Universo Alterno (TERMINADA)

La partida comienza

Usagi qué haces tan triste- le preguntó Luna mientras saltaba a su regazo-Nada...sólo pensaba. Pero no me hagas caso, tenemos que prepararlo todo para darle una sorpresa hoy en la noche, es nuestro aniversario, quién iba a pensar  que cumpliría 3 años de casada con mi amado Mamo- Chan, que hemos empezado el periodo de  paz--Luna saltó mientras usagi se levantaba--

Luna, ve a buscar a las chicas,  primero trae a Setsuna quiero platicar con ella, ¿ sí luna?

No puedo seguir con esta farsa la única que puede ayudarme la princesa Kinmoku porque ella me dijo al despedirnos después de la Gran Batalla que si en algún momento yo la necesitaba podría contar con ella . Y lo único que quiero ahora es alejarme de todos. Porque las chicas van a apoyarlo,  porque Rei va a decirme que lo que yo siento son mentiras. Necesito desintoxicarme, alejarme.

Mientras esperaba que Setsuna llegara a su casa. Usagi comenzó a hacer una pequeña  maleta y la escondió justo antes de que llegará Mamo-chan

-¡Usako, ya llegué!

-Mamochan ¿qué tal tu día?¿Tuviste alguna cirugía extraordinaria?

-Lo mismo de siempre. Vamos a cenar, hoy no tengo ganas de comer tus platillos tostados--

Ni siquiera recordaba que hacía tres años había contraído nupcias con Usagi, tampoco se fijó que la casa lucía impecable y que no olía a quemado, sino que predominaba un delicioso olor a Lasaña. Usagi sintió como se le rompía el corazón, pero no dijo nada, si él no se percataba de esos pequeños detalles, significa que ya había pedido el interés en lo que la chica rubia podía darle.

--Esta bien. ¿A dónde iremos?

--Que te parece si cenamos en casa de Rei, desde que murió su abuelo ella se siente muy sola, devastada y nosotros que somos sus amigos debemos estar a su lado.

Escucharlo la lastimaba y en su interior fluian pe samie tos que nunca saldrían de su boca: Ya se que no soy buena cocinera, pero ni siquiera te has dado la oportunidad de probar mi comida.  Desde hace meses,  que ya no son esa bobadas, todas las tardes me empeño en demostrar con cada guiso que lo hago mejor, que las clases que estoy tomando a escondidas han dado buenos frutos, pero siempre buscas una excusa para no probarlo.

--Está bien. No se si pueda soportarlo, pero debo intentarlo

Mamo Chan se ponía nuevamente su saco, mientras que Usagi se mantenía inmóvil.

--Pues entonces toma tus cosas para que vayamos a casa de Rei

--Mamo Chan--dijo Usagi muy bajo mientras le daba la espalda y salían rodando de sus ojos una lagrimas-- En realidad, no quiero salir. Sino quieres la cena que preparé está bien yo me voy a recostar.

Una sensación extraña invadió el corazón de Mamo Chan, hace mucho que no sentía la necesidad de abrazar a Usagi. Estaba a punto de correr a hacerlo y se detuvo pensando que se trataba de un berrinche. Se quitó el saco y entró a la cocina decepcionado de la cena que tendría y acercó un plato al horno  para descubrir que era lazaña,  aún estaba tibia y olía muy bien. Probó un poco y su paladar se derritió, se sirvió un enorme plato. Él creí incapaz de cocinar esas delicias a Usagi por eso busco entre la basura alguna evidencia de que esa cena fuera comprada pero no encontró nada y sintió admiración por ella,  como cuando la veía luchar contra los enemigos.

Al terminar de cenar fue a su cuarto para encontrar que  Usagi estaba dormida pero evidentemente había llorado demasiado, pues sus ojos se notaban hinchados y su almohada húmeda.

Se aproximó a ella,  mientras acariciaba su hermosa cabellera  pensaba: ¿Qué me pasó? Por qué  deje de interesarme en ti, a veces siento que ya no te amo, pero al verte tan frágil no siento más que un enorme deseo de besarte. Así lo hizo y también comenzó a acariciarla por debajo del camisón, Usagi correspondió a sus caricias y se dejó llevar, si esa era la última vez que haría el amor con él , deseaba que fuera inolvidable. Al  terminar envueltos de las sábanas y exhaustos, no hubo palabras, la ternura con la que había iniciado Mamoru, había desaparecido, se giró hacia un extremo de la cama y rápidamente se quedó dormido.

La noche siguió avanzando y cuando dormía Mamoru dormía profundamente, Usagi salió de la cama, se vistió y tomó la maleta que había preparado, se agachó y le dio un tierno beso en la frente, dejó su carta de despedida y se marchó.

Al cerrar la puerta tomó su teléfono y llamó a Setsuna