Filosofía del amor

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A la mañana siguiente, Alejandro se acercó al pupitre de Andrea para entablar conversación "Oye, ayer la reu estuvo buena ¿no?" ella solo dejó salir un sonido de afirmación "Ah..." Beatriz entró al salón y se unió a la reciente conversación "¿Ayer todo estuvo tranquilo?" "Ah..." Al ver que Andrea no quería hablar con él, Alejandro se despidió y se fue a hablar con Leonardo. "¿Al final hablaste con Leo?" "Te dije que no lo haría" Beatriz se sentó delante de Andrea y suspiró "¿Por qué eres tan fría en estas cosas? ¡Esto debería ser emocionante y dramático! Aish" "Esto no es una novela, las cosas no suceden así como así". 

Las clases empezaron y Leonardo seguía en la misma actitud que el día anterior, inclusive en el recreo, donde volvió a desaparecer "Tranquila, no te preocupes" era Vania quien le hablaba, estaba parada justo detrás de ella en la puerta del salón "Ya me dijiste eso ayer" "Es que de verdad no deberías preocuparte" Andrea suspiró "Supongo que tienes razón, eventualmente me hablará"

***

Hans estaba nuevamente en la antigua cancha de básquetbol, esta vez practicando entradas en doble ritmo. Alejandro se le acercó de entre las sombras "¿Sigues entrenando?" Sin detenerse, Hans le respondió con firmeza "Las pruebas para ser parte del club de básquet son en dos días; y en cuatro, las de capitán" "Realmente te transformas cuando estás jugando..." 

Pasaron algunos minutos en silencio hasta que Alejandro volvió a empezar a hablar "¿Sabes? La reu de ayer estuvo buena, Leonardo se loqueó feo esta vez" "Él es así, vive la vida al límite a lo carpe diem y hace lo que quiere, me pregunto cómo es que no jala" "De seguro aprueba con once" Así estuvieron hablando de cosas banales hasta que el entrenamiento de Hans terminó y se fue a cambiar dejando solo a Alejandro, quien se arrecostó en el muro más cercano y esperó a que sonara el timbre, pero antes llegó una chica de tercero de secundaria "Hola, Alejandro..." "Hola, Celeste" se trataba de una amiga con la que frecuentaba poco, pero en lo que iba del año había hablado bastante.

Alejandro se puso de pie y la miró a los ojos "¿Qué pasó?" Fue en ese momento en que el futbolista descubrió que no sabía captar ambientes "Pues ayer estuve en la fiesta, y... al pasarla tan bien contigo he reunido el valor que me faltaba... me gustas, desde hace mucho tiempo, desde aquella vez en que me ayudaste a estudiar para mis exámenes y... creo que eres alguien genial, amable, carismático, atento... sí... eso es todo..." "No se qué decir..." Hubo silencio durante unos segundos que a ambos les parecieron horas, pues a pesar de haber sido popular por mucho tiempo, era la primera vez que alguien se le declaraba a Alejandro, por lo que Celeste tuvo que volver a tomar la iniciativa "¿...quieres estar conmigo?".

Él meditó un tiempo, aunque el calor del momento le nubló el pensamiento hasta que un instante de lucidez le dio la respuesta "Celeste, no te conozco lo suficiente para poder responder eso, realmente me alegra que me hayas podido decir eso... pero aun no estoy listo..." Lejos de deprimirse, a Celeste le brillaron los ojos y se entusiasmó un poco "¿Entonces te parece si salimos alguna vez? ¡Así podrás saber cómo responder!" "Está bien, hay que darle una oportunidad al amor" Ella sonrió y tomó una bocanada de aire para no gritar "Estaremos en contacto entonces" No dijo más, pues los nervios le ganaban y corrió antes de recibir una respuesta. 

Alejandro volvió a desplomarse contra la pared mientras su cabeza trataba de procesar todo lo que había ocurrido en menos de un minuto "Quién diría que unas pocas palabras podrían cambiar totalmente la vida de alguien..." le sudaban las manos y el corazón le latía fuerte, más que de un sentimiento mutuo de amor era uno de miedo, miedo a lo desconocido y a no querer hacer sentir mal a alguien, un sentido de complacencia y cumplimiento que lo había hostigado por mucho tiempo pero él no quería retirar de su vida. Finalmente, Alejandro se levantó y se estiró justo para cuando el timbre del final del recreo había sonado.

Mi tiempo y el nuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora