Entre la vida y la muerte

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Tras haber recuperado uno de sus ojos, Madara comenzó a demostrar que los rumores sobre su abrumadora fuerza no exageraban. Los bijuus no pudieron hacer nada para evitar que aquellas cadenas los aprisionaran.

Gaara intentaba con todas sus fuerzas ayudar al ichibi, pero mi mayor preocupación en este momento era Naruto. Si Madara conseguía arrebatarle al kyubi, mi amigo moriría por la extracción.

Utilizando la marca que le había puesto antes, aparecí a su lado, pero antes de poder hacer algo, el bijuu me dijo unas palabras antes de ser arrastrado por las cadenas.

No lo dejes morir

— Naruto no resistió ni un segundo después de aquello, lo que me obligó a reaccionar instantáneamente. Al parecer el kyubi le había dado instrucciones a Gaara de lo que debía hacer, ya que la arena rápidamente nos envolvió a Naruto y a mí para desplazarnos a algún lugar.

El pulso de Naruto estaba decayendo, por lo que me vi en la obligación de aplicarle una reanimación continua. Su situación era crítica, así que tuve que activar el byakugou no jutsu para mantener su corazón latiendo. Las líneas negras aparecieron en ambos brazos y en mis mejillas, siendo unas líneas que terminaban en punta en las últimas.

— ¿¡Cómo está!? — me preguntó Gaara exaltado, sin detener el movimiento de la arena.

— Si dejo de darle chakra, morirá. ¡Tenemos que darnos prisa! — exclamé, Naruto se mantenía con vida gracias al chakra que le estaba dando, pero sin una fuente que llenara el vacío que le había dejado el kyubi, no podría levantarse. Mi chakra no era infinito y no estaba usando poco para mantenerlo vivo — ¡necesitamos llegar con el cuarto ya! — le dije con urgencia, si el tiempo seguía corriendo, sería solo cuestión de tiempo para que mi amigo pereciera. Si tan solo no tuviera que mantener a Naruto a salvo, podría tele transportarnos a allá de inmediato. — Flinx, préstame tu poder por favor — murmuré, por lo que las llamas comenzaron a emerger de mis brazos, logrando que el estado de Naruto lograra estabilizarse por ahora, pero eso no era suficiente como para hacerlo recuperarse.

— ¡Incrementaré la velocidad! — me avisó Gaara, haciendo exactamente lo que me había dicho, pero de la nada, había sentido algo que me alarmó.

— Sasuke — solté abriendo los ojos de la sorpresa al sentir como su chakra comenzaba a desvanecerse — maldición — mascullé entre dientes, sintiendo como la copia que había hecho antes, aparecía rápidamente junto a aquel azabache, aumentando al doble el gasto de chakra que estaba haciendo.

No pude saber más de lo que ocurría en aquel lado, ya que al fin habíamos llegado donde el cuarto y Kakashi se encontraban.

— ¡Cuarto! — lo llamé al apenas verlo — ¡A Naruto le extrajeron al kyubi, tenemos que hacer algo o morirá! — le informé con notable prisa, las llamas de mis manos casi se habían extinguido ante su presencia, al parecer el chakra de flinx era completamente incompatible con el de aquel bijuu.

— ¡Tengo un mensaje del Kyubi! — le informó Gaara — Yondaime, si pones dentro de él a la otra mitad del kyubi que tienes, se salvará — le dijo, a lo que el rubio mayor se acercó a Naruto, listo para entregarle lo que salvaría su vida. Yo me retiré de inmediato al ver esto, pero lo que ninguno se esperó, fue que justo en el momento en que aquella parte del bijuu era transferida, una forma negra se interpuso entre Naruto y su salvación. Justo después de reaccionar a aquello, pudimos ver como aquella cosa correspondía a aquella sustancia negra que controlaba a Obito. Seguidamente de aquello, un Madara de aspecto completamente diferente al anterior apareció.

— Zetsu negro, ya demorabas en llegar, así que decidí venir hasta aquí — dijo apareciendo junto a un chakra mucho más imponente que el de antes.

Descendiente [Reiko Senju]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora