Dopamina

254 17 2
                                    

Capítulo 27.

"Te enamoras, te arrastras, te rompes "

Lena:

¿En cuantas partes se puede partir un corazón  para que deje de latir y se vuelva irreparable? , mi corazón ha sido destruido tantas veces en estos últimos meses, que creo que a esta altura ya debería de ser solo polvo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿En cuantas partes se puede partir un corazón  para que deje de latir y se vuelva irreparable? , mi corazón ha sido destruido tantas veces en estos últimos meses, que creo que a esta altura ya debería de ser solo polvo.

Sin embargo, por una extraña razón, sigue latiendo, y mientras siga latiendo, yo seguiré buscando mi dopamina ideal,  que me lleve a la felicidad más placentera.

Sabia que eso estaba al lado de Jeremy, y si para encontrarla,  debía de hacer algunos sacrificios, entonces lo haría.

–Es justo lo que merezco– Me digo a mi misma.

Todo dolor se iría en cuanto el amor llegase para curarlo.
El amor todo lo cura ¿no es así?.

Mi vida antes de todo esto, era tranquila, no tenía que preocuparme por nada, ni por nadie, estaba envuelta en una vorágine de sensaciones, experimentando lo que me diera la gana, pero al final del día, no tenía sentido alguno, volvía estar inmersa en mi solitaria rutina, sin amigos, sin familia, sin nadie.

Ahora, todo tiene sentido, cada bocanada de aire que respiro. Cada mañana cuando  abro mis ojos, por que se, que lo tendré a Jeremy a mi lado y sin él, no me imagino vida alguna.

Respiro profundo, varias veces, cierro mis ojos y al abrirlos, estoy lista...soy consciente de que lo que estoy a punto de hacer, es una locura, pero ¿que más da? Al fin y al cabo todo el mundo dice que estoy loca.

El lugar apesta a orines, pero no me esperaba otra cosa. Aquí es donde vive el sujeto al que Jeremy, golpeo salvajemente aquella vez fuera del antro.

Todavía recuerdo la paliza que le dio, al ver que este cretino me había abofeteado.
No lo he vuelto a ver desde ese día, pero supe que el bastardo narcotraficante de mierda, aún sigue con vida, y aún, le debo dinero por los ácidos.

–¿Quien eres y que quieres?– Me recibe un hombre robusto y con apariencia sucia.  Huele a mierda básicamente.

–¿Se encuentra Axel? Dígale que soy Lena, el sabrá quien soy–

–Vaya, vaya, vaya, pero miren a quien tenemos aqui– Se apareció Axel asomándose a la puerta ni bien escuchó mi voz. Estaba esquelético y tenía muy mala pinta. Al parecer se estaba metiendo más cosas a el mismo de lo que vendia.

Sus ojos inyectados en sangre y dientes amarillos que por poco me hacen vomitar aquí mismo.

Que puto asco son los adictos. Suerte que yo tenía un control sobre mi misma impresionante, nunca tuve que depender de ninguna droga, no soportaría tener que mirarme al espejo y ver en mi un desparpajo de ser viviente.

–Hola axel,  no he te visto en mucho tiempo,  pero, he venido ah, disculparme, ya sabes, por lo que te ha pasado– Digo con la voz temblorosa,  estaba aterrada, sabia que dentro de poco, las cosas se pondrían muy feas, realmente feas.

Tóxic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora