Hay días en que el trabajo fluye. Hoy, felizmente, es uno de esos días. Fue difícil salir de la cama de Luke esta mañana, pero estoy más feliz porque fui a hacer yoga.
Tuve un desayuno tranquilo con Jules, donde conversamos sobre los eventos del fin de semana y conseguí llegar a tiempo para mi sesión de las 11 de la mañana.
Brad es un chico sexy de 21 años, con gran potencial para ser modelo. Él tiene el cuerpo y el rostro para eso, me contrató para ayudarlo a reforzar su portafolio.
Acostumbro trabajar más con mujeres o parejas, pero Brad es profesional y quiere triunfar, y apenas no consigo decirle que no.
Sin mencionar que es alto, moreno y extremadamente atractivo. No es una mala manera de pasar algunas horas del día. Nos divertimos bastante durante toda la mañana. Brad tiene fácilmente más de 1.90m y tiene un cuerpo todo trabajado. No muy diferente de Luke, trato de concentrarme en el trabajo.
Mientras que Luke es bronceado y dorado, Brad tiene ojos y cabellos oscuros con un toque bronceado y una sombra de barba en una mandíbula esculpida. Él usa unos bóxers increíblemente pequeños, que cubren lo esencial y esta enrollado de la cintura para abajo en una sábana de satín blanco.
-Eres buena en esto Natalie. No parece que estoy trabajando.
-Gracias. -Levanto mi cámara hasta mi ojo y comienzo a sacar fotos-. Estas sesiones deben ser divertidas.
-¿Eres soltera? -Pregunta y le ofrece a la cámara una sonrisa medio sexy.
-Uh, no. -Arrugo la frente para él-. No coquetees, Brad.
-Disculpa, no consigo resistirme. Estoy en la cama casi desnudo y una bella mujer está sacándome fotos.
Sonrío y cambio la tarjeta de memoria.
¡Hombre, está caliente aquí! Me quito la chaqueta, quedando con el top negro de yoga. Voy hasta el baño, cambio los pantalones de yoga, por unos shorts. Recojo mi cabello y me quito los zapatos.
-Ok, Brad, de regreso a la cama.
-¿Cómo puedo resistir eso? - ¡Él es un rompe corazones! Sube de vuelta a la cama y coloca la sabana en sus caderas.
-Ok, de espalda, con un brazo sobre la cabeza. Bueno, no te muevas. -Subo en la cama y encaro sus piernas, con mis pies, estoy de pie sobre él-. Esta va a ser una gran foto. -Estoy sacando varias, satisfecha con las imágenes que estoy consiguiendo.
-¿Puedo estar serio en algunas?
-Claro, nada de aquella sonrisa sexy. ¡Perfecto!
Click, Click, Click.
Voy por su cuerpo concentrándome en su rostro. Y casi pierdo el equilibrio, me sostiene con la mano alrededor de mis piernas.
-¡Uff! Gracias.
Me rio y continúo a sacando fotos de su rostro, mientras él mantiene una mano atrás de la cabeza y la otra mano apoyada en mi pierna para mantenerme derecha.
-¿Qué diablos está pasando?
Brad y yo brincamos, asustados con el grito de rabia viniendo de la puerta de enfrente.
-¡Luke! ¡Me asustaste!
Brad libera inmediatamente mi pierna, evaluando la situación y el riesgo de ser golpeado en cualquier momento.
-¡Que mierda es esa, Natalie!
-¡Para de gritarme! -Salto de la cama y acomodo mi cámara.
-Brad, puedes ir adelantando, vístete. Terminamos aquí.
Brad salta fuera de la cama, dejando la sabana caer y desvío mis ojos. Él camina claramente hacia el baño, para vestirse.
-¿Cuál es tú problema? -Le pregunto a Luke.
-¿Cuál crees? ¡Estabas en la cama con un hombre desnudo y su mano estaba sobre ti!
Tomo una respiración profunda
-Él no estaba desnudo, Luke. Yo no estoy desnuda.
-Suficientemente cerca de eso. -Responde.
-Hey, por eso te dije que no te alteraras cuando te mostré el estudio.
-No me dijiste que trabajabas con hombres jóvenes desnudos. -Estaba enojado de nuevo.
-No lo hago normalmente. Él es un amigo de un amigo que necesita las fotos para su portafolio. No seas burro con los celos.
-Me dejaste creer que solo trabajabas con mujeres o parejas, Natalie.
-Luke, ya te lo dije, es una excepción.
-No me gusta esto.
-No importa si te gusta o no.
Luke me mira, como si me estuviera creciendo una segunda cabeza, y pasa las dos manos por su cabello.
Brad camina calmamente fuera del baño, totalmente vestido con jeans, camiseta y zapatos deportivos.
-Gracias una vez más, Natalie. Fue un gran momento.
Sonrío calurosamente para él.
-De nada, y para mí también lo fue. Debo tener tus fotos listas y editadas esta semana.
Regreso a Luke, encuentro sus ojos azules fríos fijados en mí. Él está muy enojado.
-¿Cuál es el problema, exactamente, estás loco? -pregunto, mientras regreso a la cama y comienzo a doblar las sabanas.
-Natalie, entré en el estudio para encontrar a mi novia de pie con lo que sólo sería apropiado para dormir, sobre la cara de un hombre desnudo en una cama, y él tiene las manos en tu pierna desnuda. Entonces ¿por qué crees que estoy loco? -su voz subió varios niveles, yo estoy presa estúpidamente en una palabra.
-¿Novia?
Detiene su discurso y me mira.
-Sí, mi amor. Pensé que después de este fin de semana, eso estaría bien claro.
Oh. Wow.
-¿Estoy equivocado? -Su voz llena de calma es preocupante.
-Bien, no; creo que no había pensado en eso. -Termino de arreglar la cama y me volteo para mirarlo. -Luke, este es mi trabajo.
-No me gusta eso.
-No es tu casa, para decirme que puedo o no hacer.
-No dije eso.
-Eso es lo que estas queriendo decir. Hago esto desde hace años. Nadie jamás paso esa línea. Recuerda, que te dije, no hago sexo aquí y no tengo relaciones sexuales con los clientes. ¿Jesús, tan poca fe tienes en mí?
-No, es solo que... -se pasa las manos por el cabello nuevamente y camina para atrás-. No estaba esperando sentirme de esta manera, cuando vi las manos de él en ti.
-¿Cómo te sentiste? -Inclino la cabeza, mi curiosidad aumentando.
-Como si pudiese matarlo -gruñe.
-Oh.
-Nat, piensa en cómo te sentirías, si tuviera que hacer una escena de amor en una película. Sería un trabajo para mí, y aun así tendría que agarrar a la otra mujer, besarla...
-Para allí. No quiero escuchar sobre eso.
-Es la misma cosa para mí.
Puta mierda.
Respiro profundo y me siento al lado de la cama, de repente cansada.
-Disculpa, no se me ocurrió. Bebé, no había tenido que explicar mis acciones a otro ser humano, en los últimos años.
-Lo sé.
-Estabas celoso.
-Celos es muy poco para definir lo que estaba sintiendo.
-No tienes motivo para estar celoso. Eres todo lo que veo, Luke, aun cuando no estoy contigo.
Él cierra los ojos con fuerza, como si un gran peso fuera arrancado de sus hombros. Está usando otra camiseta negra hoy, y jeans negros. Parece joven e increíblemente hermoso.
¡Y soy su novia!
Camino hasta él, envolviendo mis brazos alrededor de su cintura. Él coloca sus brazos alrededor mío, uniendo sus dedos en mi espalda y apenas nos quedamos mirándonos por un minuto.
-Por favor, no estés enojado conmigo. -Susurro.
-No lo estoy.
-Lo estabas.
-Sí, estaba. -Besa mi frente-. ¿No tienes ropa aquí?
-Sí, hacía calor, entonces me la quite.
Estira los ojos de nuevo y ellos están fríos. Mierda.
-No te alteres de nuevo, eso pasa siempre, no importa a quien este fotografiando. No tengo aire acondicionado aquí.
-¿Por qué no?
