Capítulo 6

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Él besa el otro lado de mi boca, sus ojos no dejan los míos. Asiento, lentamente. Luke sonríe, mientras me empuja de regreso a la manta y cubre mi cuerpo con el suyo. ¡Oh hombre... él es muy bueno!
Su cuerpo alto y musculoso parece encajar perfectamente contra mis suaves curvas. Presiona una de las piernas entre las mías y puedo sentir su impresionante erección contra mi cadera. Coloco mis manos sobre la camisa para acariciar su piel desnuda, para arriba y para abajo sobre sus costillas. Su piel es muy suave y firme sobre sus músculos esculpidos.
Mientras continua dejándome loca con el talento de su boca, pasa la mano en mi cadera y sube dentro de mi blusa hasta mi seno y no me mueve del suelo cuando lo aprieta en su mano. Mi pezón esta duro, luchando contra el sujetador y la camisa, pasa el dedo sobre él.
-Abre los ojos. -Miro directamente sus perfectos ojos azules, que me están mirándome con hambre y pasión. Mi respiración se detiene, y paso mis dedos por su mejilla.
-Eres tan sexy, Natalie. Simplemente no consigo dejar de tocarte.
-Amo cuando me tocas.
-¿Amas? -Él acaricia mi rostro, quitando de mi mejilla unos cabellos sueltos.
-Sí -susurro.
-Tu piel es tan suave -murmura, sus dedos todavía en mi mejilla-. Amo tu cuerpo lleno de curvas.
Mis ojos saltan.
-No arrugues la frente. -Me besa entre las cejas, como si estuviera tratando de borrar la mueca en mi rostro.
-No estoy tan segura sobre mi cuerpo lleno de curvas. -Es una admisión susurrada. Nunca antes lo dije, y, francamente, nunca me sentí tan vulnerable. Su mirada azul se encuentra con la mía nuevamente, y cada palabra es pausada:
-Eres. Linda.
Cierro los ojos, pero él me aprieta la barbilla, forzándome a mirarlo de nuevo.
-Gracias.
Sus labios encuentran los míos, ahora gentiles, demorándose y acariciando mi boca, como si tuviese todo el tiempo del mundo. Muevo mis caderas, me froto contra su muslo, y él gime bajo en su garganta. Mi sangre esta en llamas. Nunca quise a un hombre como quiero a Luke. Quiero consumirlo. Quiero que él sea rápido y duro, y lo quiero el día entero. Adoro la forma como me siento cuando esta sobre mí.
Se sienta, llevándome con él y toma el borde de mi camisa.
-Te quiero. -Él está sin aliento y necesitado, y en este momento yo haría cualquier cosa que me pidiera. Levanto mis manos arriba de mi cabeza, pero antes que él consiga quitarme la camisa, siento caer gotas de agua en mi cara. Miro el cielo y me doy cuenta de las nubes oscuras y que está comenzando a llover, el agua goteando por las ramas de nuestro árbol.
-Me estoy mojando -susurro contra su boca.
Él sonríe, sus ojos riéndose de mí.
-Espero que sí.
Me comienzo a reír con él, y paso mis brazos alrededor de su cuello.
-Eso también, pero estamos a punto de mojarnos con la lluvia.
-Joder -murmura Luke, me besa suavemente. Pasa su mano por mi espalda, desde el cuello hasta mi trasero, y lo siento gruñir.
-Deberíamos irnos.
Levanto una ceja para él.
-No pienses que estoy desistiendo de descubrir tus tatuajes secretos.
-¿Qué paso con llevar las cosas lentamente? -Mi respiración comienza a calmarse, pero mi corazón todavía está andando rápido. ¡Oh, que me ha hecho este hombre!
-Creo que cambié de idea. -Él lo dice en serio. ¡Gracias a Dios!
-¿Y eso porque? -Paso mis manos por su cabello, completamente feliz en sus brazos, apretándome.
-Porque no puedo mantener las manos lejos de ti. No sé qué estás haciendo conmigo, pero estoy bajo algún hechizo. -Se sacude un poco, y mira alrededor, al cielo oscuro.
-La lluvia está aumentando, vámonos rápido de aquí. -Me suelta y recogemos sus cosas, corriendo por la floresta hasta el auto. En el momento que llegamos, estamos mojados y riendo como niños.
-¡No quiero mojar tu asiento de cuero!
-¡No te preocupes por eso, solo entra! -Abre la puerta para mí.-No quiero que te enfermes, bebé.
¿Bebé? ¡Bebé! ¿Está bien que él me llame bebé? Me lleva hasta mi lado, cierra la puerta y corre al lado del conductor. Me mira, su cabello y camisa mojada, respirando con dificultad, sus bellos ojos azules llenos de humo.
Oh, sí. Estoy bien con eso.
-Vamos a llevarte a casa y secarte. -Prende el auto y lo saca fuera del estacionamiento, en dirección a la carretera.
-Entonces, cuéntame más sobre ti. -Luke entra en la carretera y me mira.
-¿Qué quieres saber? -pregunto.
-¿Música favorita?
-Maroon 5 -respondo fácilmente.
-¿Película favorita? -pregunta con una sonrisa.
-Hmm... Ya tuvimos esta conversación. -Me río-. Todavía me gusta "The Way We Were".
-Ah, sí, eres una fan de Robert Redford. -Me besa la mano y yo suspiro.
-Lo soy.
-¿Primer novio? -pregunta, sus ojos regresan hacia mí, y yo me congelo. ¿Cómo puedo responder a esa pregunta?
-Sabes, yo no hago eso. -Me muevo en el asiento.
Me mira, después de regreso al camino.
-¿Hacer qué?
Encojo los hombros, tratando de encontrar las palabras, y me pregunto porque siento la necesidad de explicarme.
-Hey. -Él une nuestros dedos y me besa las manos antes de colocar ambas en sus piernas-. ¿Qué es esa respuesta?
-No estoy acostumbrada a pasar mucho tiempo con los hombres. No tengo citas. No tomo comidas con ellos. No pierdo mi tiempo jugando al juego de 20 preguntas. Simplemente... no lo hago. -¡Está saliendo todo mal! Me mira, sorprendido.
-Ok, ¿Qué haces con los hombres?
Se mueve en su asiento y creo que está estresándose.
-Follo con ellos. -Apenas eso.
Él está furioso.
-¿Qué?
Oh, si... Creo que está realmente furioso.
-Luke, no tengo citas.
Oh, ¿Cómo puedo explicar esto? Nunca quise lo de hoy antes. Antes de él.
-¿Me estas jodiendo? -Su voz es incrédula, y deja ir mi mano.
-¡No! -Cierro mis ojos y muevo la cabeza-.Quiero decir, antes de conocerte. Solo... no quiero que pienses que soy promiscua o que salgo con hombres por la floresta después de conocerlos por menos de dos días.
-Pero follas con ellos -gruñe.
-Bien, acostumbraba hacerlo. -Me hundo en el asiento y miro por el parabrisas- . Antes de que mis padres murieran...
Él toma mi mano de nuevo y vuelvo la cabeza de regreso a él, sorprendida.
-Adelante.
-Antes de que ellos murieran, cuando estaba en la universidad, no me preocupaba mucho de mí. O de cualquier persona. Pero el sexo era algo que entendía. Nunca quise sentir nada por un hombre.
Trago en seco y cierro los ojos de vergüenza.
-¿Paso alguna cosa para que te sintieras así? -Su voz era calma. Muy calma.
-Umm... -Nunca se lo había dicho a nadie. Excepto a Jules.
-Mira, Nat, siento algo aquí, y puedes apostar por tu dulce y lindo trasero que voy a hacer el amor contigo esta noche. No te voy a follar. Entonces, creo que es muy importante que seamos honestos uno con el otro ahora. Sin sorpresas. -Su rostro bonito es tan sincero y dulce.
-Anoche me dijiste que me querías follar.
-Lo dije. Y hoy. Pero no esta noche.
-Oh. -Respiro profundo.
-Y, ¿qué paso, nena?
Libero mi mano de la suya y doblo mis dedos sobre mis piernas. Luke cambia de carril, e intento reunir mis pensamientos. Oh, eso duele.
-Cuando tenía diecisiete años, fui novia de un chico por algunos meses, yo pensaba que era bastante agradable. Era virgen, y él acostumbraba a bromear conmigo sobre eso, pero no me importaba. Apenas tenía 17, ¡por Dios! Bien, resumiendo la larga historia, él llevo las cosas demasiado lejos una noche. Nosotros estamos en mi casa, mis padres estaban en una fiesta, y nosotros estábamos solos, y... -Paro de hablar y miro por la ventana, sin ver los edificios y los árboles, inmersa en la vergüenza-. Él me violó.
Luke toma aire, con el rostro lleno de rabia.
-Hijo de Puta.
-Eso ni siquiera es la peor parte. -Sonrío miserablemente con el recuerdo.
-¡Eso no es divertido, joder! -Me está mirando ahora y mi rostro esta serio.
-Confía en mí, lo sé. -Trago-. Maldices mucho.
-No me has escuchado maldecir todavía. ¿Qué paso después?
-Mis padres vinieron a la casa. -Es una confesión susurrada. Pero esta vez, Luke inhalo alto.
-Mi papá casi lo mató. Llamaron a los policías. Él fue castigado. Su papá era un senador, conjuntamente con toda la mierda legal, mis padres los demandaron y ganaron. Mi papá era un abogado bien graduado. Tengo un gran fondo fiduciario de la demanda, que nunca tocaré. No necesito de él, mis padres me dejaron muy bien financieramente, y no quiero eso de cualquier manera.
Él no dice nada por un largo tiempo. Solo conduce y parece completamente perdido en sus pensamientos.
-Entonces -interrumpo el silencio-, es por eso que tuve tantos problemas con los hombres en la universidad. Me tomo algunos años de asesoramiento y la muerte de mis padres, para despertar y conseguir salir de ese comportamiento destructivo.
-¿Los tatuajes? -pregunta.
-No, irónicamente, los tatuajes no tienen nada que ver con mi pasado, y todo que ver con la cura.
Todavía no me mira.
-Hey. -Tomo su mano en la mía-. Sé que es mucho para asimilar, y nosotros acabamos de conocernos. Si prefieres dejarme y que cada uno vaya por su lado, lo entiendo.
-No, Natalie, no te vas a librar tan fácil de mí. -Aprieta mis dedos en su mano y el alivio que siento es increíble.
-Estabas muy quieto.
-Honestamente no sé qué decir.
Arruga la frente y me mira.
-Solo... -Hago una pausa para organizar mis pensamientos-. Pensé que deberías saberlo.
Las dos últimas palabras son susurradas.
-¿Nunca tuviste una relación?
Niego con la cabeza.
-Cariño, nosotros tenemos mucho que recuperar... -Su voz es suave nuevamente y siento el calor correr lentamente por mí.
-¿Tenemos?
-Oh, sí. Sin embargo, tengo una pregunta.
-Ok.
-¿Dónde está el hijo de puta?
-No sé. ¿Por qué?
-Porque lo voy a matar.
¡No puedo creer que diga eso! Sonrío bajito.
-No hay necesidad. Estoy segura que es un hombre miserable, Luke.
-Debería estar en el infierno.
-Debe estarlo. -Aprieto más su mano con la mía-. Confía en mí, él no puede hacerme más daño. Mi papá me salvó.
-Gracias a Dios. -Besa mis dedos, y siento que comienza a relajarse a mi lado.
Wow, le dije lo peor, ¿y todavía quiere verme? ¿Cómo es que tengo tanta suerte?
Luke para en frente de mi casa y apaga el auto. Abre la puerta para mí, y recoge el estuche de mi cámara, siguiéndome hasta la casa. Abro la puerta y señalo para que entre.
-¡Jules! -grito a mi compañera de cuarto, pero la casa parece vacía.
-Creo que ella no está aquí. -Sonrío y tomo mi estuche de su mano, colocándolo en la mesa. Agarro las llaves del auto y las coloco también en la mesa.
-¿Te puedo mostrar mi casa? -De repente me siento tímida.
-Claro, después de ti.
Aprieto su mano.
-Gracias por unirse hoy a nuestro tour, Sr. Williams, es un placer tenerlo con nosotros.
Luke ríe, una carcajada suelta, y siento que mi timidez desaparece.
-Oh, amo tu sentido de humor, Natalie.
Recojo mi morral del suelo y levanto las cejas.
-Te voy a mostrar el estudio y esconder esto lo más lejos posible.
-Veo que tienes una bella vista. -Señala a la gran ventana que va del suelo al techo y sonrío.
-Tengo. Aquí es, obviamente, la sala de estar, mesa y cocina. -Miro nuestros conjuntos de sofás y sillas rojas y marrones, la mesa de madera oscura, y la elegancia simple de la cocina.
-Gran cocina. -Él guiña para mí.
-Sí -respondo y él ríe-. Pero yo no cocino. Jules usa más la cocina.
-Amaría cocinar para ti. -Su mirada es brillante.
-También me gustaría. -Siento el calor en mi rostro-. Ok, vamos para el estudio, y después te muestro el piso de arriba.
-¿Afuera?
-Sí, convertí la casa de huéspedes en un estudio. Es mi parte favorita de la casa. Vamos.
Lo llevo para fuera por las puertas de vidrio deslizantes, y atravesamos el patio hasta el estudio.
Hago una pausa en la puerta y lo miro expectante.
-¿Qué? -preguntó, la curiosidad escrita en su rostro.
-¿No tengas un ataque, ok?
-¿Por qué lo iba a tener?
-Bien, te dije que no hago retratos tradicionales. -Me muerdo el labio.
-Bebé, después de nuestra conversación anterior, y de la manera que me siento por ti en este momento, te aseguro que no voy a enloquecer.
Miro su rostro, y veo que habla con verdad, me volteo para abrir la puerta. Aquí vamos.
Camino delante de él y coloco la bolsa en el suelo. Enciendo las luces y Luke me sigue para dentro. Él se detiene luego de entrar; su mandíbula cae, los ojos abiertos, mirando mi estudio. Me volteo y veo lo que está viendo. Hay una cama King size en una esquina, con sábanas blancas extendidas sobre ella, lista para la sesión de mañana.
Hay más ventanas del suelo al techo. ¡Iluminación perfecta! Por medio del cuarto, tengo estantes con lencería, corsés, zapatos y otros accesorios. Pero parece estar enfocando en las fotos colgadas alrededor de la sala.
Él camina en dirección a una y mira a la pareja en el auge de la pasión. En blanco y negro; una visión lateral de una pareja acostada en mi cama King size, el hombre arriba, apoyado sobre ella, la boca en su seno. La cabeza de la mujer para atrás, con la boca abierta, sus piernas alrededor de las caderas de él y su pie apoyado en la parte de atrás del muslo.
Es una foto erótica e íntima, y una de mis favoritas. Luke se mueve por el estudio en un círculo, mirando todo el arte en mis paredes, algunos de los hombres o mujeres están en posiciones provocativas, la mayoría de las parejas en diferentes posiciones sexuales.
Finalmente sus ojos encuentran los míos.
-Eso es lo que hago -susurro.
-Natalie. -Él traga y mira mi foto favorita-. Es increíble.
-¿En serio?
Él mueve la cabeza, los ojos sorprendidos.
-Sí, es increíble. Sexy como el infierno. ¿Cómo llegaste a esto?
No puedo quitar la sonrisa en mi rostro.
-En la universidad. Las chicas querían que les sacara fotos sensuales para llevárselas a sus novios, entonces hice un estudio improvisado en mi casa y comencé el negocio allí.
-¿Y las parejas?
-Fue una evolución natural. La mayoría de ellos son clientes que regresan, los novios o los esposos amaban las fotos de sus chicas, y ellos querían fotos íntimas juntos, como una pareja. No es pornografía. Solo quiero que eso quede claro. - Miro su rostro.
Él arruga la frente.
-Bebé, esto es arte. Definitivamente no es pornografía.
Sonrío, aliviada.
-Hay un cuarto que uso para almacenar los accesorios o muebles para las diferentes sesiones, y uso la cocina para guardar las bebidas para los clientes. A veces, a las chicas le gusta sacarse fotos allá también. Es divertido.
Él camina hasta mí, con las manos en mis mejillas y me besa suavemente.
-Eres increíblemente talentosa.
Wow.
-Gracias. Y para que conste, nunca tuve sexo aquí. Nunca.
Sus ojos bailan con malicia.
-¿Es un desafío?
-No, es solo un hecho.
-¿Por qué?
-Porque esos no son mis recuerdos, son de mis clientes.
-Entonces, ¿no traes hombres aquí?
-Solo a ti, bonito. -Sonrío tímidamente.
-Es bueno saberlo.
-La verdad... -continúo, mirando sus brillantes ojos azules-. Nunca invite a un hombre a mi casa antes.
Sus ojos se abren e inhala profundamente.
-¿Tu cama?
-Apenas yo.
-Eso está a punto de cambiar. -Agarra mi mano y me lleva fuera del estudio, golpeando la puerta detrás de nosotros, regresando a la casa.
-¿Dónde es tu cuarto?

Conmigo #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora