"Te extraño de la manera más callada que pueda existir"
2 Meses despues.
Jeremy:
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Cuando una persona se va de tu vida, parte de ti se va con ella, no vuelves a ser el mismo, pero por alguna razón, intentas rearmarte, con los pedazos que han quedado de ti.
Es cuestión de instinto o por la simple razón de subsistir. Vuelves a tu vida diaria, a la rutina, vuelves a dar un suspiro y continuar.
La vida sigue su rumbo aunque tu sigas estancado. Inmerso en tus recuerdos, y en tus tristezas.
Trato de mantener mi cabeza ocupada, cumplo con mis trabajos, visitó amigos o ellos me visitan a mi, últimamente los he tenido más encima que nunca. Incluso a mi madre, que al fin, a tomado la decisión de separarse, ojalá pudiera estar de ánimos para festejar, pero no logro siquiera ponerme contento.
Extraño a Lena de maneras inexplicables, se me hace hasta ilógico poder extrañar tanto a alguien, incluso cuando te ha lastimado tanto.
Trato no pensarla, ni siquiera mencionarla ante los demás, para que no me vieran con sus estupidos ojos llenos de lástima.
No la he visitado al cementerio desde su entierro, simplemente no me siento capaz de estar ahí, aún no estoy preparado para eso.
La extraño de la manera más silenciosa y secreta en la que se pueda extrañar. Sin nombrarla, sin llorarla, no la eh vuelto a llorar desde que me despedí de ella en su funeral.
No puedo dejar de sentirme molesto por la forma en que me dejó. Por el modo en que me hace sentir incluso estando muerta. Siempre me ha hecho sentir culpable, miserable y débil. Tan débil como me siento ahora.
Ella tiene ese efecto en mi y aún en su ausencia, lo sigue teniendo.
Ahora que han pasado dos meses, y que las cosas están más calmas, puedo darme cuenta de cuán desastrosa fue nuestra relación, estando dentro, se te hace difícil notarlo, simplemente vives con la idea de que todo puede mejorar, de que todo va a cambiar, pero eso nunca pasa.
Te sientes ahogado pero buscas las maneras erróneas de salir a flote. Apegarse a una persona, volverse dependiente, es la manera más enfermiza de amar, es ahí cuando todo se empieza a desmoronar.
Lena y yo éramos el claro ejemplo de eso. Supimos que seriamos nuestro propio caos desde el momento en que dejamos que el tiempo nos devore a ambos, no nos importó cuán rápido giraba todo, no nos importó las señales de advertencia, estábamos tan perdidos el uno en el otro, que separarnos nos parecía más doloroso que sufrir estando juntos.
Comenzamos a consumirnos y esa pasión nos llevó a la destrucción.
Hoy uno de nosotros ya no puede contar la historia, pero resulta que aquí estoy yo, para narrarla. Necesito seguir adelante, poder volver a encontrarme, por que todo este tiempo, me había perdido a mi mismo, sin siquiera darme cuenta.
