Epílogo

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¡Santa mierda!
Estoy de pie en un hermoso bungaló en Tahití, al frente de un gran espejo y no me reconozco, incluso a la mujer mirándome. Amo mi vestido de novia. Es largo y fluido. Es de gasa blanca, un corpiño moldeado y tiras finas, y la falda cae de la cintura en estilo imperial hasta el suelo. No voy a necesitar zapatos. Mi maquillaje es clásico y simple, perfecto para una boda en la playa, y mi cabello está rizado, atrapado en un moño.
Estoy usando mis perlas.
-Estás deslumbrante. -Jules besa mi mejilla y le sonrío, nerviosa.
Ella también está deslumbrante en su vestido de seda rosa. Miro el bungaló, con una sonrisa de felicidad y amor. Estoy rodeada por hermosas mujeres. La madre de Luke, Lucy y la mamá de Jules, Gail, están juntas hablando en una esquina. Ambas hermosas en sus vestidos rosa. Samantha y Lucy están jugando con la pequeña Sophie, que está simplemente adorable en un vestido con una banda rosa. Jules, por supuesto, y Stacy son mis damas de honor.
Sam y yo enterramos definitivamente cualquier animosidad que todavía había entre nosotras después de la caída de Luke, y nos volvimos buenas amigas. Ella hizo la mayor parte del trabajo en la planificación de esta boda fantástica.
-¿Estás nerviosa? -pregunta Stacy.
-No lo estaba, hasta que me puse el vestido, ahora estoy un poco nerviosa. - Sonrío y miro atrás al espejo. ¡Santa mierda, me voy a casar! Neil entra por la puerta y sonríe ampliamente cuando nos ve.
-Me enviaron aquí para darte esto.
Me entrega una caja envuelta, con una tarjeta adjunta y besa mi mejilla.
-Es casi la hora.
-¿Los chicos están listos? -pregunto.
-Sí, tu prometido muy pronto estará hecho un manojo de nervios. Está listo para hacerte su esposa.
Río y beso la mejilla de Neil.
-Aquí, llévale esto. -Le entrego una caja envuelta, también con una nota-. Dile que voy a encontrarlo en unos minutos. Voy a ser la mujer de blanco.
Voy hasta la esquina del cuarto para abrir el regalo en privado. Mi hombre ama consentirme. Como alquilar este resort entero para nuestra familia y amigos, para que disfrutaran durante una semana entera y como si nuestra bella boda no bastara, me dio pequeños regalos todos los días. Estoy loca por él. En la caja está escrito:
Abre primero la caja, después lee la nota.
Es tan mandón. Abro el papel blanco y hay una pequeña caja azul de Tiffany. Dentro del satén, hay un sorprendente par de pendientes de diamante.
Son de un diamante rosa suave, con un diamante en forma de lágrima colgando de ellos. La joya me quita el aliento. Abro la carta y me siento en la cama.
Mi amor, cuando leas esto, estarás a pocos minutos de volverte mi esposa. No puedo expresarte cuán honrado estoy en saber que eres mía. Estoy listo para amarte por el resto de mi vida, como tu esposo. Te amo... Luke.
Bueno, ¿realmente no es un seductor?

Conmigo #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora