Los inicios de la guerra

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Al momento en que nuestras miradas se encontraron, pude darme cuenta de que la batalla sería inevitable, pero justo cuando me estaba preparando para pelear, el brazo de Naruto me detuvo.

- Reiko chan, debes continuar - me ordenó - te prometo que estaremos bien, pero me preocupan los demás - me confesó, por lo que un debate interno se llevó a cabo en mi cabeza.

- Está bien - acabé aceptando. Habían muchas cosas que quería decirle a Itachi, pero no podía perder un tiempo que probablemente significaría la supervivencia de muchos - nos vemos más adelante - le dije al rubio con determinación. A pesar de las emociones que pudieran aparecer al ver a aquellas personas, tenía que priorizar a quienes seguían con vida.

Marché de allí sin mirar atrás. Los chakras de nuestros compañeros estaban dispersos, pero pude diferenciar el de algunos fácilmente. Naruto me había encargado el proteger a los demás, por lo que forme unos clones de madera que se separaron rápidamente para ir en su ayuda.

- <<Madara>> - lo llamé mentalmente mientras hacía aparecer en mi mano aquel Gunbai que hace tiempo había sido de él - <<te prometo salir victoriosa>> - le prometí al momento en que mi cabello tomaba tonalidades negras - es hora de cumplir mi promesa - acabé murmurando mientras una multitud de zetsus se acercaban. La promesa que le había hecho a Nagato seguía en pie y no dejaría que nadie me hiciera romperla.

Los zetsus rápidamente se dieron cuenta de mi presencia y comenzaron a correr hacia mí. Yo me encontraba en plena carrera cuando esto sucedió. El Gunbai en mi mano me permitía aturdir fácilmente a aquellos humanoides con golpes certeros que además enviaban ráfagas lo suficientemente fuertes como para alejarlos de mí.

Esta era una carrera contra el tiempo y a causa de eso, aquella multitud rápidamente acabó derrotada y calcinada por un jutsu katon que emplee para evitar sobrevivientes. El chakra de Naruto había comenzado a moverse, por lo que la batalla ya debió de haber terminado.

Honestamente, me hubiera gustado decirle a Itachi que había recuperado el ojo de Shisui, pero la situación no era la adecuada para mantener platicas, menos con alguien ya fallecido.

Rápidamente, volví a desplazarme para llegar al grupo más cercano. Faltaba poco para que comenzara a oscurecer y tampoco podía darme el lujo de dormir en cualquier parte durante la guerra.

Al avistar a los ninjas que aún batallaban, regresé el Gunbai al pergamino y mi cabello regreso a su tonalidad normal. Debía guardar mis fuerzas para enfrentar a los enemigos más problemáticos. En aquel grupo pude visualizar a Kakashi con aquella espada tan conocida para el equipo 7.

- ¿Necesitas ayuda? - le pregunté burlonamente tras bloquear un ataque del revivido con el que luchaba - lamento la tardanza - comente antes de invocar mi wakizashi para bloquear sus ataques. Al parecer no hace mucho se habían enfrentado a Zabuza también, por lo que comprendía perfectamente por qué Kakashi se veía tan cansado.

- Sai está preparándose para sellarlo, necesitamos debilitarlo hasta entonces - me informo, a lo que con un asentimiento comencé a formar los sellos necesarios para que del suelo emergieran varias ramas que mantuvieron a aquel revivido contenido.

- Sai está preparándose para sellarlo, necesitamos debilitarlo hasta entonces - me informo, a lo que con un asentimiento comencé a formar los sellos necesarios para que del suelo emergieran varias ramas que mantuvieron a aquel revivido contenido

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- Luego te cuento - le dije a Kakashi al notar la sorpresa expresada en sus ojos. Las ramas no estaban logrando mantener a aquel espadachín quieto, por lo que tuve que incrementar la cantidad hasta que Sai dio el aviso de que estaba preparado. Seguido de eso, un tigre salió de su pergamino y arrastro a aquel tipo dentro, lo cual solo fue una preocupación menos para ellos.

- ¿Qué pasó con Naruto? - me preguntó Kakashi al saber que si yo estaba aquí, el rubio probablemente también se había envuelto en la guerra.

- Ya lo conoces - le respondí mientras los zetsus aparecían a nuestro alrededor - ¡Que los heridos se queden al medio, procederé a curarlos en cuanto lo hagan! - les informé mientras creaba un domo de madera para protegernos de los ataques exteriores. Los zetsus no podrían atravesarla, ya que esta estaba cubierta de mi chakra.

Los heridos eran bastantes, pero afortunadamente pude ayudarlos a todos con ayuda del chakra que había estado guardando. Naruto había tenido razón al enviarme, de haber peleado junto a ellos, no tendría la misma cantidad de chakra para curar a los ninjas heridos.

Al terminar, el domo se abrió por si solo para atacar a los zetsus que estaban alrededor. Los ninjas ahora tenían los ánimos recobrados, en cuando a mí, me concentré en manipular las ramas para proteger y atacar a quienes correspondiera.

Fue una batalla larga, pero logramos avanzar y crear una zona segura en la cual descansar. Necesitaba dormir para recuperar el chakra que había gastado, por lo que tras comer lo que me dieron, me subí a un árbol y me quedé profundamente dormida.

(...)

Al despertar, lo primero que vi fue a varios de los ninjas estirándose y guardando lo que necesitaban para continuar nuestro viaje. Al igual que ellos, me estiré para despertar por completo y me reuní con Kakashi para continuar nuestro camino. Más tarde me di cuenta de que Sakura también se encontraba en el grupo, pero decidí restarle importancia para concentrarme en los chakras que estuvieran alrededor. Debía mantenerme alerta para prevenir cualquier ataque.

- ... - a lo lejos pude sentir la presencia de Naruto, pero lo que de verdad me hizo abandonar mi posición, fueron los chakras que sentí a su alrededor. No solo estaba acompañado por el tipo enmascarado que se hacía llamar Madara, sino que habían varios otros acompañándolos - debo adelantarme, Naruto está en problemas - le comenté a Kakashi, el cual no me detuvo, pero me pidió que les indicara la dirección en la que se encontraban ellos antes de que me separara del grupo.

Con mi chakra repuesto, me apresuré en llegar hacia donde estaban Naruto y Killer bee luchando con aquellas personas, pero justo antes de llegar a ellos, la aparición de los bijus me hizo parar. Esto cada vez iba peor, pero no dejaría que eso nos detuviera. Al llegar junto a ellos, Naruto me sonrió, pero segundos después de aquello, un chakra con forma diferente lo envolvió y la figura del kyubi apareció ante mis ojos.

La verdadera batalla apenas comenzaba.

Notas de la autora

El verdadero Madara aparecerá pronto~

Espero que les haya gustado el capítulo.

Descendiente [Reiko Senju]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora