Había sido obra de un conductor ebrio, se había subido a la vereda con la llanta de adelante y chocó al basquetbolista que caminaba del lado de la pista, luego se dio a la fuga. Su compañero no sabía como ayudarlo, así que solo llamó a los bomberos y se quedó a su lado a confortarlo a pesar de que había perdido el conocimiento apenas el auto lo chocó. Avisó a los padres de Hans y a los suyos que estaría en el hospital con él, ambos no tardaron en llegar.
Se armó un escándalo cuando la madre del afectado lo vio en una camilla con muchos huesos rotos y sin respuesta a estímulos externos. Nadie entendía qué pasaba hasta que un médico tocó los dedos del paciente y los presionó un poco "¡Signos vitales bajos! ¡Posible hemorragia interna!" una gran cantidad de personal se movilizó para atender al muchacho y lo llevaron a la sala de cirugías de donde, a pesar que pasasen las horas no salía.
Finalmente un doctor abrió la puerta del quirófano y fue directo a hablar con los padres "Ha sufrido una hemorragia interna en múltiples zonas del cuerpo, varias fracturas en las extremidades y costillas, algunos órganos perforados por huesos astillados y una gran contusión craneal... hemos intentado estabilizar todo, pero me temo que él no va a despertar".
A la mañana siguiente todos estaban en la entrada del hospital entre sollozos interrogando interrogando a la única persona que había estado presente en el momento del accidente, quien no había dormido en toda la noche solo por acompañar a los padres de su amigo: Alejandro. "Chicos... lo siento si ayer les hablé muy fuerte" Beatriz estaba muy triste, todos se habían enterado del accidente de Hans de primera mano y nadie estaba estable emocionalmente.
Andrea estaba inquieta sobre lo que iba a pasar "¿Qué dijo el médico? ¿Por qué sucedió todo eso? ¿Qué tenía Hans?" "...Cuando lo atropellaron le rompieron demasiados huesos... el sangrado interno era incontrolable..." Alejandro bajó la mirada, no quería quebrarse en un momento así "Pero saben... incluso antes de entrar a cirugía... Hans estaba feliz... estoy seguro que no se arrepiente de nada ahora... él... él querría que sonriéramos por él ¡Fue lo último que descubrió sobre sí! Si queremos que viva para siempre con nosotros... entonces debemos cumplir su deseo: debemos ser felices por él" Ese día prometieron no llorar por Hans y vivir como él hubiera querido que la vida fuese.
***
Pasaron los meses, ya era diciembre. La noticia del siniestro de Hans llegó a todo el colegio pero se había distorsionado bastante, por lo que el capitán de básquetbol ahora era visto como un mártir y una imagen representativa de la escuela: una persona que luchó siempre hasta el final "Prefiero que se quede así, no quiero decirles a todos que simplemente fue un accidente, así al menos siempre será recordado" Celeste seguía saliendo con Alejandro y quería animarlo de cualquier manera posible, por lo que casi siempre estaba a su lado "Ale, estoy segura que él agradecería eso" "Sabes... él era un amigo especial, alguien que te hubiera apoyado siempre incondicionalmente; era alguien tímido y seguro de sí mismo, era la ambivalencia mejor descrita... definitivamente no se merecía eso..." Celeste lo abrazó y lloró un rato, pero Alejandro había prometido sonreír y solo cerró los ojos para evitar que les entrase polvo.
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Mi tiempo y el nuestro
Teen FictionLa vida es corta o, a veces, larga, depende de quién la viva o con quién lo hagas. Normalmente nos solemos quejar de algo mientras lo tengamos, no tenemos la culpa, somos ambiciosos; pero a penas nos lo quitan o simplemente se acaba, lo queremos de...