Hebe
La exposición estaba llena. El flujo de estudiantes universitarios no había flaqueado ningún momento en todas las horas que había estado junto a Cris en la feria. Los tres modelos de generadores hidráulicos estaban sobre una mesa que se nos había provisto, junto a un mantel azul marino, dos sillas y un espacio para que pudiésemos exponer nuestro trabajo con facilidad.
Tras nosotros se encontraba el nombre del colegio al que representábamos y en nuestros pechos se encontraban nuestras credenciales.
Ese día eramos estudiantes de media, pero no del todo. Durante todo lo que nos demorábamos en explicar en que consistía nuestros modelos y el por qué, le enseñábamos a personas universitarias, que fue lo que me llenó de nervios todos los días antes del día de la feria de ciencias.
Hasta esa misma mañana sentía como mis nervios me carcomían, pero también la ansiedad. Me sentía ansiosa por explicar algo para lo que me había estado preparando por varios días. Era muy posible que los estudiantes ya supiesen todo lo que yo les decía o tal vez ni siquiera fuese de gran importancia para ellos.
Pero para mi sí lo era. Para mi ese día si que era importante y, luego que habíamos finalizado la primera exposición de muchas ese día, me sentí realizada. Sentí que todo lo que había sembrado daba frutos. Y la cosecha era abundante.
—¿Un bocadillo? —preguntó Cris, trayendo consigo la pequeña cesta que la universidad nos había dado. Dentro estaba nuestra colación para todo el día—. ¿Una barra de cereal o una compota de frutas?
—Una barra. ¿Tiene trozos de fruta?
—Veamos que encuentro por acá. —Su mano se introdujo en la cesta y la sacó, trayendo consigo una barrita de cereal—. Voilá. Barra de cereal con trozos de frutilla.
Me la tendió y la tomé con una sonrisa.
—Gracias.
Él sacó para sí mismo unas galletas de vainilla y nos sentamos a comer, mientras teníamos un pequeño respiro entre todas las exposiciones. Vi a mi alrededor, fijándome que otros estudiantes estaban haciendo lo mismo que yo hacía con Cris, y que otros no podían, debido a que tenían a personas pendientes de sus trabajos.
De esa manera se había desarrollado toda la mañana y parte de la tarde; nos deteníamos solo cuando no habían estudiantes cerca y comíamos, nos hidratábamos o solo charlábamos. Ese día debía de ser dónde había conversado más con Cris desde que lo conocía, y cada historia que él dejaba salir de su boca me hacía sentir a gusto y cómoda.
—¿Sabes si Maca vendrá? —preguntó, como si no fuese la gran cosa, pero por como miraba sus manos y como su rostro se había vuelto, supe que mi respuesta si era importante para él.
—Me dijo que sí. Terminando las clases se iba a pasar por acá con Ale. —O al menos eso fue lo que me habían dicho los chicos cuando había chequeado mi celular por última vez—. ¿Por qué?
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Sentirse Completo (#2 Sentirse Viva)
Teen FictionEl gran secreto de Esteban que Hebe siempre quiso saber, fue revelado y ella no sabe qué hacer. Luego de intentar con muchas fuerzas alejar todo lo que había intoxicado y reinado en su vida, ese pasado amenaza con destruir todo su esfuerzo. Pero, au...