El poder de la confianza. Directos hacia la guerra.

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Me asusté >.< de la nada se me había borrado la mitad de lo que había escrito y casi me da algo xD de no ser por las revisiones, no sé que habría pasado. Sin más, aquí tienen el nuevo capitulo que tanto suspenso me dio jajaja.

- Lo mejor será que no lo use - concluí guardando aquel kunai de características especiales. No podía arriesgarme al solo faltar días para el comienzo de la guerra.

En el barco se encontraban algunos Shinobis con los que nunca había intercambiado palabras, pero entre ellos pude reconocer a Iruka y al padre de Shino, a quien me acerqué para saludarlo respetuosamente.

- Ha pasado mucho tiempo - le mencioné recibiendo un asentimiento de su parte. En el tiempo que pase en la academia, Shino se había vuelto uno de mis amigos más cercanos. Conocí a su padre cuando él me enseñaba sobre algunos insectos con usos médicos, por lo que no podía evitar hablarle con respeto.

- Veo que te has vuelto bastante fuerte - mencionó mientras el barco comenzaba a moverse. Seguimos hablando un buen rato antes de comenzar a hablar sobre nuestro deber.

A mi me habían asignado a ser la sensor de los chakras que se acercaran, pero junto a eso también me dejaron a cargo de contener a Naruto si intentaba escapar.

Los días en el barco pasaban y unos cuantos sufrieron leves mareos que supe aliviar.

La neblina comenzó a dificultar nuestra vista y las provisiones lentamente se iban agotando. Pasaron varias cosas en el barco, pero gracias al mokuton y unas semillas que me había dado Nagato, pudimos aguantar hasta llegar a nuestro destino.

Ni un día pudimos descansar en paz, ya que al pasar unas horas en la isla, el inmenso chakra de una presencia conocida comenzó a moverse a una gran velocidad.

- Ese tiburón - gruñí lista para ir en su persecución, pero la vista de aquella persona siguiéndolo me hizo tranquilizar.

Aquel había sido Gai.

Junto a todos comenzamos a correr hacía el lugar en donde Naruto y el otro jinchuriki estaban, pero para nuestro alivio todavía podía sentir sus chakras en el interior de aquella cascada. Al parecer había una cueva detrás.

Ellos no esperaron y se adentraron en el interior para tratar de engañar al rubio, en cuanto a mi,me mantuve afuera, parada justo en medio de aquel pedazo de tierra para que de repente el ambiente comenzara a cambiar. Desde el interior de la cascada una sombra comenzaba a formarse, pero quien se apareció fue aquel rubio con una expresión decidida que no tardó en convertirse en una mueca de angustia.

El había percibido lo que ocurría de la peor manera.

Rápidamente retrocedí y observe como Iruka intentaba mantenerlo aprisionado con un sello. Aquello habría sido efectivo si Naruto no hubiera liberado aquel chakra. Él rápidamente se libero de sus ataduras y miró a todos con enojo. Al caer su mirada en mi persona, no supe que expresión había puesto, pero era seguro que estaba molesto.

- Reiko, Has algo - me pidió Iruka casi en una orden. Lentamente fui caminando hacia donde se encontraba mi amigo, pero en vez de hacer algo para detenerlo, solo me puse a su lado.

- Yo estoy con él - les revelé con seriedad - estoy segura de que Tsunade sabía que yo haría esto e igual me envió. Naruto es el único que puede detener esta guerra - solté obteniendo a cambio que el brillo apareciera en los ojos del rubio con emoción.

- Wee - escuché de repente a nuestras espaldas, encontrándome con un ninja que no había visto nunca -  Dos jinchurikis y una ninja, en el campo los harán trizas - soltó de la nada con un extraño ritmo.

Descendiente [Reiko Senju]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora