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Destape una, y luego otra cerveza, mientras esperaba a que Lena volviera, me asomé por la ventana, ¿por qué estaba tardando tanto?, mi vista comenzaba a nublarse o tal vez era solo la típica niebla característica de esta ciudad.
Estupida Inglaterra, quisiera poder mudarme a otra parte, a otro país, a Estados Unidos por ejemplo. Ya estaba harto de este clima húmedo y lluvioso.
Dirigiendome al living, me senté en el sofá con la mirada fija en la puerta, de aquí hasta Bristol se tardaban por lo menos 1 hora y 30 minutos de viaje, todo dependía de cuán rápido manejes, y ya habían pasado más de tres horas de que Lena se marchó.
No entendía por que demonios había querido acompañar a mi madre, ¿Por que no se quedó conmigo? yo la necesitaba. Me sorprendió que le importara mas mi madre que yo.
Senti como de pronto, se compadecia de ella y me dejaba como un ogro aquí, ella no conocía a mi familia, ni tenía total y completa noción, de lo que yo viví con ellos.
Quizás eso es lo que hacía el litio, sacaba las partes buenas y sensibles de ella y la mantenía tranquila en base a sus emociones más explosivas. Mi Lena nunca me hubiera dejado solo, con mi tristeza y empinando una botella, me tendría como prioridad, como la primera vez que se los presente y todo acabo tan mal como ahora.
Pero no me quedaría aquí, lamentandome ni esperando a que ella llegara a consolarme, que se vaya al carajo, podía ir a consolar a mi madre ya que tanto le importaba.
Envalentonado, me puse de pie y tambaleandome un poco, tomé las llaves de la casa y me marché, necesitaba distraerme, pensar en otra cosa que no fuera en mi horrible infancia, ni en la sometida de mi madre ni ahora en la "comprensiva Lena".
Estaba enfadado, me enojaba que ella fuera absolutamente todo para mi, lo más importante de mi vida, y que cuando yo la necesitara, me dejara solo para ir tras la mujer a la cual siempre le importe un comino.
Que se vaya al diablo, quizás Lena se sentía identificada con ella, eran dos mujeres que se cagaban en los demás, que solo pensaban en si mismas.
Caminando, sin rumbo fijo, escuche mi móvil sonar, el nombre de Abby se reflejaba brillante en mi pantalla, dude un momento en atender, ¿Por qué me estaba llamando? ¿Le estaría ocurriendo algo malo a John?.
Si Lena se enteraba de que Abby me llamó y la atendí, me colgaria de las bolas, pero ella no estaba aquí, así que, conteste diciendo:
–Abby, hola–
–Jeremy, disculpa que te llame, pero ¿podrías venir a recogerme? john tuvo un inconveniente con su auto y tuvo que llevarlo hasta el taller más cercano, se demorará bastante y parece que va a llover, hace un frío de cagarse y no tengo mucho abrigo–
