Mi tiempo y el nuestro

Las vacaciones de verano

La clausura de ese año fue normal, nada fuera de lo común, solo una ceremonia más para el registro. Más de la mitad de egresados no lloró por alguna razón, era como si ansiaran irse del colegio; pero nadie se olvidó de despedirse de todos quienes alguna vez habían sido sus compañeros "Hans me pidió que sonriera en momentos tristes..." Alejandro no superaba del todo la pérdida de su amigo, pero había aprendido a no entristecerse por él. 

Las vacaciones de verano habían llegado y ya todos estaban en proceso de olvidarse de lo aprendido en todo el año para tener espacio para memorizar las nuevas cosas que les harían aprender el año que venía, aunque Andrea, para variar, no estaba de acuerdo con este pensamiento "Todo lo que nos enseñan servirá para después, la cosa es aprenderlo, no memorizarlo". 

El chat de WhatsApp de Archi continuaba activo, nadie había quitado a Hans o escrito nada desde que el colegio había terminado, de todas formas todos los grupos se habían disuelto y solo quedaba el recuerdo en los antiguos mensajes. Por alguna razón, Andrea releía lo que escribieron el mes anterior, no era nada serio en realidad, todos escribían como hablaban a excepción de Hans y Vania que simplemente no escribían casi nunca y si lo hacían decían monosílabos. 

En eso, ella se percata que Beatriz empieza a escribir al grupo, era típico de ella iniciar conversaciones no presenciales "¿Algún plan para este verano, guys?" Andrea fue la primera en responder "Ninguno, creo que lo mismo que el año pasado: no haré nada" "Qué sad, sis, quiero hacer una party en mi casa y los estoy invitando, es en cuatro días ¿Got it?" Alejandro se reportó en el chat y contestó afirmativamente a Beatriz "Llego", Leonardo hizo lo mismo "x2", Andrea siguió la corriente "x3" y Vania los dejó en visto a todos, lo que indicaba que estaba de acuerdo en ir. 

A pesar de que Andrea había visto cómo era Beatriz en las fiestas, como lo presenció en el tono del equipo de fútbol, sabía que tarde o temprano volvería a lo mismo si continuaba con ella, pero no le disgustaba, al contrario, quería ver todas las facetas de todos su amigos aunque ya las conociera "Guys, estoy invitando a gente de varios clubes, va a ser cool ¿Chill, no?" Todos la dejaron en visto por varios minutos hasta que un milagro ocurrió: Vania estaba escribiendo "¿Mi hermano puede ir?" "Sure, ¿Cuántos años tiene?" "Veintidós" Todos volvieron tomar la posición de en visto y esperaron a Beatriz respondiera "Ok, chill, no prob, pero tranqui nomás" Andrea pensó que quien haría más revuelo sería la anfitriona más que el hermano de Vania "Ok" 

Beatriz pasó su dirección y volvió a pedir que vayan "Plis, me gustaría mucho que vayan". Cuando fue a pedirle permiso a sus padres ellos se sorprendieron, aunque se los había pedido antes, esta era la primera vez que lo hacia por disfrute propio "Claro que puedes ir, pero no regreses en micro, toma un taxi con la aplicación que te mandé". Seguramente sus padres sentían miedo de dejar a su única hija salir sola y regresar tarde, simplemente por ser mujer ya se exponía a mucho, pero Andrea sospechaba que ellos eran permisivos justamente porque la vida que ella llevaba en ese entonces era consecuencia suya, o al menos así pensaba.

En lo que iba de la semana, Andrea se la pasaba leyendo, haciendo tareas domésticas, avanzando la tarea de verano que le colegio le había dejado y ayudando a Leonardo en su campaña electoral usando el chat "¿De verdad vas a hacer una campaña? Creo que eres suficientemente popular para solo postularte y ganar" "La campaña es justamente para asegurarme de que esa popularidad sea la correcta y que pueda llegar a más personas" "Te tomas esto muy en serio" "Nah, es que quiero que todo salga bien" "Alguien más podría hacerlo bien en realidad, no solo podrías hacerlo tú" Leonardo dejó de escribir por un rato dejando a Andrea en visto por unos minutos "Quizás, pero quiero hacerlo yo" la conversación no continuó, pues él había creado una barrera de incomodidad que generaba que la primera persona en hablar haga evidente la desconformidad e inicie una discusión. 

Debido al corte de la comunicación, Andrea decidió ponerse a leer, no se había atrevido a siquiera abrir el regalo de Hans, pues le traía malos recuerdos, pero esa vez simplemente tomó el libro entre sus manos y, quizás por querer cerrar una etapa, lo comenzó a leer. 

La historia iba de un futuro apocalíptico pero reversible, con la desventaja de tener gente desanimada y sin esperanza, hasta que por un azar del destino nace un niño con la parte del cerebro encargada de administrar el miedo atrofiada, por lo que cuando crece se convierte en un activista que viaja a todas partes difundiendo las enseñanzas de su abuelo, quien siempre mencionaba que el cielo en realidad es azul. Era una trama extensa, el personaje principal se iba encontrando con todo tipo de personas, algunas lo apoyaban y otras hasta lo delataban a las autoridades, porque en un mundo sometido lo último que quieren los mandatarios es que alguien vuelva a inspirar confianza a la gente para que deseen libertad. Inclusive trataba problemáticas sociales complejas con una simpleza de niño, rompía estigmas y reforzaba estereotipos para luego destruirlos con fuerza, pero claro, todo era sutil y dejaba espacio a la interpretaciones personales, por lo que el escritor no podía ser asediado de preguntas "Su estilo de escritura se parece al de mi autor favorito, quizás se conocieron alguna vez. Parece que Hans le acertó con mis gustos literarios". 

En eso, Andrea recibe una llamada de Leonardo, revisó por si acaso él le había escrito algo, y al comprobar que no, contestó "¿Aló?" "...hola, Andrea" "Sí, ¿Qué pasa?" "Ah, no, es que... quería disculparme por haber creado un ambiente tenso..." "Ah, no te preocupes, no necesitabas llamar para eso, podías disculparte por chat" "Es que quería hacerlo lo más personal posible, de verdad lo siento" "Ah, ok" "Bueno, eso es todo ¿Vas a ir a lo de Bea?" "Sí ¿y tú?" "Sí... entonces no vemos allá" "Nos vemos allá entonces" la llamada concluyó ahí, Andrea sostuvo su celular por un rato antes de guardarlo y regresar a leer "Qué extraño este sujeto, Leonardo, no parecía el tipo de persona que haría esto" ella pasó por alto que él se había librado de su orgullo para poder disculparse de esa manera.