-¡Hola, Natalie! Gracias por encontrarme aquí, en vez de ir hasta tu estudio.
Le sonrío a Brad y le doy un abrazo rápido. Estamos en el Starbucks, para que le pueda entregar sus fotos para añadir a su portafolio, antes de ir a unas entrevistas más tarde.
Nos sentamos en una mesa, con nuestras bebidas, mientras le muestro sus fotos.
-Guau, realmente eres buena.
-Tenía un buen producto. -Le guiño, y tomo un sorbo de mi café. Los días son más fríos y lluviosos con la caída de las temperaturas, estoy agradecida por mi moca caliente.
Brad sonríe tímidamente y continúa mirando sus fotos.
-Me haces ver muy bien. ¿Cuándo puedo programar otra sesión?
-Bueno, Brad, eso va a ser un problema -digo y hago una mueca al pensar en Luke. Mierda, a Luke no le gustaría saber que estoy tomando café con Brad, imagina programar una nueva sesión.
-Ah. -Levanta una ceja.
-A mi novio no le gusta que tome fotos de hombres solteros en mi estudio. Es una cuestión de seguridad. -Me encojo de hombros y sonrío disculpándome.
-Nunca te lastimaría, Nat. -Brad hace una mueca y me siento como una mierda.
-Sé eso. Tal vez podría pedirle a Jules estar ahí también, entonces nosotros no estaríamos solos. Luke probablemente estaría bien con eso.
-Eso está bien. Acabas de hacer un trabajo maravilloso. Discúlpame si fui un poco osado antes. Eres hermosa, y sería entupido si no lo intentara, pero entiendo que no estés en el mercado. Tranquila. Hablo con él, si quieres. -Brad parece sincero y le doy una palmadita en el hombro.
-Gracias. Vamos a pensar en una manera.
-¿Natalie?
Miro hacia un par de ojos azules familiares y mi corazón se hunde en el estómago.
-Hola, Samantha.
-Pensé que eras tú. -Sus ojos brillan con astucia en cuanto ve a Brad, luego vuelven a mí y me quiero esconder.
¡Santa mierda! De todas las personas para encontrarme aquí con Brad, ¡tenía que ser ella!
-¿Será qué te veremos el sábado en la noche, en la fiesta de mamá y papá? - pregunta, con una sonrisa falsa en su cara bonita.
-Sí, Luke y yo estaremos allí.
-Te veo entonces. -Se va, y suelto un gemido, sujetando mi cabeza entre mis manos.
-¿Quién era?
-La hermana de Luke.
-Seguro que no le gustas.
Lo miro y río.
-No, no le gusto.
-¿Por qué?
-Es una larga historia. Estoy feliz de que te hayan gustado las fotos. Te aviso, así hablo con Jules y Luke sobre la posibilidad de una nueva sesión.
-Bien, genial. Oye, realmente quise decir eso, si quieres hablo con Luke sobre la sesión, para que sepa que no tengo ninguna intención errada contigo.
-Lo tendré en mente. Gracias por el café.
-El placer fue mío.
Mierda.***
¿Cómo diablos le voy a explicar a Luke sobre mi encuentro con Brad hoy? Sé que Sam le dirá algo, y rezo para que no le haya avisado antes de que pueda llegar a casa y contarle por mí misma.
Luke es muy posesivo cuando se trata de Brad, sé que le debería haber avisado sobre verlo hoy, pero parecía tonto tener que pedir permiso para encontrarme con un cliente en un lugar público.
Creo que estoy en camino de meterme en graves problemas.
Tal vez pueda distraerlo con sexo.
-¡Cariño, llegué! -Entro en la casa, usando la llave que él me dio cuando volvimos de Tahití.
-En la oficina -grita de vuelta.
Pongo mi bolso en el sofá, y cargo dos bolsas pesadas hasta su oficina.
Me saluda con una sonrisa sexy y, luego, levanta las cejas, sorprendido cuando ve las bolsas.
-¿Qué tienes ahí?
-Hice algo para el aniversario de bodas de tus padres. -Le sonrío, nerviosa.
-¿Sí? -Sonríe, satisfecho conmigo-. ¿Qué es eso?
-Bueno, tuve un poco de ayuda de tu padre para hacer esto. -Comienzo a tomar los cuadros.
Hay ocho cuadros.
-Le pedí a tu padre solo las fotos de él y de tu madre juntos, cada cinco años desde que se casaron, comenzando con la foto de la boda.
Cogiendo el último de los cuadros, lo organizo en la mesa de Luke. Sus ojos se deslizan sobre ellos, y entonces coloco el último.
-Dejé la foto de la boda y la que tomé en mi fiesta de cumpleaños más grande, y las demás dispuestas alrededor de ellas.
Agarra la foto que tomé en la fiesta y la mira, por un largo tiempo.
Habían estado posando para mí, todos sonrisas y cuerpos rígidos, y Luke hizo una broma sobre algo, haciendo que ambos rieran. En la foto, Lucy está riendo hacia la cámara y Neil le está sonriendo con su rostro cerca del de ella, y el amor claramente presente entre ellos.
Fue mi foto favorita de ese día.
-Eres talentosa, bebé. Lo van amar. Mi madre las va a colgar en la sala principal.
Coloca el cuadro sobre la mesa y me atrae, besándome de esa manera suave que deja mis rodillas débiles.
-Espero que de verdad les gusten.
-Eres tan dulce. No tenías que hacer esto. Ya coloqué nuestros nombres en el regalo que compré.
-Lo sé. -Lo abrazo fuerte y entierro mi rostro en su pecho-. Pero quería hacer algo bueno para ellos. Realmente amo a tus padres. Puse nuestros nombres en este regalo también.
Lo siento sonreír contra mi cabeza.
-¿Qué les vas a dar de regalo? -pregunto.
-Nosotros -resalta la palabra y sonrío-. Una segunda luna de miel en el sur de Francia.
-Por supuesto que escogimos este regalo. -Río y beso su pecho.
-¿Eso es divertido?
-No. -Me echo hacia atrás y miro su rostro increíblemente guapo. No se afeitó esta mañana, y froto mi mano en su rostro, disfrutando la rugosidad.
-Me encanta lo generoso que eres.
Se encoje de hombros y parece incómodo.
-Se lo merecen.
-Sí, se lo merecen.
-¿Ya sabes que ponerte el sábado? -pregunta, mientras guardo los cuadros en las bolsas.
-Sí, lo compré el otro día, cuando Jules y yo llevamos a Stacy de compras. Gracias nuevamente por incluir a la familia de Jules. Están encantados de ir.
-Mis padres realmente disfrutaron ese día con la familia de Jules. Estarán felices de tenerlos allí.
-¿Tienes mucho trabajo hoy? -pregunto, preparándome para contarle sobre Brad.
-No, estoy tranquilo hoy. ¿Y tú?
-También tengo el resto del día libre.
-Hmm... ¿qué podemos hacer en un día tranquilo con lluvia? -Levanta un dedo hacia los labios y finge estar pensando realmente sobre el asunto y río, pero entonces recuerdo que necesito ir a un lugar, y el encuentro con Brad y Sam es la cosa más lejana de mi mente.
-La verdad, tengo que decepcionarte, pero tengo un compromiso todavía.
Miro mis manos y después a él, mordiendo el labio.
-Está bien, ¿quieres compañía?
-No tienes que ir, si no quieres.
-Siempre quiero estar contigo. ¿Adónde vas? -Se recuesta en su mesa, con los brazos cruzados sobre su pecho.
-Al cementerio. -Me encojo de hombro nerviosamente.
-¿Por qué?
-Solo visito a mis padres dos veces al año, en mi cumpleaños, que me lo perdí este año porque mi novio increíblemente sexy me llevó a un paraíso tropical. -Le sonrío de forma insolente y me la devuelve.
-Y en sus cumpleaños.
-¿En sus cumpleaños? -pregunta, confundido.
Asiento.
-Celebraban sus cumpleaños el mismo día, exactamente con tres años de diferencia. Ellos siempre han estado dispuestos a celebrar esta fecha con estilo, fuera con una gran fiesta o un divertido viaje en algún lugar. Siempre estaban dispuestos a incluirme, y así quiero recordar siempre este día por ellos -las últimas palabras son un susurro.
Me abraza, y besa mi frente.
-Vamos.