Descendiente [Reiko Senju]

La bestia Roja

Con la llegada de Gai, Gaara le comentó al recién llegado sobre las cosas que afectaban a nuestro enemigo. Minato había demostrado preocupación por Kakashi, quien por poco había recibido su ataque, pero también nos mencionó que su senjutsu no era muy bueno y tardaba más tiempo en formar ataques utilizándolo, lo cual no era grato escuchar.

—Yo iré —Declaré —No puedo asegurar nada, ya que Madara es el enemigo más fuerte con el que me he enfrentado, pero confió en que podré ganarles el tiempo que necesitamos —Dije determinada, recibiendo las miradas de todos, pero alguien me interrumpió, avanzando hacia adelante de nosotros con aquella aura verde cubriéndolo.

—Aprecio mucho el espíritu que demuestras, pero tu juventud recién comienza. Es mejor que yo me encargue —Soltó justo antes de activar la 7ma puerta, precipitándose hacia nuestro contrincante con una velocidad impresionante, pero haciendo uso del poder abrumador que tenía, Madara logró lanzarlo lejos, atacándolo cuando Gai se encontraba incapaz de evadirlo. Aquello nos hizo reaccionar de golpe, pero cuando llegué a su lado, alguien más se encontraba con los dos. 

Lee había llegado con las puertas activadas en el momento justo, tomando a Gai para esquivar el ataque. Rápidamente, nos hice aparecer junto a Kakashi, Minato y Gaara, logrando así evadir por completo la técnica y alejarnos del enemigo.

El sensei de lee había resultado con algunos huesos lastimados, pero aun podía moverse. Kakashi algo pesimista por el resultado, dijo algo de que nuestras esperanzas en el Taijutsu no tuvieron buenos resultados, pero Gai no quería darse por vencido aún.

—¡Aún es muy pronto para excluir por completo el taijutsu! —Exclamó —La primavera de nuestra juventud aún no ha desaparecido. ¡no pierdas la esperanza!

—Sensei... —Lee se quedó sin habla ante aquellas palabras, mientras que yo las analizaba con cierto respeto.

—Quizás no siempre somos capaces de cumplir todo lo que nos proponemos, pero si solo hacemos las cosas que queremos nunca empezaremos —Decía lentamente —Así como cuando te reto. Esta no es solo una forma de mostrar valentía o coraje...

—¿¡Tú no estarás...!? —Gritó Kakashi alterado, pero no pudo continuar al verse interrumpido.

—Los días verdes de Konoha se acabaron, ha llegado el momento de ser la bestia roja —Dijo Gai sin apartar la vista del enemigo en ningún momento. Fueron aquellas palabras las que me hicieron darme cuenta de lo que ocurría, pero incluso sabiendo lo que pasaría, las palabras no salieron de mi boca.

Kakashi, Lee y el 4to Hokage hablaron con él, pero a diferencia de los mayores, su alumno no se mostró reacio a que se sacrificara, ya que a pesar de su evidente pena, respetaba la decisión que había tomado el mayor.

Después de aquello, Gai volvió a correr hacia Madara, llevándose una mano al corazón y pulsando así el punto que llevaría a su cuerpo al limite, activando la última de las puertas de aquella técnica prohibida.