-Bien, sinceramente, porque un cuerpo sudado es sexy en la foto.
-Ah. -Arruga la frente.
-Hey, para con eso. No tienes ningún motivo para estar celoso, cariño. -Llevo mis manos a su rostro, amando la aspereza de su barba contra ellas.
-Adoro cuando me llamas así. - Se inclina con mi toque y cierra los ojos.
-¿Te gusta?
-Sí, normalmente solo me llamas por mi nombre.
-¿Eres del tipo cariñoso, no?- Me paro en la punta de mis pies y beso sus labios suavemente y sus ojos se calientan.
-Obviamente, bebé.
-Adoro cuando me llamas bebé.
Ahora, sus ojos brillan como si fuese Navidad.
-¿Por qué?
-Nadie me llamo así antes. -Susurro.
Él suspira y me abraza.
-Me olvido que no tienes experiencia, cuando se trata de relaciones.
-Sí, entonces entiéndeme un poco. Tienes que hacer una curva de aprendizaje. - Le pellizco su prieto trasero y él se ríe.
-Ok, ok. Solo hazme un favor. -Esta serio de nuevo.
-¿Qué?
-Sin más hombres solteros. Por favor.
Hago una mueca y quiero discutir con él.
-Por favor, Natalie. Por mí.
-¿Y si tenemos un acompañante en las sesiones?
-Habla conmigo antes de marcar otra sesión con un hombre soltero y discutiremos sobre eso. No me gusta sentirme así. Solo te estoy pidiendo que respetes como me siento.
Bien, cuando lo pone así...
-Ok, hablare contigo primero. -Es una concesión, pero no puedo evitar pensar sobre lo que dijo sobre las escenas de amor y sé que voy a enloquecer por los celos, si estuviese en esa posición.
-¿Tienes alguna escena de amor en tus películas?- Pregunto y observo su rostro.
-¿Por qué crees que a tu amiga le gusta mi trasero desnudo?- sonríe para mí.
-No quiero ver nunca esas películas, Luke.
-Por mi está bien, bebé.
-Entonces, ¿soy tu novia, no?
-¡Absolutamente! -Me besa profundamente y me sostiene por los hombros. Cuando se aleja, no aguanto las ganas de acariciar su cabello.
-Ok, vamos a almorzar. Esta discusión me dio hambre.
-Necesitas vestir algo decente en primer lugar.
***Dejo a Luke con Jules en la cocina y corro arriba para vestirme. Sonrío para mí misma, al acordarme de la cara de Luke, cuando se reencontró con Jules, ella se comportó, no volvió a mostrar su lado adolescente y su preocupación disminuyo.
Visto unos jeans que abrazan mi trasero y un top verde, combinando con tacones del mismo color. Puede ser apenas un almuerzo, aunque nunca uso tacones y como Luke es bastante alto puedo usarlos todo el tiempo. Y al parecer le gusta. Peino mi cabello castaño dejándolo suelto, y me aplico un poco de delineador y rímel. Estoy lista para salir.
Encuentro a Luke y Jules todavía en la cocina, hablando sobre como cocinan.
-Me gusta asar el tocino. -Luke está diciendo.
Está de pie, de espaldas hacia a mí, y no ve me entrar en la sala.
-De esa manera hay menos desorden en el horno.
-No me importa cómo se haga. -Envuelvo mis brazos en su cintura y presiono mi nariz en su espalda, sintiendo su aroma. Huele a suavizante de ropa y gel de baño y su camisa es suave contra mi cara-. Mientras termine en mi boca. - Respondo contra él y lo escucho reír.
Él se voltea y me ofrece una sonrisa enorme.
-Estas linda de verde. Combina con tus ojos. -Pasa los dedos por mi rostro y suspiro.
-Gracias. ¿Mejor que la ropa de antes?
-Mucho. ¿Tienes alguna sesión más para hoy?
-Tengo una más en la noche, alrededor de las 20 horas.
Él arruga la frente.
-¿Por qué tan tarde?
-Muchas personas trabajan durante el día, por eso, a veces, tengo que marcar mis sesiones para la noche. Eso no pasa muchas veces porque prefiero usar luz natural en vez de la del equipo con luz artificial, aunque a veces es necesario.
-¿De qué es? -Me mira pensando y suspiro.
-Apenas una chica, que quiere algunas fotos bonitas para ofrecerlas de regalo de cumpleaños a su esposo.
-Ah, está bien.
Paso la mano por su cabello.
-No te preocupes, cariño. No hay ningún hombre soltero en mi agenda.
-¿Me vas a avisar cuando tengas alguno?
Jules silba y responde.
-Todo eso me recuerda el tiempo que estoy soltera. O que tuve una cita.
Nos despedimos y él me abre la puerta de su Mercedes SUV para que entre. Cuando está detrás del volante, se inclina y me besa levemente.
-¿Para dónde vamos? -pregunto, cuando enciende el auto.
-¿Qué tal mariscos?
-Vivimos en Seattle. Creo que es un pre-requisito para vivir aquí, el amor por los mariscos.
-Mariscos, entonces. -Él toma mi mano en la suya y me sonríe.
-Estas linda.
-Gracias -Siento mi cara calentarse y miro nuestras manos unidas.
-Tú siempre estas hermoso.
El ríe y balancea la cabeza.
-Es apenas genética.
-¿Qué hiciste hoy? -pregunto, cambiando el tema.
-Fui al gimnasio y entrené.
-¿Tienes un personal trainer? -Es claro que lo tiene.
-Sí, él patea mi trasero -me sonríe, y no puedo dejar de sonreír de regreso.
-¿Cómo fue el yoga?
-Fue genial. Lo amo. ¿Lo has hecho?
-Hmm, no.
-¿No es lo suficiente varonil para ti? -Ruedo mis ojos.
-No es eso, solo me gusta un entrenamiento riguroso.
-Ven conmigo el miércoles.
Él arruga la frente.
-Podemos hacer un trato.
¿Uh oh, donde va a parar esto?
-¿Qué tipo de acuerdo?
-Voy contigo a yoga el miércoles, si vas al gimnasio conmigo mañana.
Muerdo mi labio y miro por la ventana. Tengo miedo de parecer tonta. No tengo el cuerpo firme y delgado como la mayoría de las mujeres que van al gimnasio. El yoga me mantiene tonificada y flexible.
-No tienes que ir conmigo. -Susurro.
-¿Natalie, que fue lo que dije?
-Nada. -No puedo mirarlo a los ojos.
Odio sentirme así, no me siento de esa forma cuando estoy desnuda delante de Luke.
-¿Bebé, que está mal?- Entra al estacionamiento del restaurante y apaga el motor del auto, se voltea hacia mí en su asiento.
-Nada, yo...
-Mírame. -Su voz es severa y cuando nuestros ojos se encuentran, los de él son fríos.
-Habla conmigo.
-No te enojes conmigo cuando hablo sobre mi cuerpo. Solo me tienes que dejar entrenar sola. ¿Entrenamos por separado, ok?
-¿Por qué eres tan dura contigo misma?
Esta desconcertado.
-No lo soy. Bien, no lo era, hasta ahora. -Susurro.
-Detén eso. No tienes nada de qué avergonzarte, bebé.
-No tengo vergüenza. Sé que me ves atractiva, y amo eso.
-¿Entonces cuál es el problema?
-No quiero hacer el papel de tonta, solo eso.
-Pero, ¿quieres que vaya a yoga, trate de doblarme como un pretzel y haga el papel de tonto, cierto?
Oh. Buen punto.
Me río y coloco mis dedos sobre la boca.
-¿Te estás riendo de mí? -Él sonríe de nuevo y la tensión de mi estómago desaparece.
-No me atrevería.
-¿Entonces, vas conmigo al gimnasio sí o no?
-Me gustaría, si me dejas tomarte una foto.
Sus ojos se abren, y me pateo mentalmente.
-¿Por qué?
-Porque adoraría tomarte una en el yoga. ¡Va a ser divertido!
Él se relaja y se ríe, mientras sale del auto, dando la vuelta para abrir mi puerta.
-Vamos, te quiero ver comer.