¡Samantha!
-¡Qué diablos!
-¡Oh dios mio!
Toda la familia Williams comienza a gritarle a la hermana de Luke, pero ella permanece firme, con los ojos brillando hacia mí. Sorprendentemente, yo respiro profundo y encuentro una calma zen, muy reconfortante.
Agarro el muslo de Luke, cuando él comienza a levantarse de su silla con furia.
-Samantha, ¿Qué diablos está mal contigo?
-Luke, para.
-¡No, Nat, no voy a admitir que hable así contigo, principalmente alguien dentro de mi propia familia!
-Hey. -Le sostengo el muslo nuevamente y siento la mirada de todos en mí, cuando regreso a mirarlo.
Me volteo para su hermana y sé que mis ojos engañan mi calma exterior. Me hizo daño.
-Primero que todo, quiero decir sin faltarle el respeto a tu familia, Luke, ¿cómo te atreves a decir una cosa de esas sobre tu hermano?
Samantha resopla, y continúo.
-No solamente estas insinuando que soy una prostituta, también insinúas que tú hermano es muy burro, al punto de salir con una mujer que apenas quiere sacar ventajas de él, por causa de su fama o su dinero y todavía esté feliz con eso. No necesito ni del dinero ni la fama de Luke. No es que eso sea de tu incumbencia, vivo muy bien, gracias. Nunca vi las películas de él, pero no tengo dudas de que sea muy talentoso. Lo que seguramente es, ya que es increíblemente inteligente y honestamente el hombre más amable que haya conocido y él es muy hermoso por dentro, como por fuera. No voy a admitir que alguien hable sobre él así, Srta. Williams.
Empujo mi silla y me quedo de pie.
-Natalie. -Luke toma mi mano, la aprieto de modo tranquilizador.
-¿Hay un baño por aquí cerca? -Le pregunto a Lucy.
-Claro, querida, al fondo del pasillo a la izquierda.
Miro a Luke y después lanzo la precaución al viento y me inclino para besar sus labios.
-Ya regreso.
Cuando camino por el pasillo, más calmada de lo que me siento, escucho la mesa entrar en erupción con la rabia por la hermana de Luke. Bueno. Ella merece todo lo que acababa de comenzar.
Encuentro el baño y me encierro adentro. Recargo mis manos en el armario, e inclino la cabeza tratando de calmarme. Sé que es la adrenalina, pero no puedo parar. Tal vez debí mantener la boca cerrada, ¡ella me vuelve loca! No sé si el problema es conmigo, pero había estado abiertamente hostil toda la noche. Y el último comentario me empujo al límite.
Estoy segura que sus padres ahora me odian por ofender verbalmente a su hija en la mesa de la cena. Sin embargo, parecían estar sorprendidos, más que cualquier otra cosa, en el momento de la discusión y Mark tenía una gran sonrisa en el rostro, cuando me fui de la mesa.
Oh, ¿cómo es que voy a regresar a enfrentarlos? Tomo cinco respiraciones profundas. La agitación comienza a disminuir, y no sé por cuánto tiempo he estado encerrada en el baño. Abro la puerta y comienzo el viaje de regreso a la mesa.
Antes que pueda cruzar la esquina, escucho la voz suave de Lucy.
-Querido, ella obviamente te ama.
Paro y escucho.
-Mamá... -Luke comienza a hablar, pero Lucy lo interrumpe.
-Lo sé, no es nuestro asunto, está bastante claro como ella se siente por ti, querido. ¿Por qué más te defendería así?
-Ella es divertida -ahora es la voz de Mark, creo.
Decido parar de escuchar y entro en la sala, notando que Samantha no está más en la mesa. Luke se levanta y camina rápidamente hasta mí, envolviéndome en sus brazos fuertes.
-¿Estas bien?
-Estoy bien. -Me separo un poco para sonreírle, en seguida, miro en dirección a su familia-. Realmente siento mucho la manera en que hable con su hija...
Neil levanta la mano para parar mi discurso.
-No, Natalie, nosotros somos lo que lamentamos su comportamiento. Por favor, termina de comer. Samantha no se reunirá con nosotros.
Miro a los ojos de Luke y él parece nervioso e inseguro cuando sus ojos encuentran los míos.
-Ok.
-¿Estás segura de que estas bien? -murmura.
-Sí, vamos a terminar de cenar. -Nos sentamos en nuestros lugares y continuamos comiendo.
-Todo está realmente delicioso. -Sonrío para Neil y él sonríe para mí.
-Estoy feliz de que te guste.
-Amo a un hombre que sabe cocinar. -Sonrío para Lucy, que esta radiante con mi regreso y aprovecho el resto de nuestra noche.
***
Luke está tranquilo, en el camino de regreso para su casa, después de la cena. Esta mordiendo su pulgar, lo que me dice que está pensando. Él no me toco desde mi regreso a la mesa y comienzo a sentirme un poco aprensiva.
-¿Estás bien? -pregunto, rompiendo el silencio.
Él me mira y frunce el ceño.
-Claro.
-Está bien. Ok. -Cierro mis manos encima de mis piernas y miro a las luces de la ciudad a lo lejos por mi ventana. Al llegar a su casa, el silencio es ensordecedor. Abre la puerta para mí y me acompaña por las escaleras llevándome hacia adentro. Enciende la luz, mientras camino y coloco mi cartera en el mesón.
Me volteo para mirarlo, y estoy sorprendida al descubrir que no está en la sala. ¿A dónde fue?
Hago una mueca, cuando el malestar comienza a enrollarse por mi estómago. Dios mío, realmente me equivoque. Debe estar rabioso conmigo por la forma en que le hablé a su hermana en la cena. ¿Dónde está? Tal vez quiere que me vaya y me está dando espacio para recoger mis cosas.
Subo las escaleras y voy para su cuarto, deseando no llorar hasta llegar a casa. Voy a recoger mis cosas para salir de allí. Entonces puedo romperme. Poco antes de cruzar la puerta de su cuarto, mi teléfono suena. Lo veo, tengo un nuevo mensaje de texto. De Luke.
¿Natalie, por favor, me encuentras en el baño?
¿Huh?
Camino por el cuarto y voy a la entrada del baño, parando delante de la escena frente a mí.
Él llenó la bañera enorme con forma de huevo y el olor de lavanda está en el aire. Hay velas prendidas sobre el armario al lado de la bañera. Luke está de pie a un lado, vistiendo apenas los jeans con el botón de arriba abierto.
Finalmente, encuentro mi voz y todo lo que puedo decir es:
-Hola.
-Hola.
-Pensé que estabas enojado conmigo.
-¿Por qué?- Él camina hasta mí y toma mi barbilla con el pulgar y el índice, inclinando la cabeza, para que pueda mirarlo a los ojos.
-Porque has estás muy silencioso desde que salimos de la casa de tus papás.
-Estaba pensando. -Sus dedos tocan mi rostro y él tiernamente me besa la frente.
-¿En qué? -Susurro.
-Vamos a entrar en la bañera. -¡Oh! Quiero que el continúe hablando.
-Tengo puesta mucha ropa para un baño.
-Lo estás, bebé. -Me quita mi chaqueta y la coloco en una silla próxima. Saca mi vestido sobre la cabeza y suavemente lo dobla y lo coloca sobre la chaqueta.
-Quítate los zapatos.
Obedezco, incapaz de quitar los ojos de él. Él envuelve los brazos a mi alrededor y se inclina para besar mi hombro, mientras quita mi sujetador, empujándolo para abajo en mis brazos. Cuando él retrocede, baja mi hilo dental con mis pulgares, deslizándolo por mis muslos, dejándolo caer en el suelo. Estoy delante y siento su placer en verme desnuda, por sus ojos nublados y el deseo que vibra de él, cuando saborea mi desnudes de arriba abajo.
-Estas muy vestido también. -Susurro y mi estómago se aprieta, mientras veo sus pupilas dilatadas.
-Cierto, lo estoy. -Él baja los jeans junto con sus bóxers, en un movimiento suave, quedándose gloriosamente desnudo delante de mí.
-Ven. -Levanta la mano, para ayudarme a entrar en el agua. Me hundo y suspiro cuando el agua caliente me envuelve.
-¿No te vas a unir a mí?
-Sí. -Él entra y se sienta frente a mí, con las piernas a cada lado de las mías, inclinándose hacia mí.
-Eso es bueno. -Era verdad. El agua relajante, después del duro encuentro con su hermana, y él está desnudo, lo que hace las cosas todavía mejor.
-Lo es.
-Estás muy monosílabo, sabes.
Él sonríe casi tímidamente.
-Lo siento mucho. Hay muchas cosas pasando por mi cabeza.
-Cuéntame.
Balancea la cabeza.
