Que irónico es querer salvarse del fuego, cuando estamos hechos de cenizas…
Capítulo 16: *Quédate*
Jeremy:
Un trago, y otro más, ah estas alturas, no tenía idea de cuántos llevaba tomando, pero debieron ser bastantes, ya que mi visión, estaba un poco distorsionada.
John y Nancy, me habían convencido de venir por unos tragos a esta nueva discoteca
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... ambientada en los años 80 y 90, un poco vintage, pero muy a mi estilo, me gustaba todo lo retro, desde la música hasta la arquitectura, la moda de esos tiempos, todo.
John solía decirme que debía abrir mi mente a otras culturas, cosas nuevas, pero sinceramente no me sentía cómodo con la modernidad. Estaba bien en mi mundo y por eso también amaba mi viejo apartamento.
–¿Estas disfrutando de la música?– Me pregunto Nancy, mientras sonaba rape me de Nirvana, vaya tema.
–Si, este lugar está genial–
–Esta cool ¿verdad?–
–Lo está–Le respondí inclinando mi botella de cerveza ya casi vacía.
–Deberías parar de tomar– Me aconsejo mi amiga, quien por cierto no había bebido una sola gota de alcohol en toda la noche.
Admiraba que pudiera divertirse estando fresca como lechuga. Yo en cambio, necesitaba de algún estimulante, por que sinceramente me estaba cayendo en pedazos.
–Oye , es mi maldito cumpleaños– dije acabándome mi cerveza
–Eh venido aquí a festejar, ¿No es eso lo que querían que hiciera?– Pregunte, sintiendo unas inmensas ganas de mandar a volar todo, estaba ebrio y mi estómago comenzaba a enfermar.
–Puedes divertirte sin embriagarte, si no, venme a mi– dijo Nancy haciendo un bailecito bastante chistoso y peculiar.
–Tú por que eres jodidamente inmensa– Le respondí con gran admiración —No se como lo haces, hace unas semanas atrás estabas en una sala de hospital y hoy estás aquí, bailando pese a tener una bota ortopédica en tu pierna izquierda, tratando de hacerme pasar un cumpleaños no tan mierda y, no lo sé… admiro tu fortaleza, y amo que estés aquí— Nancy acaricio mi rostro sonriendo y seguido a eso me abrazo muy cálida mente.
Ella era una gran amiga, y realmente apreciaba mucho que estuviera haciendo todo esto por mi, a pesar de que yo no me había comportado de la mejor manera con ella, y todo por asuntos de polleras.
–Jeremy, ¿Me prestas a mi novia un rato?– Nos interrumpió Tyler, quien también había asistido a este día.
Me agradaba saber que ellos dos finalmente formalizaron.
–Por supuesto, es toda tuya– La dejé ir.
Volteándome para observar el lugar, me quede apoyado en la barra, la disco estaba repleta de gente, las luces y el humo, hacían que mi borrosa vista, se complicará más.
