"Siempre he creído que la culpa es aún más peligrosa que el odio, por que es del único sentimiento, del que no nos podemos librar "...
Capítulo 26:
Lena:
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Quisiera poder expresarme tal y como quiero, quisiera poder frenar mis piernas que ahora corren sin cesar, y detenerme a contemplar el cielo, alzar mi vista y ver gota por gota caer sobre mi rostro, gritar hasta que mis pulmones no den más, romper un tacho de basura y luego tirarme en medio de la calle sin temer a que un auto me pise.
No puedo hacer nada de eso, solo continuar corriendo, por que mi mente esté ida en mis pensamientos, mi cuerpo y cada función de el, no responden como yo quisiera, no se a donde me dirijo, ni a donde iré a parar. Solo se que encontré esta manera de desahogarme, y continuaré hasta poder sentirme satisfecha.
Me siento ahogada, mi respiración entrecortada, es tanta la tristeza que me agobia, que finalmente me detengo y caigo de rodillas al piso, comienzo a gritar y tiro de mi cabello para lograr sentir un dolor más fuerte que opaque el dolor en mi corazón.
¿Por que tengo que ser tan desastrosa? ¿Por que siempre todo lo que toco lo daño?
El nudo en mi garganta. La sensación de sentirme completamente sola. Sin nadie con quien contar. Me eh sentido así toda mi puta vida, hasta que Jeremy llegó. Ahora me encontraba de nuevo con el fantasma de la soledad merodeando, y todo por ser una maldita idiota.
Ojalá las personas sintieran lo horrible que se siente tener que vivir casi toda tu vida asi, buscando una compañía, anhelando ese cariño, buscando alguien que te consuele en tus días tristes y te acepte tal cual eres.
Las personas "normales", no tienen idea de lo que es eso. Hablan de sentirse bien en soledad, solo por que saben que allí afuera, siempre tendrán alguien que los esperen, alguien que los quiera, que los comprenda, pero si estuvieran verdaderamente solos, no hablarían de la soledad con tanta liviandad.
Los incomprendidos, nacemos para estar solos, te hace acostumbrar a ello. Aunque desees encontrar compañía, el adaptarse es lo difícil.
Me encuentro temblando de frío y completamente empapada, la lluvia a cesado pero una fresca brisa se ha levantado y me congela los huesos. Es de noche, y no tengo donde ir.
No volveré a casa de Jeremy, no después de que me ha abandonado como a un perro, me ha humillado. No puedo creer como no se ha conmovido ni un poco con mi situación, mi mente parece una calesita girando sin parar. Mareandome y confundiendome, ya no es por causa del alcohol, la lluvia se ha llevado toda mi borrachera.
Levantándome, me secó las lágrimas, respiró profundo y me dispongo a olvidar lo que pasó, ya estoy mejor, me he desahogado lo suficiente y no pienso seguir por los suelos. Me recuerdo a mi misma quien soy, soy la auténtica perra a la que todo le vale verga.
