Ayer pasamos un día romántico, haciendo un tratamiento de spa para dos. Fui mas a los spas en estas últimas dos semanas, que en los dos últimos años. No me quejo. Pero hoy es nuestro último día. Vuelvo la cabeza de nuevo a la habitación para asegurarme de que aún está dormido, y luego camino hasta el agua por debajo del bungaló para recoger nuestro desayuno que es entregado por una canoa. Pongo la comida y el café en una bandeja y vuelvo a la habitación. Después de colocar la deliciosa comida, con un aroma maravilloso, me siento en el borde de la cama, subiendo por el cuerpo de Luke y besando sus labios.
-Luke, amor, despierta. -Mordisqueo sus labios y beso su cuello mientras se retuerce debajo de mí.
-Buenos días -murmura.
-Buenos días, amor. Despierta. Tengo algo para ti.
Pasa la mano en mi espalda y frunce el ceño.
- Es difícil hacer el amor cuando llevas ropa, bebé.
Me río cuando él abre sus sexys ojos azules.
-No es eso lo que tengo para ti.
Me levanto de encima de él y me voy al extremo de la cama, mientras él se sienta. Las sábanas caen en su regazo, y se pasa las manos por la cara y el pelo. La barba matutina es increíblemente sexy.
-¡Desayuno! -Pongo la bandeja en la cama entre nosotros y levanto la tapa de plata. Hay grandes porciones de tortitas, tocino, huevos y fruta. Al lado, una jarra de café y dos tazas.
-¿Pediste todo esto? -pregunta.
-Sí, pensé en alimentarte, aunque sólo fuese una vez. -Sonríe y toma mi cara.
-Gracias, cariño.
-Ha sido un placer. Espero que tengas hambre. -Llevo una fresa hasta su boca y le da un mordisco, luego me la como.
-Tengo hambre -dice, con los ojos llenos de lujuria.
-Más tarde -susurro.
-No eres divertida. -Pone mala cara, mientras sirve café en su taza y me da la risa.
-Eso no es lo que dijiste anoche.
Pensamientos de nosotros haciendo el amor en la bañera de la terraza están invadiendo mi mente, y me muerdo el labio.
No, no tengo quejas de la noche anterior.
-¿A qué hora tenemos que salir? - le pregunto.
-No hasta la tarde. ¿Por qué?
-¿No tenemos ningún plan especial para hoy? -Como una torta y suspiro-. Dios, esto esta bueno.
-Maldita sea, me encanta ver que comes, bebé. No, hoy pensé en improvisar. ¿Tienes algo en mente?
Me encojo de hombros y tomar otro pedazo de torta.
-¿Qué es?
-Nada, podemos hacer lo que queramos. -Me encojo de hombros, pero evito su mirada, de repente tímida. No quiero ir a ninguna parte hoy, sólo quiero estar con él, y yo no sé por qué de repente soy tan tímida para hablarle. Es una tontería.
-Natalie. - Su voz es dura y veo su mirada-. ¿Cuál es el problema?
-No hay nada malo. Estaba pensando... -Cojo un tenedor y muerdo mi labio-. Sólo quiero quedarme aquí hasta el momento de ir al aeropuerto. Quiero estar a solas contigo aquí en nuestra burbuja tropical.
Las últimas palabras son un susurro y espero para ver su reacción.
Él está sonriendo dulcemente.
-¿Por qué estás tan tímida?
Me encojo de hombros de nuevo y miro hacia abajo.
-No lo sé. Sólo pensé que podrías querer tener alguna última aventura antes de irnos, pero yo sólo te quiero a ti.
-Bebé, mírame. -Hago lo que pide sin dudarlo y me siento aliviada de ver su hermosa sonrisa.
-Pasar el día a solas contigo en este hermoso paraíso tropical suena perfecto para mí.
-Ok. -Le sonrío, aliviada y sigo a comiendo mis tortitas.
Terminamos nuestro desayuno, y mientras que Luke está en la ducha, un hombre sale de una canoa para quitar los platos sucios y cambiar las sábanas. El hombre es muy grande, y no puede dejar de hablar mientras recoge las cosas en una caja para ponerlas en la canoa.
-Su marido es un hombre muy afortunado. -Me sonríe y le devuelvo la sonrisa, pero siento dolor en mi interior. Como si fuera una palabra inadecuada. No voy a arreglar su error sobre mi estado civil y simplemente digo:
-Gracias.
-¿Cuánto tiempo llevan casados?
-Um, no mucho. -¿Por qué me asusta? Hace mucho tiempo aprendí a confiar en mis instintos, así que cruzo la habitación y me pongo detrás de un gran sofá, cerca de la puerta del baño.
-Oh, eso es bueno. -Se acerca al sofá y pasa la mano por la tela naranja. Mi corazón se acelera cuando el miedo me invade. Él está tratando de acercarse a mí y ahora sus ojos son depredadores-. Me fijé en ti esta semana. Eres muy hermosa.
-Creo que es mejor que se vaya ahora mismo. -Me muevo hacia el otro lado del sofá, alejándome aún más de él, pero me está siguiendo y mi corazón está en mi garganta.
-¿Por qué?
-Porque no quiero que estés aquí. Mi marido va a salir en cualquier momento, y no estoy interesada. Sal ahora mismo o haré que te despidan.
-No puedes hacer eso, mi tío es el dueño de este resort. -Se ríe y comienza a caminar rápidamente hacia mí.
-¡Luke! -grito, pero antes de decir una palabra, el hombre es echado hacia atrás y golpea contra la pared. Luke, respirando con dificultad con el rostro desencajado por la rabia, está apretando su garganta. Él le da un puñetazo en la cara dos veces, y la sangre brota de su nariz y grita como una niña. Estoy segura de que nadie se atrevió a poner una mano sobre él antes.
-Me aseguraré de que nunca intentas tocar a otra mujer en este complejo de nuevo, hijo de puta. -La voz de Luke es fresca y tranquila, su mirada gélida, y esto es una parte muy, muy furiosa de él, que nunca antes le he visto.
-¿Estás bien, cariño? -No me mira cuando habla, sin apartar los ojos del hombre.
-Estoy bien. -Mi voz suena más fuerte de cómo me siento y soy feliz.
-Llama a la recepción y di que llamen a la policía. Dile lo que pasó.
Hago lo que me pide y en pocos minutos una lancha llega a nuestro bungaló, con la administración y la policía, y un hombre que debe ser el tío del idiota.
La policía toma el control de la situación y libera a Luke de su cargo. Luke se dirige a mí y me envuelve en sus brazos. Debo estar muy sorprendida, porque no puedo hacer nada más que mirar con los ojos bien abiertos lo que sucede a nuestro alrededor.
-¿Estás bien? -sus manos están corriendo por mi espalda, relajándome.
-Sí, estoy bien. No me tocó, fue realmente aterrador, y sé que él lo habría hecho peor si no estuvieras aquí. Se comportó inadecuadamente desde el momento en que llegó hasta que intenté protegerme detrás del sofá, cerca del baño por si intentaba cualquier cosa, y lo intentó. -Tiemblo y Luke me tira más fuerte contra él. El tío está gritándole a la policía para que lo detengan. Parece que esta no es la primera vez que sucede. El imbécil está llorando y llorando, pero a nadie le importa. Mientras veo lo que está sucediendo a mí alrededor, el miedo se sustituye por pura rabia.
Salgo de los brazos de Luke y voy al imbécil esposado por la policía. Él está llorando por mí, débil y temeroso, y antes de saber lo que estoy haciendo, subo mi rodilla hacia arriba y hacia abajo entre las piernas, haciendo que se encoja de dolor.
Mi pecho se agita y hay un repentino silencio a nuestro alrededor.
-No soy una víctima. -Mi voz es áspera, controlada y alta, porque quiero que escuche cada palabra-. Y no eres nada más que un pedazo de mierda.
-¿Viste lo que ella me hizo? ¡Quiero presentar una queja! -El idiota lloriquea, de nuevo a llorar, pero su tío levanta la mano y lo hace callar.
-No vi nada más de lo que mereces. Sáquenlo de este bungaló.
Lo escoltaron fuera y el dueño se disculpa profusamente, ofreciendo reembolsos y compensaciones y cualquier otra cosa que pudiera imaginar. Estoy segura de que estaba rezando que no fuéramos a la prensa, algo que no haríamos de todos modos.
Luke no lo haría. Me doy la vuelta y miro a Luke que tiene los ojos entrecerrados, su cara dura. Él le dice al gerente que nos vamos hoy.
-Vamos a presentar una queja, pero no quiero que esto vaya a la prensa - murmura y mi corazón se detiene. Oh, Dios mío. Esto podría poner las cosas muy mal para que aparezca en la prensa. De repente me siento culpable.
Dejo a Luke tratando con el resto él solo y voy a la habitación principal para comenzar a empacar mis cosas. Luke entra en el cuarto, cuando estoy terminado con el cajón de la ropa interior. Camina directamente hacia mí y me tira en sus brazos fuertes, meciéndome, besando mi frente.
-¿Estás bien?
-Lo siento mucho.
-¿Por qué? -Se aleja y frunce el ceño-. No has hecho nada malo.
-Esto puede ser muy malo para ti si se descubre en la prensa.
-Confía en mí, no lo harán. Ni el resort, ni nadie quiere eso. Pero esto no es importante, lo eres tú bebé. ¿Te hizo daño?
-No, le dije que no me tocara. Pero estuvo bien darle un rodillazo en sus bolas. - Sonrío y Luke me tira de nuevo a él.
-Estaba muy asustado cuando salí del baño y te oí gritar. Vi que estabas acorralada por el hijo de puta, y, sinceramente, no recuerdo mucho después de eso. Sólo quería asegurarme de que no te tocase. -Pasa el pulgar por la mejilla y me besa la mano.
-Gracias.
-Siempre te protegeré, nena. Es por eso que estoy aquí. Eso es lo que quiero hacer.
-Lo sé, y es una de las razones por las que te amo. Yo creo que por eso, no me estoy volviendo loca. -Me encojo de hombros y sonríe-. Creo que me sentía fuerte, y sabía que estabas aquí, y que no podía hacerme daño. -Paso mis manos por el pelo.
-¿Estás bien?
-En cuanto estés bien lo estaré. Dios, me encanta lo fuerte que eres, bebé. Fue un hermoso espectáculo verte golpearle en las bolas.
-Debes recordarlo, en caso de que salgas de la línea. -Presiono mi cuerpo contra el suyo y le sonrío.
-¿Ah, sí? ¿Crees que me puedes golpear? -se frota la nariz con la mía, y yo suspiro.
-Probablemente no, pero toda la parte de la lucha sería divertido.
-Así que, antes de ser tan groseramente interrumpidos, te iba a dar un regalo cuando salieses de la ducha.
Sus cejas se elevan.
-¿Me vas a dar un regalo?
-Más o menos, sí. -Estoy usando un traje de baño negro cerrado que es bastante conservador, se cierra con una cremallera en la parte delantera del cuello.
Doy un paso atrás, alejándome de Luke y empiezo a tirar de la cremallera lentamente, manteniendo el frente cerrado. Cuando el cierre está completamente abierto, me lo quito por completo hasta caer a mis pies. Luke suspira y sus ojos se abren, encontrándose con los míos, y su rostro se rompe en una gran sonrisa. Yo planto mis manos en mis caderas desnudas e inclino la cabeza hacia un lado.
-¿Te gusta mi equipo?
Camina hacia mí y pasa sus dedos en mis perlas, besos afectuosos que me gustan, y siento mis rodillas debilitándose.
