Enfermizo

399 20 5
                                    

El corazón tiene razones, que la razón no entiende...

Capítulo 17:
Enfermizo.

Lena.

Oh hermosos ojos cafés, labios carmesí y carita de Ángel, la más jodida combinación entre la perfección y la maldita adicción, nada que causara ese efecto podría ser bueno, pero sin embargo no dejaba de tentarme

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Oh hermosos ojos cafés, labios carmesí y carita de Ángel, la más jodida combinación entre la perfección y la maldita adicción, nada que causara ese efecto podría ser bueno, pero sin embargo no dejaba de tentarme.

Acababa de hacer una estupidez al besarlo, pero realmente no pude contenerme...

-¿Donde diablos estabas?- Preguntó el rubio parado frente a mi, sus manos sosteniendo mi congelado rostro.

No podía articular palabra, estaba totalmente perdida en su mirada, ojos tristes y apagados, un ceño fruncido y un evidente corazón roto.

-Te he buscado por todas las malditas partes Lena, eh estado preguntándome cada día ¿por que demonios desapareciste?- Suspire con pesar, mi corazón también dolía, pero no podía seguir escapando, intenté hacerlo y aquí estábamos de nuevo.

El asunto es que justo en este preciso momento, no era buena idea que me pusiera ha dar explicaciones.

Las sirenas de la ambulancia empezaban a escucharse con más claridad, y mi mente también comenzó a despabilarse, al fin reaccioné y al ver a Jeremy con sus manos ensangrentadas, tomé conciencia de que debíamos irnos de aquí.

No solo las sirenas de ambulancia se escuchaban, si no también, las de la policía.

-¡Lena! ¡Contéstame!- Volvió a decir Jeremy, sin importarle lo que acontecía.

-Jeremy, debes irte de aquí- Le aconsejé. Pero éste, terco como ninguno respondió.

-Nada de eso, me explicaras donde te has metido todo este tiempo y... ¿Por qué diablos me golpeaste en la cabeza dejándome allí solo?-

-Tú me dejaste, ¿lo recuerdas?... dijiste que, necesitabas un tiempo, y, no te dejé solo allí- Trate de explicar, viendo las luces azules cada vez más cerca.

-¿Y por eso me golpeaste? Pudiste haberme matado ¿lo sabías?-

-Jeremy no es momento de hablar de esto, debes irte, vendrá la policía por favor- Le rogué.

-¡Que se pudra la policía!- dijo enojado.

-¡Ya basta Jeremy vámonos de aquí!- Interrumpió John tirando de su brazo, pero éste zafandose de su agarre volvió a mí diciendo.

-Tú te vienes te vienes conmigo-

-No, Jeremy - Trate de objetar, cuando desde adentro de aquel antro , una rubia entrometida gritó:

-¡¡Jeremy!!- Por supuesto que se trataba de ella.
Increíblemente, Jeremy se dio vuelta, soltandome al escucharla, Nancy se acercaba hacia nosotros tan rápido como podía, traía puesta una bota ortopédica en una de sus piernas -¿Qué diablos hiciste?- Preguntó al ver a su amigo ensangrentado y a un sujeto descompensado en el suelo.

Tóxic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora