El tiempo de vacaciones seguía pasando, el chat de Archi había revivido y ya todos hablaban regularmente (menos Vania). Habían salido alguna que otra vez, a Andrea le parecía que el grupo no podía ser mucho más cercano, pero se equivocaba, no sabía todo lo que ese año estaba por pasar.
Una semana antes de entrar a clases llegó un mensaje de Leonardo "Gente, este sábado es mi cumpleaños y quisiera invitarlos a mi casa a celebrarlo, será como a las 5pm ¿Pueden venir?" Todos contestaron afirmativamente –Vania lo dejó en visto- y procedieron a buscar un regalo.
Andrea pensó que un marcador de libros especial podría interesarle a su amigo, pero luego recapacitó y concluyó que ese sería un mejor regalo para ella. Como no se le ocurría nada decidió pedirle ayuda a Beatriz, así que le escribió "Hola, Beatriz, disculpa que te moleste, pero quería preguntarte qué le vas a regalar a Leo por su cumpleaños" la respuesta no tardó en llegar "¡Sis! ¿Why so formal? Creo que le compraré unos lentes de sol, nunca lo he visto llevar unos" "Es que no se me ocurre qué darle" "Ask Vania, ella siempre consigue los mejores regalos ¡Suerte, sis!".
Procedió a escribirle a Vania con la mentalidad de que probablemente le responda en varios días, pero eso no fue así "¿Un regalo para Leonardo? Creo que cualquier cosa que le des le gustará" "¿Lo que sea?" "Sí, siempre y cuando se lo des personalmente" "Entiendo, muchas gracias, Vania" En realidad ella no había entendido el porqué, pero estaba feliz de que su problema se haya resuelto.
El día finalmente llegó, conseguir permiso de sus padres no fue ningún problema para Andrea, habían empezado a conocer a sus amigos de Archi con el tiempo y confiaban especialmente en Leonardo. Todos se habían encontrado en la entrada de su casa, tocaban el timbre pero nadie contestaba. Finalmente, tras unos minutos de demora, apareció el anfitrión cargando unas bolsas de supermercado "¡Lo siento mucho! ¿Esperaron mucho rato?" rápidamente los hizo pasar a todos "Acabo de llegar de comprar unas cosas que faltaban en la casa, discúlpenme".
Parecía una casa modesta por el exterior: un departamento cualquiera en un complejo de estos; pero por dentro estaba finamente decorada con muebles de cuero, adornos de plata, vasos de cristal dentro de una vidriera, mesa de centro de madera de pino, una mesa de vidrio en la sala con un mantel de tela roja aterciopelada "¡Bienvenidos todos!" Todos saludaron a Leonardo por su cumpleaños con un abrazo y le entregaron cada uno su regalo, luego se percataron que solo ellos habían llegado, a lo que Alejandro lo hizo notar "¿Va a venir alguien más?" "Eh, sí, he invitado a algunos chicos del club de baile moderno, pero seguro que llegan más tarde". El anfitrión de puso a servir vasos a sus invitados y preguntarles qué querían tomar mientras acomodaba algunos piqueos sobre la mesa.
El ambiente pasó de callado e incómodo a tranquilo y jovial, Beatriz miraba a todos lados apreciando el buen gusto de la casa mientras que Alejandro trataba sin éxito de charlar con Vania. Andrea se acercó a ayudar a Leonardo con el servicio al público "No tienes que" "Tranquilo, estoy acostumbrada y no me gusta estar sentada todo el rato" "Por cierto ¿qué tal tus vacaciones?" "No he hecho mucho, es casi como siempre, he estado leyendo y haciendo labores domésticos... ah, he empezado a hacer mi plan de vida" "¿Plan de vida? ¿Lo que vas a estudiar y eso?" "No es solo eso, es más cómo me quiero ver de aquí a un mes, a un año y a cinco años por lo pronto, me voy a proyectar para saber qué es lo que quiero lograr, así fue como decidí estudiar medicina" "La mayoría empieza por ver a qué universidad ir" "Sí, y eso está muy mal, si no tienes un rumbo da lo mismo hacia qué dirección vayas"
La charla entre ellos dos fue interrumpida por un comentario de Beatriz "¡Leo! ¡Tu casa is sou nais!" "Ah, gracias, mis padres tienen unos gustos algo... extravagantes" Vania agudizó el oído "Por cierto ¿Y tus padres?" "Están en el segundo piso, no suelen bajar cuando hay visitas".
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Mi tiempo y el nuestro
Teen FictionLa vida es corta o, a veces, larga, depende de quién la viva o con quién lo hagas. Normalmente nos solemos quejar de algo mientras lo tengamos, no tenemos la culpa, somos ambiciosos; pero a penas nos lo quitan o simplemente se acaba, lo queremos de...