-Cariño, sabes que me encanta este equipo. No hay nada como ver a alguien desnudo, sólo con estas perlas.
-Me encanta la forma en que me miras -le susurro.
Los ojos de Luke pasan con entusiasmo a través de mi cuerpo, y cuando sus ojos regresan a mi rostro, me besa tiernamente.
-No quiero follarte ahora, Natalie - susurra contra mis labios.
-Oh, ¿no quieres? -le susurro e inclino la cabeza hacia atrás mientras sus labios se pasean por mi cuello.
-No.
-Me encanta tu voz baja. - Sonríe.
-Lo sé. ¿Qué quieres hacer?
-Quiero hacer el amor lenta y dulcemente contigo. -Sus dedos apenas me tocan, pasando por mi espalda y me provoca escalofríos, sus labios en mi cuello. Se siente enloquecedor-. Eso suena adorable.
Él me recoge en sus brazos y envuelve los dedos en mi cabello, mientras mis labios encuentran los suyos en un beso suave. Me lleva suavemente a la cama y me cubre con su cuerpo, sus piernas entre las mías. Desliza su mano derecha en el brazo izquierdo y conecta los dedos, pero en lugar de subirlo por encima de mi cabeza simplemente descansa en la cama al lado de mi cabeza.
No se trata de detenerme o jugar conmigo. Esto es para mostrarme lo mucho que me ama, y me llena de mucha fuerza, confianza y ternura. Pasa los dedos de la mano izquierda por el pelo que está en mi cara, sin dejar de besarme, suavemente, con paciencia. Yo descanso más profundo con mi pie en su culo, frotando hacia arriba y abajo, acariciándolo mientras con las yemas de los dedos recorro su fuerte espalda. Puedo sentir su erección contra mí, pero él no hace ningún movimiento para hundirse en mi cuerpo.
Todavía no.
-Eres tan hermosa -murmura contra mis labios.
-Me haces sentir hermosa -susurro y él gime.
Planta besos diminutos al lado de mi boca. Barajo mis dedos en su pelo y le acaricio suavemente.
-Me encanta tu cabello. Es tan suave entre los dedos.
-Me di cuenta -susurra y le siento sonreír en mi cuello-. Siempre tienes las manos en él.
-Nunca lo cortes, por favor...
-Ok.
Él besa mi oreja y me hace cosquillas en los oídos con sus dientes.
-Tienes una piel increíble, tan lisa y suave. Y siempre hueles bien.
Sus palabras son seductoras, su mano sigue moviéndose en mi pelo y mi cuerpo está zumbando. Mis caderas comienzan a retorcerse debajo de él y siento su sonrisa en mi garganta.
-Sabes muy bien lo que están haciendo conmigo.
-Haces lo mismo conmigo, cariño. -Flexiona sus caderas, empujando su polla contra mi centro húmedo. La punta contra mi clítoris y yo jadeo.
-Te quiero.
-Lo sé. Yo también te quiero.
Me encantan los susurros, los suspiros y jadeos suaves.
Esta manera más lenta de hacer el amor no es menos intoxicante.
Oh, así que poco a poco empieza a llenarme delicioso centímetro a centímetro, hasta que está enterrado tan profundo como es posible. Él me llena, física, emocionalmente, y siento las lágrimas caer de mis ojos. Este hombre dulce y sexy me protege y me ama. Y lo amo, lo amo mucho.
-No llores, bebé. -Su voz entrecortada por la emoción es áspera y comienza a moverse lentamente dentro y fuera de mí. Envuelvo mis piernas alrededor de sus caderas, tomándolo más profundamente, y cuando golpea en un lugar sensible, siento que las chispas comienzan a volar a través de mí.
-Oh, ya viene, mi amor.
-Sí -susurra en mi oído, y yo estoy perdida, mi orgasmo me consume, pero apenas dejo escapar un sonido, embriagada con este amor tranquilo.
Al pulsar una vez más, Luke se vacía, susurrando mi nombre.