-Oh no, no lo hagas. ¿Qué está pasando en esa bella cabeza, Williams?
-Realmente lo siento mucho, por la forma como mi hermana te trato esta noche.
Oh.
-Siento mucho la forma en que reaccione, Luke. Siento mucho haberte dejado incómodo y por hablar de esa manera con tu familia.
-No, no te disculpes. Ella estaba descontrolada. Yo tenía una mala sensación de que podía reaccionar así, y por eso la llame anoche.
-Luke. -Tomo uno de sus pies y comienzo a darle un masaje. Sus ojos se abren y en seguida los cierra, inclinando la cabeza contra la bañera en un gemido.
-No tengo hermanos, mas puedo entender la intensión de ella de proteger a alguien que ama. Lo que no entiendo es, ¿por qué toda esa hostilidad? Eso no lo entendí.
-Bien, algo que dijiste esta noche, toco un punto bien próximo. -murmura, abriendo los ojos y suspirando, mirando en todos los lugares, menos para mí.
-¿Qué?
-La parte sobre que yo era lo suficiente estúpido para estar con alguien sabiendo que está usándome por ser rico y famoso.
Suspiro y suelto su pie. Oh Dios mío, eso es humillante.
-No entiendo.
Él toma mi pie derecho en sus manos, pasando el pulgar sobre mi tatuaje y arrugando la frente.
-Mi última relación fue con una mujer que estaba conmigo por todas esas razones.
-Ah. -No quiero escuchar esto.
-Sí.
-¿Hace cuánto tiempo?
-Acabó hace más o menos un año.
-Pensé que habías dicho, que nunca presentaste a nadie a tu familia.
Inclino mi cabeza para atrás en la bañera. Apenas consigo no mirarlo cuando me estoy sintiendo celosa, nerviosa e insegura.
-No la presente. Ellos nunca la conocieron. Se enteraron después que había pasado.
Estoy mirando para el techo, escuchando y tratando de encontrar a la persona zen y calmada que estaba en la mesa durante la cena con sus padres.
-¿Por qué? -Mi voz es más calma de lo que siento.
-Porque ella fue a las revistas y dijo que estaba embarazada, cuando decidí terminar con nuestro compromiso.
-¿Qué estás diciendo? -Mi cabeza regresa a su lugar y entonces lo enfrento-. ¿Eres papá?
-¡No! -Él firmemente cierra los ojos y balancea la cabeza con frustración-. Ella vendió la mentira a las revistas, como venganza por romper con ella.
-¿Te ibas a casar con ella? -Siento como si hubiese sido pateada en el estómago.
-Sí. -Él me está observando con cautela, sin duda viendo mi reacción ante esta novedad.
-¿Y nunca la presentaste a tu familia?
-Ella nunca tuvo mucho interés en conocerlos. Siempre que trataba, algo aparecía. -Encogió los hombros.
-¿Y no pensaste que era extraño?
-Lo veo ahora.
-¿Por qué terminaste la relación?
-Porque ella no era la correcta para mí.
-Esa es una respuesta débil.
-Es la verdad. -Encoje los hombros y entonces suspira-. Creo que finalmente me di cuenta, que si no yo no fuera famoso o rico, ella no se quedaría conmigo. No estaba de acuerdo con que parara de actuar y esperaba que mi trabajo como productor fuese apenas una faceta y que pudiera sentir la falta de ser el centro de las atenciones. Ella quería ser la esposa de una celebridad y eso no era algo por lo que estaba interesado.
-¿Todavía hablas con ella?
-No.
Inclino la cabeza para atrás nuevamente y miro mis dedos arrugados. El agua comienza a enfriarse. El tiempo vuela, cuando estas tratando de mantener una conversación tranquila sobre la ex-novia de tú amante.
-Creo que eso explica muchas cosas.
-Nat...
-Espera un poco. -Levanto mi mano para detenerlo-. Dame un minuto.
-Ok. -Arruga la frente y continúa masajeando mis pies.
¿Por qué me siento engañada de nuevo? Entonces lo entiendo.
-Debo haberle parecido una estúpida a tu familia, por no tener ni idea sobre tu ex-novia.
Se inclina abruptamente para adelante sentándome en sus piernas, ignorando el agua que rebalsa fuera de la bañera, envolviendo sus brazos alrededor mío.
-Estuviste magnifica esta noche. No sé si debería sentirme orgulloso o cobarde por la manera en como saliste a mi defensa.
-Deberías haberme avisado.
-Lo sé.
Paso mis dedos por su cabello y suspiro.
-Nosotros todavía tenemos mucho que aprender sobre el otro.
-Vamos a llegar a eso, bebé.
-Me volví loca cuando tu hermana comenzó a hablar de esa manera de ti.
El balancea la cabeza y ríe con tristeza.
-Irónicamente, ella estaba hablando sobre ti, bebé.
-Lo sé, pero al hablar de esa manera conmigo, ella te estaba haciendo daño, y no pude soportarlo.
15 centímetros más alto, los cabellos dorados y el cuerpo bronceado, inclinándose para besar mis hombros desnudos.
Coloca una mano atrás de mi cuello y acaricia mi columna, parando por un momento sobre mi tatuaje, y observo el movimiento de su mano, y su respiración sin aliento. Él empuja mis caderas para atrás y me inclino, no consigo desviar la mirada de su lindo y expresivo rostro, cuando me toca.
Finalmente, introduce un dedo dentro de mí.
-Oh, Luke.
-Querida, estas tan mojada.
Lo siento posicionar la cabeza de su pene en mi entrada, y lentamente, oh es tan lento, empuja dentro de mí. Sus ojos encuentran los míos en el espejo, cuando empuja más lejos, hasta que está enterrado completamente dentro de mí.
-Pégame. -¡Joder! ¿Acabo de decir eso?
-¿Qué? -Se detiene, las manos en mis caderas, mirando el espejo.
-Pégame.
-¿Te gusta duro, bebé? -Sonríe irónicamente para mí.
-No, hasta que te conocí.
Su rostro cambia de curiosidad a puro placer en cuestión de segundos y no puedo evitar apretarme alrededor de él.
-Joder, Natalie. -Levanta su mano derecho y golpea mi trasero.
-¡Sí!-Muevo mis caderas y él comienza a moverse dentro y fuera de mí, sosteniendo mis caderas. Estoy apoyada contra él y juntos marcamos el ritmo. Finalmente, levanta la mano y golpea mi trasero y ¡es tan delicioso!
-¿Otra vez?- Me pregunta, sin aliento.
-Sí.
Él me pega y siento el inicio de la tensión crecer en mi barriga. Mis piernas tratan de cerrarse, y me aprieto alrededor de él, mi orgasmo está llegando.
-Oh bebé, sí. -Observo fascinada, cuando Luke cierra los ojos firmemente y aprieta mis caderas, su propio orgasmo llegando también y vaciándose dentro de mí.
Pasa su bella mano por mi espalda nuevamente, su respiración todavía sin aliento y sonríe para mí en el espejo.
-No tenía idea que te gustara duro.
-Es un gusto nuevo.
Él se desliza fuera de mí, y se inclina para besar el tatuaje en mi muslo, debajo de mi coño y suspiro.
-Creo que ese es el tatuaje más sexy de los que tienes.
-¿Lo crees?
-Mmm Hmm. -Está pasando el dedo y los escalofríos me recorren.
-¿Por qué?
-Bien, porque es jodidamente sexy.
-Estoy feliz que te guste. -Le sonrío, todavía en el espejo.
-Los amo a todos -dice con sinceridad y no puedo evitar enamorarme de su expresión honesta.
-Quiero que seas feliz, Nat.
-Ah. -Me emociono con sus palabras y se levanta, para tomarme en sus brazos -. No sé qué hacer con estos sentimientos que estoy teniendo por ti -susurro en su pecho.
-Vamos a ir día a día, bebé. -Me da un beso cariñoso.
-Ok, puedo hacer eso.
-Bueno, vamos a dormir un poco. -Me toma en sus brazos y me lleva cargada hacia la cama.
-Sabes, yo puedo caminar. -Sonrío y coloco mi rostro en su cuello.
-No es necesario, te quiero llevar.
-Amo lo fuerte que eres.
-¿Amas?
-Sí. Hablando de eso, tengo que levantarme temprano mañana para el yoga y después tengo una sesión a las once.
-Está bien. ¿Quieres que te vaya a buscar para el almuerzo? -Él me cubre con el edredón, acostándose detrás de mí y acercándome a sus brazos.
-¿No estás cansado de mí?
-¿Estas cansada de mí? -Me voltea, para poder ver mi rostro.
-Bien, no.
-Quiero verte mañana para almorzar. Por favor.
-Ok. -Respondo y me enrollo en sus brazos para dormir.