Soñé con un bosque. Soñé que corría en el, soñé que me dejaba llevar por el viento, soñé como el lago mojaba mis pies descalzos. La brisa entreveraba mi pelo y el aroma a pino me llenaba de alegría, sonreía sin ningún motivo, vivía sin prisas todo estaba en calma, estaba sola, estaba contenta, sentía el cantar de los pájaros y el viento chocando con las copas de los árboles, yo simplemente soñaba.
Me despertó mi madre, eran las siete de la mañana, pero no me despertó para decirme algo importante o regañarme o para mandarme, solo me dio un beso en la frente y me deseo un buen día, y me dijo que me amaba mucho y que volviera a dormir. La verdad es que esto no es común en mi madre, nunca hace algo así, pero tampoco me puse a pensar en esto a esta hora de la mañana por lo que me puse a descansar un buen rato más hasta que seguro me despierten mis hermanos.
-¡TANY!- gritaron a dúo Fred y Alex, cada uno en cada lado de mi cama. Por lo que me desperté de un salto maldiciendo a medio mundo.
-Ustedes dos son unos estúpidos, inmaduros, insoportables, y… saben que los odio - dije furiosa
-Pero nosotros te amamos- pusieron cara de niños triste y luego de un segundo estallamos en risas y comenzó una guerra de almohadazos que obviamente perdí y me quedo doliendo el brazo.
Después bajamos a desayunar lo cual cada uno se preparó su desayuno. Yo solamente teme un té con limón con unas galletas que había hecho mi madre cuando se levantó ya que todavía estaban calientes; Fred un café con unos huevos fritos y tocino; y Alex un exprimido de naranja y un digestivo ya que se había dado tremenda zampada de postres la noche anterior.
Cuando estuvimos los tres sentado en la mesa y dejamos nuestros celulares a un lado comenzamos la discusión.
-Yo no sé quién es el más descarado de los dos- dijo Alex- aunque para mi opinión es el tipo ¿Quién se cree para obligarnos a trabajar? Él no es nuestro padre y nuestra madre nunca nos ha exigido nada, por favor ella también pudo haber dicho algo o negarse a tremendo ofrecimiento.
-Ambos pusieron dinero para la cafetería- dije distraída bebiendo mi te.
- ¿Y a ti lo que más te moles es el trabajo?- pregunto Fred a Alex- la verdad que a mí no me molesta es mas es de gran ayuda y mas a vos que no haces nada con tu vida, lo que me molesta es que nos quiera mandar, que mamá nunca nos habló de él, vieron como la acariciaba y la llamaba por su nombre de soltera “Amelia esto” “Amelia aquello” el panadero no la llama Amelia, la llama señora Cronwell, no sé quién es más descarado sinceramente te porque no han pasado ni seis meses de la muerte de nuestro padre y ella ya está con otro tipo.
-Pero no podemos meternos en su vida privada.- dije tristemente, me encogí de hombros y continúe- o al menos eso nos dirá.
-Tenes razón, pero creo que lo que más me enfureció fue tratarnos como unos estúpidos por el hecho de cumplir una promesa- dijo Fred
-No por cumplir una promesa, sino que para él la promesa es estúpida y sobretodo de ir a acampar, no debimos decir eso frente a él- dije enfurecida.
-Ese tipo no me cae nada bien- dijo Alex- ¡oh! que mierda me duele mal el estómago.
-También si en el primer día del restaurante casi lo fundes comiéndote todo- dije entre risas.
-Bueno terminen de desayunar que hay que organizar el viaje.
-¿Qué hoy no vas a trabajar?-pregunte
-No, es que hoy estoy agotado y mi último trabajo que tenia era cambiarle una rueda pinchada a un *(auto) y ya lo hice ayer asique espero el llamado de alguien, que necesite mis servicios. – dijo Fred levantándose de la mesa.
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Sinaparadise y la maldición del ultimo Lucero.
Novela JuvenilTípica historia que le gustan a las adolescentes solteras que esperan de que un hombre común se comporte como el chico que aman pero esta dentro de un libro.