Universo Alterno (TERMINADA)

Por fin tuya

Usagi volvió a besarle, él introducía su ágil lengua su la boca, las manos de ella se enrredaba en los cabellos de Seiya, las de él desabotonaban la blusa y reclamaba sus pechos, bajo por  su cuello hasta uno de sus pezones, él cuál succionaba y lamía, ella estaba volviéndose loca de tanto deseo

No sabes cuanto había soñado con esto, Cuá tas veces fantasié con poder probar toda tu piel.

Caminaron entre tumbos por un pasillo sin dejar de besarse, al entrar a la habitación, Seiya ya no tenía su camisa, se de tuvo para que cuidadosamente se acostaraUsagi, admiro su belleza y retomó los besos

Te dije que te comería toda 

Le retiró sus sexys pataletas y probó su sexo, con movimie tos audaces hacia que Usagi gritar a de placer, volvió a subir para besar nuevamente su pechos

¡POR FAVOR! Ya quiero tenerte. Ya no puedo más- su plegaria era interrumpida por pequeños gemidos.

Entonces, Seiya se deshizo de sus pantalones, lanzó lejos los boxer y tomando su imponente  pene erecto, con una mano, la otra la colocó en la cama para poder subir a la cama y lentamente la penetró. Usagi gritó de placer, él continuó con movimientos lentos, temía hacerle daño, entonces, ella lo hizo girar y arriba de el el movimiento se hizo más rápido. El ver como sus senos rebotabam hacia que Seiya es Tu uera apuntó de terminar, pero antes de hacerlo quería que su princesa gozará como una reina. Sus  cuerpos sudados llegaron al clímax al unísono. 

Te amo-le dijo mientras acariciando su hermosa cabellera rubia, 

Creo que empiezo a amarte, ya no me imagino sin ti- recarga la cabeza en sus firmes pectorales y acariciaba su perfecto abdomen.

Yo me haré cargo, tú me amarás más que a Mamoru y te juro que nunca te engañaré.

Seiya estaba cumpliendo su promesa día con día se encargaba de enamorar a usar y con pequeños detalles ayudándola con los preparativos de la coronación cumpliendo sus antojos por más extrañas que fuera pero uno de los antojos que más le agradaba que tu viera su amada era el deseo incontrolable que tenía. 

Todas las mañanas comenzaba a juguetear con su cabello, lo abrazaba y luego con toda la coquetería posible le decía: ¿podemos?...- antes de que ella terminará la frase, ya se encontraban haciendo el amor. 

Tenía dos mes viviendo juntos y estuvieron encerrados en su hermoso hogar viviendo su Luna de miel.
Pero tenían que volver a la realidad. Luna estaba empeñada en que debía de haber una reconciliación, así que citó a Usagi en las oficinas del Palacio “Milenio de Plata”, con el pretexto que conociera las instalaciones de su futuro hogar. Conocía bien a luna y y estaba segura que su insistencia tenía otras intenciones por eso iría preparado pero al momento de tratar de ponerse unos jeans se percató que ya no le cerraron,  Chibiusa estaba creciendo.

Cielo, tendrás  que ir de compras.

¿Qué necesitas bombón?

Ropa, mira ya ni me cierran los pantalones 

Jajaja, creo que te he consentido demasiado, ahora mismo voy por un cambio de ropa, para que luego tu vayas conmigo a escoger tu guardarropa.

Más tarde en la plaza, luego de comprarse algunos cambios de maternidad, a lo lejos fue vista por Rei, quien se sentía hasta ese momento segura de tener a Mamoru, pero cuando vio a Usagi, entendió que ella nuevamente se quedaría con el guardián de la tierra y eso no lo permitiría. 

El coraje e impotencia que sintió lo transmitió a su bebé por lo que ni pudo contener un tremendo colíco. Aguardo sentada em una banca y cuando se percató que su rival de amores se había marchado con Seiya, llamo desesperada a Mamoru

-Amor, me siento mal, me duele

¿En donde estas?

En el centro comercial 
En seguida hoy para allá. ¿Quieres que te atienda Amy o algún otro médico de hospital donde trabajo?

Alguien de tu confianza. No quiero ver a ninguna de las chicas.

En el cuarto dondeninternaron a Rei, le dijeron que debido a la anemia que presentaba, su cuerpo estaba rechazando el producto y la única manera de conseguir que el parto se atrasada sería que ella estuviera en absoluto reposo, sólo podría levantarse a hacer sus necesidades básicas.

Rei estaba muy triste, sabía que una de las formas de tener contento a Mamoru era con sexo y ahora tampoco podría dárselo.