➳ 25: Fe. ➳

67.2K 5.6K 43.8K
                                    








Dedicado a: Harry Akgon, mi personaje, porque lo quiero abrazar muy muy fuerte.




Harry cerró la puerta detrás de él, donde Louis se retorcía por el dolor sobre su cama. Skyler se alejó por el pasillo.

— ¡Skyler! —saltó el joven príncipe mientras seguía a su prima hasta la habitación donde había pasado la noche. Lady Akgon se agarró el cabello entero en una rápida coleta y apresuró a ponerse su armadura. — ¿Qué haces?

La chica se giró a verlo un poco pálida, mientras se calzaba las botas y tomaba el pedazo de vidriagon afilado para llevárselo consigo.

— ¿Qué parece que hago? ¡Me voy! —dijo mientras prefirió cargar con sus cosas y salir de la habitación mientras que Harry la perseguía.

— ¿Qué, cómo? ¿A dónde vas?

—De vuelta a Dragonscale.

Harry pareció aún más descolocado.

— ¿¡Qué!? —dijo exasperado, poniéndose de frente a su prima para sostenerla de los hombros. —Pero si Louis necesita-

—No crees que voy a quedarme aquí mientras tú y él...

— ¿¡Mientras qué?!

Harry enserio no entendía nada. Lady Akgon abrió la boca y frunció el ceño, escandalizada por Harry, con ganas de atizarle un buen golpe en la cara. Aún así, la chica se sonrojó salvajemente.

—Es... ¡Su celo idiota! —lo reprimió en voz baja. — ¿Eres tonto o comes plantas?

—Su celo...

— ¡Tienes que ir ahí y acostarte con él!

Harry abrió sus ojos como platos, pero tan pronto como Skyler lo dijo, le entregó su pedazo de vidriagon y mientras el rizado lo sostenía, medio ido, ella dijo:

—Yo volveré a Krestum, les avisaré sobre lo que ocurrió, y tu regresa... cuando puedas. —dijo inevitablemente incómoda mientras se apresuraba a salir y dejar a Harry de pie sobre los pasillos de la fortaleza Tomlinson, completamente descolocado.

(...)

Harry entró con los labios apretados de vuelta a la habitación, donde Louis estaba sentado a mitad de la cama y parecía abrazarse a sí mismo mientras parecía reprimir gemidos involuntarios desde el fondo de su pecho. Y eso ponía al rizado de los nervios, pues no entendía como pasaba eso en el cuerpo de Louis y mucho menos no comprendía la magnitud de ese dolor.

Pero si algo era claro, es que no podía seguir escuchándolo o mirándolo sufrir frente a él.

—Lou, —lo llamó entonces y cuando este alzó los ojos, pudo encontrarse con que sus pupilas estaban casi dilatadas. En realidad, el color azul había desaparecido y todo lo que Harry veía, era un iris negro mientras que el sudor de su frente, pegaba el cabello a su piel. — ¿Cómo puedo...? —intentó pero, Louis lo acalló de manera insistente.

—Ven. —le dijo. Harry sintió un terrible nudo en su garganta para cuando decidió comenzar caminar hasta la cama y ser rápidamente recibido por los brazos del omega; las manos de Louis se sujetaron a su cuello, abrazándose al rizado con fuerza.

Louis estaba en llamas, a una temperatura extremadamente alta, y sentía como la tela húmeda se apegaba a su piel, resaltando cada curva existente en el cuerpo del omega. Harry tragó saliva.

Porque recordó la vez en que nadaron en Litoreh, la calidez de su cuerpo, la silueta de su figura... y desde ese momento, Harry no había podido sacarse esa idea de la cabeza.

Dragonscale [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora