Estar día y noche entre libros me hiso acordar a mis primeros años en la universidad. Había decidido estudiar abogacía como mi padre, no era la gran cosa, en realidad nunca me gusto. Solo lo quería estudiar porque quería ser como él. Quería que él sintiera orgullo en mí. Pero termino siendo él quien me decepciono, como persona y como marido. Engañar a mi madre con una zorra de segunda y encima en nuestro departamento.
Pero por más que quiera estar enojado con él jamás puedo, siempre me vienen los recuerdos felices con él. No como a Tany que lo ve como un monstro que la asusta en sus sueños.
Al morir el me siento obligado a llevar esta familia adelante. Yo tengo que llevar a mis hermanos a casa de nuevo, si con eso tengo que dar mi vida lo haré.
Eh estado leyendo todo el tiempo sobre miles de leyendas, y sobre el portal que nos trajo aquí. Según parece todo, tiene que ver con los movimientos lunares y la coordinación de los planetas.
Estuve conversando con Meriborn sobre esto, y me comunico que en la próxima luna nueva se abrirá el portal. Eso sería en unos días, pero teníamos que confiar que el tiempo no se vuelva en nuestra contra.
Por lo que me dijo Meriborn cada persona reacciona diferente a este mundo, es como un sistema inmunológico, no todos reaccionan igual con la llegada de algún virus. Eso nos deja en que puede pasar que en cualquier momento, comencemos a debilitarnos y muramos.
Froto mis ojos y veo que mi taza de té ya está vacía, me aparto del escritorio y de los libros para dirigirme hacia la cocina en busca de más te, cuando me encuentro en la sala de estar de Evelyn a Benjamín recostado en el sillón con los cojines en su espalda.
El pobre se ve agobiado, me intriga saber con quién habrá pasado la noche. Creí al principio que estaba con mi hermana, y eso me puso incómodo y nervioso, pero luego en la madrugada cuando pase por el cuarto de Gabriel ella ya estaba durmiendo en la cama, pero Benjamín no volvió hasta poco que amaneciera.
Igualmente odio que mi hermanita este pasando sus últimos posibles días con Gabriel, sobre todo con lo petulante que parece, hay algo en él que no está bien, algo que me hace desconfiar.
Me siento al lado de este chico y le palmeo su pierna para despertarlo de sus pensamientos. Benjamín posa su mirada cansada en mí, y la retira con fatiga.
-¡¿Qué pasa chico?!- pregunte animadamente y dedicándole una sonrisa.
-¿Qué quieres Fred?- pregunto tosco.
-Nada solo quería hablar contigo…
-Por si no te das cuenta no me molestes, no me acosté con tu hermana…
-Yo sé que mi hermana no se acostara con el primer idiota que se le cruce- dije molesto.
Luego de un tenso momento de silencio y ambos mirando hacia nada en específico le dije:-Entonces ¿Con quién pasaste la noche?
-Con nadie – dijo cerrando los ojos con cansancio.
-Tu cuello no dice lo mismo… - dije.
-¿Por qué le dijiste a Tany que me viste renguear?- me pregunto molesto, volteándose hacia mí, fulminándome con la mirada. Trate de contener mi risa pero no pude mi risotada resonó en toda la sala.
-Solo estaba bromeando, jamás te vi rengueando, pero me pareció divertido decirlo- dije ahogándome en risa. Y vi un rastro de sonrisa en sus labios.
-¿Quién fue la chica?- pregunte- ¿Jazz? ¿Evelyn? ¿Fue una chica?
-¡Claro que fue una chica! Y no la conoces. Ni yo la conozco- dijo murmurando.
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Sinaparadise y la maldición del ultimo Lucero.
Novela JuvenilTípica historia que le gustan a las adolescentes solteras que esperan de que un hombre común se comporte como el chico que aman pero esta dentro de un libro.