— ¿A qué se refiere con eso? —preguntó Nadine hacia Daeron, con los ojos abiertos como platos, luciendo pálida, asustada de pronto por su familia; había pasado los días tan contenta desde que llegaron al sur, que no se paró a pensar en el norte.Louis, por otra parte, solo pudo pensar en cómo habían pasado días y días, pero sus cartas no parecían tener respuesta. Ahora se preguntaba si incluso habían llegado a casa. Y no solo eso, se preguntaba miles de cosas. Todas repiqueteando en el centro de su cerebro al mismo tiempo, cada voz gritándole dentro de su cabeza, exigiéndole una respuesta. Estaba abrumándolo, congestionandolo de miedo, de inseguridad... de ansiedad.
Louis estaba pensando en una y mil cosas a la vez, tanto, que su mente viajaba hasta el norte, en donde había visto a sus padres por última vez en las costas de Yaekor, cuando partieron de Gélida y él los dejó de ver conforme el barco se alejaba más y más de casa. Oyendo a Ollie aullar a lo lejos como último gesto de despedida. Y de pronto, pensó en su castillo, en los paisajes helados y en el crujido de la nieve romperse bajo sus botas...
Louis estaba lleno de pánico.
Tanto que no procesó cuando la gente gritaba su nombre de vuelta en el salón de tono, en el Krestum, en Dragonscale..., en el sur.
A miles de kilómetros de casa.
—Louis... —Y ese era Liam, caminando hasta él. Oliendo las enormes cargas de feromonas sumidas en pánico, mientras que Nadine lo veía con los ojos llorosos... con miedo. Su hermanita tenía miedo... Ser Isaak también se asomaba para verlo, necesitado de ayudar, de cómo su alfa sentía la necesidad de proteger a su príncipe. Louis no había sentido lo irregular que estaba su respiración, hasta que su corazón latió tan fuerte que su pecho dolió.
Liam le abrió los brazos, esperando que el omega corriera y se arrinconara dentro de ellos, pero Louis estaba tan asustado de repente que no pudo mover ni un solo músculo; fue el alfa que tuvo que rodearlo en un abrazo para poder detener las enormes ganas de calmarlo, pero se dio cuenta de que la mano de Louis seguía sosteniendo la mano de Harry con fuerza.
Y no parecía querer soltarla en un futuro cercano.
Liam le dedicó una mirada cargada de puro odio hacia el príncipe Akgon, que tenía el mismo ceño fruncido y aceptaba la reta en los ojos del alfa; y él podría no entender la necesidad del instinto de Liam, pero entendía el hecho de qué Louis lo sostenía a él y no a Liam.
—Creí haber dicho que te apartaras de él. —suspiró el alfa con fuerza.
—Es él quién está tomando mi mano, idiota-
—No tienes ningún derecho de-
— ¡No es tiempo para peleas! —explotó Nadine, quien parecía exasperada de un momento a otro. Y si, podría ser una niña aún, y le gustaba jugar a su rol de la princesa; pero Louis había visto ciento de veces en su nombre, y ahora que su hermano parecía ido, era su turno de ponerlo todo en orden. Esa fue la primera vez que la joven princesa mostró que estaba creciendo y tenía sangre fuerte del norte.
Liam entendió de golpe y se alejó de Louis.
Así el omega pudo entrar en razón finalmente.
— ¿Qué ha pasado? —susurró en un tono bajito, teniendo que repetir sus palabras para escucharse sobre los altos muro de la sala del trono. — ¿Qué ha pasado con mi familia?
Lo ojos de todos ahí presentes se dirigieron entonces hasta Kargem, quien parecía pensativo y a la vez preocupado; era completamente entendible que también estaba pensando en mil cosas a la vez. Pero entonces la pregunta de Louis se convirtió en una prioridad para él. Tenía que contestar.
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Dragonscale [l.s]
Fanfiction« ¿Has ido a la ciudad de Dragonscale? ¿Has volado por ahí? Donde la ciudad se encuentra sobre las montañas y sus playas doradas brillan en los días soleados... Donde se alza un castillo enorme al que la gente llama Krestum y Kargem reina sobre sus...