- Orochimaru fue quien nos invocó, debemos parar esta guerra - soltó el abuelo indicándome de forma indirecta que no era el momento indicado para hablar de lo que había pasado - Reiko - me llamó, a lo que lo observé con una mezcla de alegría y curiosidad - tu hermano viene en camino - me reveló, pero aparte de sentir la felicidad de saber que estaba bien, estaba molesta con él por venir a la guerra. No quería que saliera lastimado, no soportaría perder a la familia que me quedaba.
Luego de haber mantenido esta breve conversación, el cuarto hokage presentó la misma forma que adoptaba Naruto, por lo que las cosas lentamente se iban nivelando en cuanto a poder.
Mi amigo aún estaba recuperándose con la ayuda de Sakura. A pesar de que me hubiera gustado ayudarlo, consideré que lo mejor sería ahorrar las fuerzas que me quedaban. Yo no tendría a nadie que me ayudara a recuperarme, por lo que debía de tener cuidado.
Aprovechando que los Hokages habían encerrado al Juubi en una barrera de color carmesí, me senté en el piso en modo indio y comencé a meditar. Mi cabello regresó a la normalidad y lentamente sentí como la energía de la naturaleza me ayudaba a reponerme. La llegada aquellos revividos me habían dado un tiempo que no planeaba desperdiciar.
- Llegas tarde, Sasuke - le escuché decir a Naruto mientras varias presencias hacían acto de presencia. Ante aquello, me levanté e ignorando a mi antiguo compañero, caminé hacia mi hermano.
- ¿que haces aquí? - le espeté molesta, a lo que su mirada se tornó nerviosa. Supuse que mi expresión sería semejante a la que hacía mi prima al enojarse y hasta a mi se me pusieron los pelos de punta.
- No podía abandonar a mis amigos - me contestó, a lo que suspiré rendida. Mientras Naruto y Sasuke hablaban, yo lo hacía con mi hermano. En este momento me era lo más importante.
- Comprendo, solo no mueras - le dije revolviendole los cabellos, a pesar del tiempo que habíamos estado separados, el cariño que le tenía no había desaparecido - pero a la próxima elige mejor a tus amigos - le dije esto último mirando a Sasuke con claro resentimiento.
"Nunca sabes cuando te traicionaran"
me dije internamente con decepción, pero no quise decircelo a Kagami, no quería comenzar una pelea en medio de una guerra, menos por las cosas que habían ocurrido en el pasado.
- Me convertiré en Hokage... - le escuché decir a Sasuke a mis espaldas, a lo que me quedé congelada unos instantes. Lentamente me fui dando vuelta para ver como todos ya lo estaban rodeando.
Los gritos y respuestas no se hicieron esperar, pero mi mirada solo iba de Naruto a Sasuke repetidas veces. Eso hasta que me comencé a reír, llamando la atención de todos por mi estridente risa.
- Que gracioso - logré articular intentando calmarme - dejame decirte que Naruto esta mucho más cerca de conseguirlo que tú, además no habrá un futuro en donde puedas intentarlo si no ganamos esta guerra - obvié - así que primero acabemos con esto y podrán ponerse a discutir como antes - acabé de decir, obteniendo una mirada decidida por parte de mis compañeros, aunque Naruto miraba a Sasuke con una sonrisa socarrona, como diciéndole "te gané".
- Yo seré quien se convierta en Hokage - dijo Naruto levantándose con nuevos ánimos, pero el grito del primer Hokage nos hizo salir de aquella burbuja de tranquilidad que habíamos creado sin darnos cuenta.
- ¡Vamos! - exclamé al momento en que saltaba junto a Sasuke y Naruto para prepararnos, debíamos atacar al Juubi en conjunto si queríamos ganar, pero la llegada de la chica de cabellos rosas me descolocó un poco.
- Yo también soy miembro del equipo 7 - comenzó a decir, a lo que voltee la mirada hacia otro lado con desinterés. Para mi el único equipo siete que existía, estaba conformado por nosotros 3. Ella no pintaba aquí nada para mi, pero como siempre, Naruto no pensó como yo y la recibió con los brazos abiertos-
- ¡Bien, el equipo 7 renace aquí y ahora! - exclamó emocionado junto a la chica, en cuanto a Sasuke y a mi, estábamos indiferentes ante aquella presencia - vamos, Sakura chan, Reiko chan, Sasuke - nos nombró, a lo que le seguimos la corriente como siempre.
- Si - contestamos, a lo que el resto también se motivó.
- ¡Les mostraremos nuestro poder! - gritó Naruto al momento en que el Juubi preparaba otro ataque. Aquella Bijuu dama era gigantesca, pero por fortuna no fue lo suficiente para ganarle a la barrera creada por los Hokages.
Al acabar el fallido ataque, Hashirama nos creó una apertura en la barrera para que comenzáramos el ataque. Rápidamente, emprendimos carrera hacía el Juubi, pero unas extrañas criaturas comenzaron a emerger de su cuerpo.
Con ayuda del Gunbai no me era difícil ir deshaciéndome de aquellas cosas, pero la magnitud de un golpe me hizo dirigir la mirada hacia el origen, al parecer aquella pelirosa había conseguido dominar el Byakugou no in, lo que le permitió envolver su puño con chakra y crear aquel devastador poder.
Al parecer Tsunade la había entrenado bien, lo cual sería bastante útil durante la pelea, pero el nivel aún era muy distinto, ya que Tsunade no necesitaba utilizar su chakra almacenado para crear aquellos golpes. Ella al igual que yo, reservaba aquel chakra para curar heridas o en su caso, también verse más joven.
Al ver que se había descuidado, rápidamente aparecí a sus espaldas y corté por la mitad a las dos criaturas que estaban por atacarla. Naruto y Sasuke habían estado a punto de ayudarla, pero ellos necesitaban guardar su chakra, por lo que tuve que intervenir.
- Ten cuidado - le dije a ella mientras Sasuke y Naruto llegaban donde nosotras.
Seguidamente de esto, los demás también comenzaron a utilizar técnicas que no les había visto hacer nunca. Ellos se habían vuelto increíblemente fuertes, pero Sai al intentar atacar al cuerpo original, fue casi atravesado por las espinas del juubi de no ser por Naruto envuelto en aquel manto naranja.
Al llegar a nosotros, comenzó a decirnos lo que nos hacía falta para obtener la ventaja, por lo que los 4 pensamos lo mismo al parecer.
- Kuchiyose no jutsu - musitamos al momento en que una gran nube de humo cubría el área.
Y al dispersarse, se pudieron observar a una babosa, Una serpiente, un sapo y... Un dragón.
- Necesito tú ayuda, Ryuga - le dije observando el caos que nos envolvía - hay que detener esta guerra - declaré con seriedad, a lo que este no tardó en contestar.
- Será un gusto - soltó al momento en que levantaba sus alas - ¿el objetivo es el más grande? - me preguntó, a lo que le respondí afirmativamente y emprendió el vuelo. Ryuga era con quien tenía el lazo más fuerte entre mis invocaciones, sin contar que sobrepasaba por mucho a las de casi todos mis compañeros.
Y debido al enfoque que tenía, Reiko no se dio cuenta de la reacción que habían tenido los ninjas al ver a aquel dragón, ni siquiera la de sus compañeros, quienes aún asombrados, reaccionaron para comenzar a atacar al igual que ella.
Notas de la autora
Tuve tiempo~
Espero que les haya gustado el capitulo
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Descendiente [Reiko Senju]
Hayran KurguReiko Senju era el vivo retrato de su bisabuelo. Debido a su herencia sanguínea, nació con un potencial demasiado alto para ser controlado a la primera, por lo que solo el trabajo duro podría mantener el control en ella.