—Príncipe —, saludó Louis de inmediato, bajando la cabeza en un símbolo de respeto. Sus ojos miraban a Harry como si este hubiera sido esculpido en una roca de marfil. Tenía el cabello salvaje por la cabeza, con esa trenza de color blanco que se escondían entre sus rizos color chocolate; llevaban remarcado el aspecto de haber recorrido todo el continente montado en un dragón que no solo era blanco y dorado -lo más imponente que jamás hubiera imaginado-, si no que, era el más grande que había visto hasta ahora en el sur. Y Louis tenía cada vez más miedo.Pero recuerda a su madre decirle: "Los modales ante todo." Y él está seguro de que no quiere contradecir a su madre aunque esté del otro lado del mundo. Se lo juró.
Harry no dijo nada, a su vez. Se suponía que él tenía que corresponderle a su saludo, estaba en el protocolo. Pero el príncipe de ojos verdes solo le hizo un asentimiento de cabeza. Con la misma indiferencia con la que había tratado al resto de su corte. Parecía cansado, para nada impresionado con todo el show que Louis suponía que causaba su llegada al sur.
Pero... nada.
Solo supo que el primer recuerdo que tendría de ese muchacho, sería esos ojos verdes llenos de llamas que no supo si tomar como una buena o mala señal.
—Bueno, estoy segura de que el banquete esta por comenzar —, anunció Gemma de repente. Recuperando la misma chispa feliz de momentos atrás. —Será mejor que vayamos llegando, probablemente tenga que presentarlos con un montón de gente, por favor, príncipes, volvamos al castillo —. Dijo la chica de cabello blanco mientras Louis, aún descolocado, tuvo que ser medio empujado por Liam para que este siguiera caminando. Liderando la marcha y volviendo sobre sus propios pasos cuando salieron del Krestum.
Nadine volteaba hacia atrás a cada dos por tres, donde los príncipes Akgon mantenían una rápida charla en susurros, aunque no entendía absolutamente nada de lo que decían. Louis supo que se trataba de esa lengua vieja que había mencionado Mikhail horas antes.
Louis también miró atrás, ya que los hermanos parecían discutir por algo, pero al final regresó la vista enfrente cuando los príncipes comenzaron a seguirles el paso.
Al llegar a la entrada del Krestum, Gemma volvió a ponerse frente al grupo para seguirlos guiando. Sin embargo, el príncipe se aclaró la garganta y todos los ojos volvían a estar sobre de él.
Louis no podía alejar los ojos del príncipe; seguro era por el hecho de que nunca encontraría a gente como Harry de vuelta a casa. No con esa piel bronceada y ese cabello largo. En el norte nadie llevaba el cabello trenzado y salvaje como él. Nadie tenía ojos verdes, ni nadie era tan apuesto de vuelta en casa. Louis miraba al muchacho con una especie de miedo y admiración y era extraño como todo lo que había sentido desde que llegó a Dragonscale, había sido con miedo y admiración.
Louis estaba intimidado.
—Si me disculpan... —Suspiró el príncipe Harry. —iré a cambiarme por algo más... apropiado. —dijo, evidentemente luciendo como un niño caprichoso que acababa de ser regañado y solo estaba harto de todo eso. Incluso rodó los ojos casi imperceptiblemente. —Me reuniré con ustedes en el banquete.
Todos se le quedaron viendo como si faltara algo. Harry los miró durante unos segundos sin más que decir y alzó las cejas antes de darse la vuelta sobre sus talones para emprender camino en la dirección contraria. Un guardia dorado apareció de la nada y comenzó a seguir a su príncipe detrás, con los pesados sonidos de las armaduras colisionando contra el suelo de arenisca mientras se alejaban en el interior de un largo pasillo.
Gemma suspiró.
—Lamento el comportamiento de mi hermano... él está un poco cansando. —comentó la princesa mientras guiaba a los príncipes de vuelta al interior del castillo, donde el banquete comenzaría.
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Dragonscale [l.s]
Fanfiction« ¿Has ido a la ciudad de Dragonscale? ¿Has volado por ahí? Donde la ciudad se encuentra sobre las montañas y sus playas doradas brillan en los días soleados... Donde se alza un castillo enorme al que la gente llama Krestum y Kargem reina sobre sus...