➳ 16: Cinis. ➳

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Louis sintió un nudo establecerse en la base de su garganta en cuanto Reikon estuvo en el aire. Dónde viajaron a través de la tarde que era prontamente consumida por la oscuridad de la noche; montados sobre el dragón, con el frío agarrotando sus músculos y la ventisca volviéndose cada vez más helada. Era notable que estaban acercándose cada vez más al norte.

Harry y él iban a la cabeza del grupo, con el rizado revisando la expresión de Louis con dejes de preocupación, poniéndole las manos sobre las suyas para indicarle que todo estaría bien. Louis le besó en la mejilla para recompensarlo.

A su izquierda, un poco rezagado, estaba Niall quien montaba con Liam a su espalda y Ser Isaak poco detrás. Aquellos norteños parecían muertos de miedo, así como Louis en sus primeros segundos sobre al dragón de Harry. A su derecha, muchos metros más abajo, Skyler se mantenía a la par de Reikon con su dragón, pero aunque estaban llevando tres dragones a lo más al norte de lo que normalmente estaban acostumbrados, a un lugar desconocido para los tres jóvenes sureños, Louis se sentía cada vez más seguro, estando cada vez más cerca de su verdadero hogar.

(...)

Tardaron cerca de dos horas en llegar al borde de la costa de Cinis. Donde las tierras eran húmedas y llenas de lodo gracias a las constantes lluvias. Louis nunca había estado ahí antes, pero había leído que su población tenía un significante número de alfas y omegas que habían descendido de la gente de Gélida.

En el momento en que visualizó un campamento desde lo alto en el cielo, llamó la atención de Harry con un apretón en su rodilla, señalándolo con una mano que temblaba sin razón, así que el príncipe Akgon gritó algo en Vehstry que sonaba como una orden para los dragones. El trío de escamas se encontró descendiendo en torno a la costa, donde se alzaba un sinfín de tiendas de acampar, mientras el azul turquesa de la casa Tomlinson comenzaba a hacerse visible en los estandartes alzados como indicación.

Louis sintió su corazón dar un salto en su pecho. 

—Harry —llamó en voz alta, señalando una parte donde había encontrado la carpa más grande. Supo que se trataba de una sala de estrategia. Y nunca antes había estado en una zona de guerra, pero esta lucía como tal.

Había cientos de tiendas con camillas llenas de lo que parecían ser heridos en combate; tanto soldados como aldeanos del pueblo. Carretillas aladas por caballos entregaban víveres y mantas a la gente, para mantenerlos calientes y seguros.

Dictminet zdet! [bajemos aqui] —gritó Harry, con autoridad, mientras miraba todo de manera temeraria, con el ceño fruncido y unas fuertes manos ceñidas a las caderas de Louis. Así Niall y Skyler condujeron a sus dragones para aterrizar en el sector que él príncipe había señalado desde los aires, causando un gran revoltijo de tierra cuando tres dragones adultos bajaron de un cielo encapotado, gruñendo entre sí, chocando sus grandes hocicos contra los otros y mordisqueandose a modo de juego.

La gente del campamento pareció asustada por la llegada de las tres bestias, pero se veían mucho más aliviadas en general.

La respiración de Louis volvió a hacerse irregular cuando Reikon estuvo en el suelo, agachándose hasta la tierra para que ambos pudieran bajar.

Louis se quedó quieto mirando al campamento, pequeño, lleno de tiendas abriéndose para ver a los dragones con sorpresa y temor al mismo tiempo. Reconoció las caras, los rostros de la gente que servía a su familia, vio a mucha gente vendada y herida. El príncipe sintió una presión en el hombro y cuando estuvo a punto de reaccionar de forma nerviosa, escuchó la dulce voz de Harry en su oído.

—Hey, —le llamó, provocando que Louis alzara los ojos hasta el príncipe del sur, que lucía el cabello revuelto y enmarañado, con sus bonitos ojos verdes brillando hasta él. Estaba de pie, tendiéndole una mano, como siempre, y el clima se sentía frió, muchísimo más que en Dragonscale; Gélida solo estaba cruzando el mar estrecho hasta su hogar, pero la mano de Harry se sentía cálida cuando la tomó y notó como esa misma calidez le recorría el cuerpo entero al ponerse de pie.

Dragonscale [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora