Capítulo 17: La fiesta de las fieras

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El ambiente estaba cargado en la sala de estar en la casa de Amy, mucha gente joven iba y venía colores de diferentes gamas de metálicos en las cabezas de los visitantes. Puede ver a Fred hablando animadamente con una muchacha de cabello castaño claro, con un mechón de color rojo.

A unos metros de distancia pude ver a Félix tratando de zafarse de una conversación con una pequeña muchacha de tez blanca, con un vestido negro largo hasta sus pies, de una larga cabellera negra con un largo mechón en la parte derecha de su cabellera color amarrillo patito muy brillante, de ojos ingenuos y divertidos de color caramelo. Su rostro pecoso y con imperfecciones y granos como los de Félix.

 Este se ve asustado y al verme el me dedica una mirada de urgencia y yo divertida lo miro y le hago un sonrisa negando con mi cabeza.

Jazz lo va a buscar y le pide una pequeña disculpa a la niña que prácticamente esta ciega para que le guste al infeliz de Félix.

-¡Gracias a Dios! Esa niña me estaba acosando- dijo agotado Félix.

-Tal vez se sintió atraída por algo en común.- dijo Alex con su mirada perdida en busca de Evelyn.

-¿A qué te refieres?- pregunto Félix.

-Tu si eres lerdo- me reí- Lo que tú y esa niña pueden tener en común son los granos que llevan ambos.

Félix amago a golpearme en mi nalga y yo prepare mi puño para que golpeara su rostro.

-Te aseguro que a mí me puede quedar un moretón en mi trasero pero a ti se te quedara un ojo morado. – dije mordazmente.

-¡Ya basta de pelear! Todos sabemos que eres un idiota Félix y que siempre nos reímos de ti aunque no sea en tu cara- dijo por lo bajo encerrándonos en un círculo íntimo- Y tu Tany siempre debes ser tan cruel con el aspecto de él.

-No me hables de aspectos ni te has la moral ahora con migo.- le dije mirándola desde arriba.

Me di media vuelta enojada y comencé a caminar hacia la puerta que daba hacia el patio trasero de la casa de Amy.

La noche cálida de verano se siente en el aire, perfumado a olor a vainilla suavemente. Jóvenes aquí reunidos con sus amigos, en la parte donde deberían estar las caballerizas allí hay una gran mesa con manteles bancos repleta de comida, platos, copas de vinos, vinos, frutas, verduras, y muchas otras exquisiteces. El patio esta alumbrado por linternas de vidrios de colores, verde, azul, naranja, rojo y amarillo.

Logro ver a Amy conversar con un grupo de muchachas, todas vestidas con largos y glamorosos vestidos, de colores fríos y pasteles. Amy lleva un vestido color verde oscuro y su cabello rojizo recogido en una gruesa pero elegante trenza. 

Pude captar varias miradas de jóvenes hacia mi más de una me hiso sentir incomoda. Pero siempre manteniendo mi frente en alto. Realmente me siento algo estúpida parada aquí sola aquí a fuera y en busca de Victoria. Cuando voy a dar mis primeros pasos hacia el centro del patio, uno brazos rodean mi cintura y unas esbeltas manos sostienen una bella manzana dorada en mi vientre.

Me giro para ver quién es la persona que está detrás de mí. Aunque no fue necesario una parte de mí ya sabía que era él. Me encontré con su pecho, eleve mi rostro para encontrarme con el suyo. Fue la mirada más eterna que jamás pude haber tenido con nadie. Sus ojos azules con ese tinte violeta, hace que mi mundo se ponga de cabeza y gire al uníoslo.  Haciéndome sentir que soy la única cosa que esos hermosos ojos pueden ver.  Seguramente mis mejillas ya se ruborizaron con solo su presencia. ¿Pero qué te está ocurriendo Tany? Tú no puedes estar con él es un error. Una vocecilla dentro de mí me gritaba, pero yo trataba de opacarla concentrada en la mirada de Gabriel. 

Sinaparadise y la maldición del ultimo Lucero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora