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Miro los ojos de Azeneth buscando una respuesta y esta deja escapar un leve suspiro

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Miro los ojos de Azeneth buscando una respuesta y esta deja escapar un leve suspiro. La chica me observa y niega varias veces como si estuviese tratando de acomodar sus ideas o quizás buscando la manera de dejar en bien a Luke; como lo hacía la mayoría de tiempo, aunque las dos sabíamos lo idiota que podía llegar a ser.

—No sé cómo decírtelo —deja escapar otro suspiro—. Pero, aunque soy amiga de Luke y todo, hay demasiadas cosas que no sé respecto a él —la miro confundida—. Hay muchas cosas que él no se las cuenta a nadie —logro escuchar un poco de preocupación en su voz—. Sé que Luke puede llegar a ser un chico increíble y que toda esa idea que tienes de él es errónea e incluso sé que podrías llegar a pasar la de maravilla con él, pero tambien debes tomar en cuenta que Luke puede llegar a lastimarte —me mira bastante preocupada—. Él puede hacer mucho daño, Isis, y juro que lo que menos deseo es verte sufrir porque eres de esas personas que se merecen todo y hasta más —la miro—. Consigues ganarte cada esquinita de mi corazón y te juro que no quiero que él te haga daño y sé que si lo hace lo golpearía hasta dejarlo inconsciente

—Azeneth —murmuro su nombre.

—Puedes estar con Luke —me mira—. Yo no puedo prohibirte eso, no soy quién para hacerlo, pero si te digo que debes mantenerte al margen de muchas cosas —suspira—. He visto chicas enamorarse de él y es increíble ver que como las daña, es bastante cruel ver el daño que les provoca

—Tranquila —menciono abrazándola—. No me gusta Luke, ni en lo más mínimo —sonrío tratando de fingir que todo está perfectamente bien y espero que la chica se lo crea.

Durante las siguientes horas estuve con Azeneth en la habitación conversando sobre diversos temas y ahí fue donde me pude dar cuenta que de verdad teníamos muchas cosas en común, el único detalle es que ella era más reservada que yo en muchas cosas. El tiempo transcurrió entre risas y anécdotas, ella me contó sobre sus padres adoptivos y de cómo era capaz de dar la vida por ellos, la chica tocó el tema de mi padre y me sentí bastante incomoda por el simple hecho de que aún no me encontraba del todo lista para conversar respecto a ese tema.

—¿Qué piensas respecto tu padre? —pregunta.

—No lo sé —respondí acostándome sobre mi cama—. Cuando me enteré de que él era mi papá realmente me sentí feliz, no lo sé —dejo escapar un suspiro—. Había estado esperado por él durante dieciocho años, pero luego viene todo en este rollo y la felicidad que sentí en ese momento se desvaneció —la mira—. La vida de todos depende de nosotros y no soy nada buena en esto

—No digas eso

—Es la verdad, Az, Evan está llegando al punto en el que ya no quiere ver más —suspiro—. No logro hacer que las cosas me salgan bien

—Todos dimos inicio así, no tienes por qué estresarte

—Ustedes dieron inicio con todo esto desde niños —respondo algo frustrada—. No a los dieciocho y tampoco tuvieron que llevar la responsabilidad de todo esto, la vida de mucha gente depende de mí

Pequeña Diosa |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora