Ha terminado la guerra contra Sailor Galaxia y todos esperaban el felices para siempre, pero este no llega. El amor jurado es olvidado y nuevos amores comienzan. ¿Tú vivirás en un matrimonio sin amor? ¿Perdonarías la infidelidad de la persona amada...
Mamoru estaba anonadado, impotente, no podía comprender cómo Usagi había tenido en vamos de abandonarlo, siempre creyó que estaría con la tendría a sus pies, que perdonaría el desliz que tenía con Rei cuando se enterara, pues en sus planes nunca estuvo el dejarla, él se había casado para siempre.
Llegó a casa, fue directamente al tocador de Usagi, él sabía que tenía un diario, solo de esa manera podríamos entender su proceder, abrió el primer cajón y ahí estaba, lo sostuvo entre sus manos y lo abrió. 5 de marzo:
Rei me dio unas cartas donde dice que Mamoru ya no me ama, de alguna forma yo ya lo sabía porque de un tiempo acá ya no es el mismo, sólo se preocupa por mí cuando estoy en peligro pero ahora que todo está en paz, ya no me mira con amor, ni si quiera soy merecedora de un beso rutinario cuando se va o regresa del Hospital.
Siempre llega cansado del trabajo y busca cualquier pretexto para salir a cenar porque no quiere probar lo que yo hago, no se ha dado la oportunidad de saber que he cambiado, ya no soy la boba que un día conoció, poco a poco he ido madurando.
Antes, en la era Lunar cuando se dio la primer batalla con la reina Beryl al creer que lo perdía, al tener su cuerpo inerte entre mis brazos decidí irme por la puerta fácil. Aún recuerdo como sostiene la gran espada de la justicia y como hice que está penetrar en mis entrañas como se abría paso entre mis órganos para salir por mi espalda, fue lento y muy dolorosa mi muerte, pero ahora no puedo hacerlo. No dejaré de existir, yo podré salir adelante sola y sacar adelante el Milenio de Plata, pero antes necesitaré marcharme, a recoger mis pedazos.
Mientras seguía leyendo la opresión en su cuerpo iba aumentando, la falta de aire crecía, que estupidez había cometido, por una pasión momentánea había perdido a su gran amor, y aún el mismo no podía entender porque si la amaba había momentos que no se sentía pleno a su lado, sentía que le faltaba algo. De cualquier manera no se merecía esa traición.
Continuó leyendo..
Creo que nunca lo dejaré de amar, más sin embargo... No puedo permitirles que me vea la cara de estúpida, puedo continuar sola pero antes tengo que decirle adiós y lo haré a mi manera, haré el último esfuerzo.
Le prepararé su platillo favorito,hablaré con él y si no confiesa su error y aún me ama lo perdonaré, ni le guardaré ningún rencor, pero si ni me confiesa la verdad, me marcharé al otro sistema solar tan lejos como para que nunca me encuentre hasta que yo decida volver.
Mi pequeña dama... Perdón Mamo Chan estaba sorprendido de lo ciego que había sido. Nunca se fijó en los detalles que mencionaba Usagi. Del otro lado del Universo la princesa de las flores gritaba para que la auxiliarán, a sus pies estaba Usagi, no reaccionaba, llegó u caballero de la guardia real y la tono entre sus brazos, luego fue a depositar la en una de las habitaciones del Palacio, su anfitriona pidió que le trajeran algunas flores especiales para que ella pudiera volver en si.
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En su interior, la Princesa de las flores temía que la presencia de Usagi lastimar el corazón de Seiya, desde que habían vuelto de la tierra era una persona sombría, sólo reía al recordarla, prácticamente era un animatronic, un ente sin alma que se limitaba a cumplir con sus obligaciones, aquella chispa de galán y picardía se habían quedado en las manos de la rubia con sus chongo a de bombón .
