y rezo para que el chico no se me acerque. Observo como toma las libretas de mi estantería para luego tirarlas todas haciendo que me levante de mi cama totalmente cabreada por su acción.

—¡Recoge eso! —le grito molesta.

—No —me mira—. ¿Por qué debería hacerlo si ni siquiera son mías?

—Debes recogerlas, porque tú las desordenaste —menciono seria—. Estoy harta, Schwartz, estoy cansada de ti —le dije sin más

Pequeña Diosa |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora