➳ 19: Magia. ➳

62.9K 5.4K 26.2K
                                    




Las tropas de Gélida y su gente arribó a Dragonscale una semana más tarde; las campanas resonaron por toda la ciudad cuando se dio la orden de Kargem para abrir las puertas y dejar entrar a su ciudad a todos los alfas y omegas.

Abanderados con estandartes de color turquesa y el lobo aullando de los Tomlinson entraron en una perfecta fila así como una pequeña tropa de los Horan, usando sus estandartes verdes, liderados por Edward Horan, ya que era mejor ver entrar a toda la comitiva del norte detrás de una cara reconocida para el sur.

Sin embargo la gente de Dragonscale se alivió a sobremanera cuando escucharon un dragón rugir en el cielo y pronto Drahvo estaba volando sobre la cuidad, anunciando la llegada de Lady Akgon de vuelta a su hogar de una forma poco convencional.

Louis, que estaba asomado desde uno de los cientos de balcones en el castillo, la contempló volar a un lado del Krestum durante unos pocos segundos antes de perderla en la distancia.

Daeron y Jacob junto a su corte, habían bajado al centro de la ciudad para recibir al norte, que comenzaba a llenar las calles del sur, dirigiéndose al centro, para escuchar las palabras de su rey.

Louis pasó saliva.

—Deberíamos bajar, —dijo Harry a sus espaldas, acercándosele para posar ambas manos sobre sus hombros y apretarlos con cariño. Louis suspiró, apoyando su espalda contra el pecho del mayor, asintiendo con lentitud.

—Vamos. —Louis se dio la vuelta y tomó su mano mientras se dirigían hasta Reikon.

(...)

En el centro de Dragonscale había una enorme explanada con una tarima construida de manera improvisada. La gente del sur se arremolinó por todo el lugar mientras Daeron Akgon y su familia subía para entablar un comunicado a los sureños. Skyler se reencontró con sus tíos y fue recibida tras un calurosos abrazo por parte de ambos. Y Louis, quien recién llegaba junto a Harry, se preguntó que habría pasado con sus padres reales... sabía que nada bueno venía de esa interrogativa, por lo que la dejó pendiente en un recoveco de su cabeza para cuando fuera el momento adecuado.

Y aunque le dio alegría ver a Ser Peyton y Ser Isaak entre la gente recién llegada al sur, decidió esperar antes de saludarlos propiamente.

Los murmullos se incrementaban conforme Daeron permanecía de pie junto a Jacob. Por primera vez, Louis intuyó que Kargem estaba nervioso de dirigirse hacia su pueblo, tal vez se sentía culpable o poco conforme con la situación, pero era sabido que el era uno de los hombres más inteligentes de Goré, tenía la corona del imperio más grande... pero sabía que su imperio, ahora corría peligro.

Louis sintió a Nadine apegársele de la nada. Con sus brazos enroscándose en uno de los suyos y recostando la cabeza con delicadeza mientras suspiraba. Louis la abrazó de vuelta mientras Daeron y Jacob se acercaban al borde de la tarima, lo más cercano a su gente combinada que esperaba una explicación.

—Pueblo de Dragonscale —empezó Kargem, con una voz potente y fuerte. Todos se acallaron, el eco de sus palabras se repartió por toda la explanada y las calles atestadas a su alrededor. —Vengo a traerles noticias..., noticias que temo, no son buenas. Aún así, espero que todos acobijemos a la gente del norte, que ha venido huyendo de sus tierras, buscando un refugio. Nosotros se lo daremos, así como la calurosa bienvenida que se merecen. —dijo, con palabras optimistas, se aunque tenían un significado positivo, pusieron tenso al público. —Como deben de saber ya, el norte y el sur han formado una alianza poderosa, está gente, es parte de nosotros ahora y cada hombre bajo mi reinado, deberá presentar lealtad al norte de la misma manera. Ahora... tenemos que permanecer unidos. Les pido eso.

Dragonscale [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora