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Jimin estaba algo intranquilo, su lobo estaba inquieto y daba vueltas alrededor como un animal enjaulado. Jimin trataba de mantenerlo a raya sus dedos ya picaban, quería sacar sus garras y eso solo se debía a una cosa. Yoongi, algo le pasaba a su alfa. 

Yoongi se paró inmediatamente y empezó a llamar a Jimin pero no contestaba, antes de salir corriendo hizo que Ren prometiera que llamaría a Hoseok para que lo acompañara a casa pero Ren se rehusó y quiso ir con él para encontrar a Jimin. 

- Ve a las oficinas, yo voy a preguntar si lo han visto por allí-dijo Ren tratando de recuperar el aliento y luego se perdió entre los pasillos y Yoongi hizo lo mismo. 

- Jimin, donde está. -Exigió a la secretaría que lo miraba de una forma extraña. 

- ¿Jimin, el omega lindo y rubio?-Preguntó con cautela. - ¿Tú eres...? 

- Soy su alfa, dígame dónde está. 

- Se fue hace como unos 10 minutos. 

Yoongi no perdió el tiempo y se fue por donde vino. Saco su celular de su bolsillo y empezó a llamar otra vez a Jimin, pero no contestaba, lo enviaba directo al buzón. Su corazón latía tan rápido que parecía que iba a explotar en angustia.  Al pasar por un corredor lo olió... ese aroma, ese aroma que llenó de miedo a su omega, ese aroma que le hizo llorar aterrorizado estaba por el aire, sin pensarlo dos veces corrió siguiendo su rastro. Si ese infeliz le hizo algo a Jimin... Yoongi estaba punto de desgarrar carne y de pintar las paredes con sangre de lobo. 

El aroma lo guio hasta el estacionamiento donde observo una camioneta extraña a lo lejos, sin más corrido hacia ella y la abrió la puerta de un solo jalón pero estaba vacía, el aroma a rosas blancas aún estaba presente  en el aire y luego un piquete en su cuello hizo darse la vuelta, su vista se volvió borrosa y trato de alzar sus puños para golpear al infeliz. 

- Infeliz... -fijo con ira, tratando de mantener la consciencia despierta pero su cabeza estaba empezando a dar vueltas y su cuerpo se estaba debilitando. 

- A puesto a que ni siquiera lo imaginaste-respondió el beta con una voz dulce y aterciopelada. 

- Voy a matarte-fue lo último que pudo pronunciar Yoongi antes de caer al suelo. 

- Eso... no creo que sea posible perrito faldero-respondió con una sonrisa, aquella que siempre estaba en sus labios y luego con esfuerzo levantó el cuerpo de ese alfa hasta meterlo a la camioneta. Con una sonrisa llena de satisfacción encendió el auto y la radio, para luego perderse entre las calles de Busan. 

🐺

Con el corazón latiendo a mil Jimin logró sacar las llaves de su casa, al entrar en ella esperaba ver a Yoongi en el sofá o tendido en la alfombra cerca de la ventana tomando una siesta, esperando su llegada, pero nada de ello sucedió. 

Al poner un pie en su casa no percibió el aroma a lluvia característico de su alfa, pero el olor a mandarinas era intenso. - ¿Namjoon? -Dijo en voz baja. 

- Al fin llegas-escuchó la voz del alfa y se adentro a casa, algunas veces Namjoon ya había hecho aquello pero ahora le pareció extraño pues hace varias semanas que no lo había visto. 

- ¿Qué haces aquí? -Jimin no intentó ser grosero pero la intranquilidad por su alfa era enorme. 

- Vine a pedir disculpas, no he sido un buen amigo últimamente-respondió apenado Namjoon. - Te hice una comida como ofrenda de paz-con una sonrisa Namjoon intento aligerar el ambiente. 

- Yo... yo te agradezco esto Nam, pero no es un buen momento-Jimin se disculpó  y fue directamente a la sala para llamar por teléfono, no supo en qué momento había perdido su celular. Estaba punto de sucumbir ante su lobo si no llamaba a Yoongi inmediatamente. 

- ¿Qué te sucede? -Escuchó a Namjoon preguntar desde la cocina. 

- Es mi lobo, necesito llamar a Yoongi, no se que me pasa, me siento extraño-admitió. 

Con pasos lentos Namjoon se acercó hasta donde estaba Jimin. – Ten-ofreció una lata de cerveza. 

- No estoy de humor Jim-con el rostro afligido rechazó la lata y marcó una vez más el número de su alfa pero no contestaba. - ¿ Por qué no contestas?-dijo en voz baja como si Yoongi lo pudiera escuchar. 

- Estás pálido Jimin-Namjoon miró preocupado a Jimin y con un suave movimiento alejó el teléfono de su mano para llevarlo hasta uno de los sofás, Jimin intentó levantarse para ir a llamar a Yoongi una vez más. - Espera un momento, te traeré agua y luego llamarás a tu alfa o si quieres yo lo hago, pero primero tranquilízate-pidió Namjoon con dulzura. 

- No... déjame llamar a Ren, él estaba con Yoongi. 

- Después, primero bebe un poco agua-Namjoon acercó el vaso a Jimin, él lo tomó entre sus manos y bebió un poco, después se levantó y fue a llamar a Ren, pero... 

- ¿Qué  pasa? -Escuchó preguntar a Namjoon detrás de él, su voz no era normal, se notaba humor en ella, como si supiera que el teléfono no tenía tono de llamada. 

Jimin bajo la bocina lentamente y trato de pensar con cabeza fría, no quería entregarse al pánico y luego se maldijo internamente por haber bebido un poco del agua que le dio Namjoon. Jimin no era estúpido y supo que detrás estaba un lobo peligroso, no era su amigo de la infancia, al menos ya había dejado de serlo. 

- Tienes miedo-afirmó Namjoon. -Tu olor a miedo es muy palpable... muy suave, no importa que uses supresores, el olor a miedo, a tu miedo queda en el ambiente. 

Jimin no quería voltear para enfrentarse a Namjoon pero con valentía lo hizo, sabiendo que su peor error sería no mantener la vista en el animal que estaba al acecho. 

- ¿ Acaso... estabas buscando esto?-Preguntó Namjoon, las facciones se cara se volvieron duras y tétricas. Llevo una mano a su bolsillo y de el sacó el frasco medio lleno del perfume que hacía que Jimin quisiera vomitar.

- Entraste a mi departamento... dime, ¿ buscabas esto?-Presionó a Jimin.  

Unclothed (Omegaverse)YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora